La lista que presentó Morena con candidaturas plurinominales al Senado generó una ola de críticas por la presencia de personajes tan disímbolos. En la bancada morenista en la Cámara alta podrían estar lo mismo la fundadora del PRD Ifigenia Martínez, el expresidente nacional del PAN Germán Martínez Cázares, la líder de la policía comunitaria en Guerrero Nestora Salgado, así como el secretario general del Sindicato Minero Napoleón Gómez Urrutia.

Y es precisamente este último personaje quien más críticas ha levantado, por las acusaciones de corrupción que ha recibido en el pasado, tema que no importó para que aparezca anotado en dicha lista rumbo a la sede senatorial de Reforma e Insurgentes.

La reacción de los mineros

Para el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y similares de la República Mexicana (SNMM), Carlos Pavón, la decisión de colocar a Napoleón Gómez Urrutia en la lista plurinominal al Senado es sencillamente “errónea”.

“Una mala decisión de un candidato que empezó hablando de que iba a combatir la corrupción, que había una mafia en el poder, y el discurso es diferente a los hechos; entonces él (López Obrador) está comprando la idea de que Napoleón (Gómez Urrutia) es un perseguido político, lo cual es una gran mentira, pues como sabemos y como hemos dicho en otras ocasiones, si López Obrador confía tanto en él, pues que se haga una auditoria externa sobre los 55 millones de dólares y que esa auditoría diga si los tiene o no, si se gastaron o dónde se encuentran, y que lo transparenten para la gente que tiene derecho a ese dinero”.

En entrevista con Siempre!, Pavón Campos detalló algunos temas que tienen que ver con el estilo del aún secretario general del sindicato minero que lleva el nombre de su padre, Napoleón Gómez Sada.

“López Obrador dice que es un acto de justicia, pero los miles de millones de pesos que se perdieron, los miles de trabajadores que se sienten con el derecho a esa cantidad, ¿eso es justicia? Entonces quién es el que califica lo que es justicia hacia otros; creo que es una gran equivocación esa expresión”, explica el dirigente minero.

Asimismo, abunda respecto al daño que Gómez Urrutia infligió a los trabajadores, así como a militantes desplazados para colocar a este personaje.

“Hay gente que ha estado en la izquierda por muchos años que merece estar en esos lugares y vemos que más bien es una cuestión de compra de esa senaduría, pues con tanto dinero, quién no lo puede hacer”, consideró.

Carlos Pavón.

Las acusaciones de Cananea

La acusación más grave en contra de Napoleón Gómez Urrutia es el desvío de 55 millones de dólares producto de la venta de una mina en Cananea; un porcentaje de dicha transacción, de acuerdo con el convenio de compra-venta, correspondía a los trabajadores de dicho lugar, pero el dinero nunca llegó a sus manos.

En medio de especulaciones acerca del curso del proceso judicial en contra de Gómez Urrutia, y de las declaraciones de su abogado, Marco del Toro, en relación con que ya no tiene procesos en contra, Carlos Pavón nos dio su versión de los hechos.

“La realidad la podemos ver todos. Si no tengo una denuncia penal y no tengo nada en contra, ¿por qué no está Napoleón aquí en México, por qué busca un fuero para venir, a qué le tiene miedo? Entonces no está muy confiado en que haya o no haya (una denuncia en proceso); lo que está diciendo su abogado; es algo típico, siempre un abogado —por muy culpable que sea— va a decir que es inocente, recordemos que (Del Toro) defiende a Elba Esther Gordillo, a Javier Duarte y también es abogado de Napoleón, nunca va a decir que son culpables; eso es algo comprensible porque se le acaba el negocio y no le van a pagar. La cuestión no es lo que diga el abogado, sino lo que dice la realidad, ¿para que necesita fuero para venir?”, comentó nuestro entrevistado.

Asimismo, preguntó la razón de la existencia de tantas denuncias penales en este tema. “Esto lo vivimos y no hemos recibido respuesta a estas preguntas, entonces en lugar de poner las condiciones para su regreso, mejor que le ponga unos guardaespaldas”, ironizó.

