“Él me decía: Si la gente considera que mis cuadros valen, entonces que permanezcan en un museo”, y eso es exactamente lo que se esta cumpliendo, el primer Museo de Arte Contemporáneo Juan Soriano, comentó Marek Keller, viuda del artista jalisciense, pues desea que este recinto se convierta en uno de los espacios más importantes del país que promueva no sólo el legado del escultor, si no además el arte moderno y contemporáneo a nivel internacional.

Con una inversión de 300 millones de pesos, el museo es constituido por una “extraordinaria arquitectura” de Jesús Sánchez Corral, a decir de la titular de la Fundación Juan Soriano y Marek Keller, A.C., no obstante añadió, en entrevista para Milenio, que a pesar que el museo es un homenaje a Soriano, el recinto museístico no cuenta por el momento con una sola obra del artista, ya que se será hasta el mes de julio que se terminen de arreglar los últimos detalles, entre ellos la exposición permanente de Soriano.

“Ya no hubo suficiente tiempo para hacer también la museografía y la exposición inaugural, por eso es que dicha muestra la presentaremos hasta mediados de año”.

Agregó que se espera una exhibición con cerca de 50 óleos, alrededor de 120 esculturas, nueve esculturas en plata, todos los grabados, siete gobelinos, 10 cerámicas, así como fotografías, los libros ilustrados por él y su archivo.

Keller, también dio algunos detalles de lo que será la nueva edición que se publicará de Soriano, se trata, comentó, de la recopilación de las cartas de Juan Soriano a sus amigos, en donde se podrán ver la forma particular de narrar su correspondencia, “la forma en que le hacia saber a su doctor, a través de texto y dibujos, su malestares que lo aquejaban”.

Por su parte, el arquitecto Javier Sánchez Corral, quien fue seleccionado para realizar la obra por medio de un concurso convocado en el 2014 por el Instituto Nacional de Bellas Artes, el gobierno del estado de Morelos y por la entonces Conaculta, determinó que este proyecto es un detonador para la recuperación y mejoramiento de la zona, en beneficio de la