Carlos Pavón hace referencia a que en el medio sindical se sabe que el dinero de la venta de la mina se perdió, “los mineros saben que ese dinero jamás apareció, se repartió una pequeña parte y lo demás está desaparecido; si López Obrador confía tanto en Napoleón, lo correcto es a lo que lo retamos los mineros: a que se haga una auditoria externa y nos demuestre —a los mineros y a los mexicanos— que el fuero que le está otorgando López Obrador no es para ocultar irregularidades, sino para transparentar la situación y que no haya corruptos”.

Las razones del exilio

“Está muy claro, no quiere venir porque por algo tiene miedo, no lo quieren decir porque no les conviene”, señala a este medio Pavón Campos, en referencia a la ausencia de Napoleón Gómez Urrutia en territorio mexicano, tema del que se desprende la razón por la cual se anotó su nombre en la lista plurinominal para el Senado, que para Carlos Pavón se resume en una palabra: fuero.

“Para la mayoría de los mineros, porque Napoleón no nos representa, esta noticia fue un balde agua fría y que contradice las promesas del candidato, los hechos demuestran otra cosa; repetimos, es por una cuestión de justicia a la gente que le deben ese dinero”.

Acerca de si en realidad quien también es conocido como “Napito” tendría el apoyo de los trabajadores mineros de la república, el dirigente del Sindicato Minero fue tajante al decir “no nos representa”.

Asimismo, Pavón confió una preocupación que empieza a surgir en el gremio: “Lo que va a pasar (en caso de que llegue al Senado) es que le vamos a mentar la madre más cerca, nosotros tenemos que defendernos sea legislador o no, tenemos que defendernos si llega a la presidencia López Obrador o quien sea. Él dice que quiere una república amorosa, pero amorosa a sus conveniencias, nos decepcionó mucho, en un momento llegamos a pensar en que podríamos apoyar su proyecto, pero qué bueno que nos lo dijo a tiempo (la postulación de Gómez Urrutia) y no cuando estuviéramos embarcados. A nosotros lo que nos corresponde, y a todos los sindicatos mineros que no están con Napoleón, es ir en contra de esa candidatura”.

Contratos colectivos

En espacios informativos se ha señalado que Napoleón Gómez Urrutia recibe apoyo de sindicatos de Estados Unidos y Canadá, tanto para su estancia en la segunda nación como para recibir apoyo en su exilio. Carlos Pavón apuntó que todo esto es cierto.

“En unas declaraciones de la coordinadora de campaña (de López Obrador), Tatiana Clouhtier, señaló que se buscó a Napoleón por el apoyo que tiene de sindicatos internacionales; aquí también nos cuestionamos algo: siempre la gente de izquierda se queja por la intervención de otros países en México, y ahora por qué quieren imponernos a los steel workers en nuestro país. Es un doble discurso, es cierto que han financiado a los steel workers para los contratos en la frontera, como en Ciudad Acuña, en maquiladoras, porque ellos quieren tener un control en Canadá y Estados Unidos, porque allá lo hacen y lo buscan para México y el resto del continente; estos sindicatos quieren este control”.

Carlos Pavón alertó en relación con que Napoleón Gómez Urrutia también busca alcanzar este objetivo, pero advirtió que el heredero del sindicato “no es la persona indicada para ocupar un escaño en el Senado, y López Obrador no es la persona indicada para decir a qué sindicato debemos pertenecer, tenemos firmado el convenio 87 ante la Organización Internacional del Trabajo, y tenemos libertad sindical, algo que tiene que respetar aun siendo presidente, a menos de que vaya a imponer otra cosa, algo a lo que está acostumbrado”.

Quién es Gómez Urrutia

Economista por la UNAM y con un posgrado en Oxford, Inglaterra, el todavía secretario general del Sindicato Minero es hijo de Napoleón Gómez Sada, quien durante 40 años encabezó la organización de trabajadores. A la muerte de este, en 2002, fue electo como cabeza del sindicato en medio de acusaciones de que no había trabajado como minero. Previamente a esta fecha, había dirigido la Casa de Moneda en la década de 1980, además de Minera Autlán en 1992.

El antecedente laboral que necesitaba para validar su elección como secretario general del gremio minero vino con su inclusión en la plantilla de Minera La Ciénaga, en Santiago Papasquiaro, Durango, empresa del Grupo Peñoles. Elías Morales y Benito Ortiz, miembros del sindicato, impugnaron la elección, pero además de que no pudieron evitar la llegada de quien también es conocido como “Napito”, enfrentaron su ira y fueron expulsados del sindicato, como se cuenta en el portal http://www.proyeccioncananea.com/vernoticia.php?fn_mode=fullnews&fn_id=1715

En 2008 logró reelegirse en el contexto de uno de los incidentes que estremeció el sindicalismo minero mexicano: la tragedia de Pasta de Conchos, con lo que se enemistó con los dueños de la mina, el Grupo México de Germán Larrea y con el gobierno panista de Vicente Fox, primero, y de Felipe Calderón más tarde.

Este episodio lo orilló a exiliarse en Canadá, país del que por cierto proceden algunas de las empresas que explotan minas en el país. Por lo demás, lo que lo obligó a exiliarse fue una acusación de Minera México por haber desviado 55 millones de dólares.

Raymundo Riva Palacio detalla en su columna del pasado 20 de febrero la manera en que desvió los 55 millones de dólares, luego de la privatización de una mina. El texto detalla las triangulaciones y el uso de distintas instituciones bancarias en México y Estados Unidos para manejar tal cantidad de dinero. (http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/raymundo-riva-palacio/el-senador-de-andres-manuel)

En Canadá, obtuvo un permiso para trabajar en United Steel Workers, además de recibir el respaldo de la principal central obrera estadounidense, Federación Americana del Trabajo-Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO, por sus siglas en inglés). Su página de Wikipedia muestra más reconocimientos de sindicatos de otros países, así como diversos premios. (https://es.wikipedia.org/wiki/Napole%C3%B3nG%C3B3mezUrrutia)

Un tema que llama la atención en relación con la estadía de Gómez Urrutia en Canadá es la fuente de ingresos que mantiene para poder vivir en Vancouver, en un departamento que, de acuerdo con distintos medios, está valuado en un par de millones de dólares.

Para analistas como Luis Soto, autor de la columna Agenda Confidencial, Gómez Urrutia ofreció a cambio de su nominación al Senado los votos de los mineros sindicalizados de entidades como Coahuila, Zacatecas y Durango, en donde aún conserva influencia, así como apoyo financiero para la campaña.

Asimismo, Soto señaló en su espacio que esto también representa una oportunidad para López Obrador de vengarse de empresarios como Germán Larrea y Albero Bailleres, a quienes considera parte del grupo que en 2006 contribuyó a la campaña que lo señalaba como “un peligro para México”, además de que también mandaría un “mensaje” a adversarios como Felipe Calderón y Javier Lozano.

Este medio buscó al actual senador para conocer su opinión, pero no contestó a nuestra petición.

Cabe recordar que durante los sexenios de Vicente Fox y de Felipe Calderón, la Secretaría del Trabajo negó la toma de nota como dirigente sindical a Napoleón Gómez Urrutia.

Alianzas productivas

Una de las facetas que muestra el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana es su capacidad para amarrar alianzas tanto con partidos políticos, sindicatos de otros países y empresas mineras.

A principios del siglo XX, en el marco del aumento de los precios del cobre, logró aliarse con sindicatos de Estados Unidos y Canadá. De igual manera, alcanzó importantes acuerdos con empresas como Grupo México, Peñoles, Altos Hornos de México (AHMSA), Arcelor Mittal, Frisco, entre otras, para el manejo de los contratos de los trabajadores, gracias a lo cual pudo intervenir en la venta de la mina de cobre en Cananea, por la cual los trabajadores de esa sección sindical recibirían el 5 por ciento, equivalente a 55 millones de dólares en 2005. Hasta la fecha, no se conoce con exactitud el destino de dichos recursos.

Hasta ese año, la fortuna parecía sonreírle al heredero del sindicato, un dirigente sui generis que contrastaba con colegas suyos, pues destacaba por su formación en el extranjero, pero la tragedia de la mina Pasta de Conchos en Coahuila cambió su destino.

Se enfrentó, primero, al gobierno del primer presidente panista y tuvo que salir del país. Ha pasado 12 años viviendo en Canadá, ofreciendo videoconferencias y escribiendo artículos en el diario La Jornada para defenderse, sin aclarar qué pasó con el dinero de la venta de la mina que, en teoría, estaba destinado a un fideicomiso para los trabajadores.

Pero la rueda de la fortuna de la política dio un giro y Napoleón Gómez Urrutia podría regresar investido como senador, al menos en el plan de tan peculiar personaje.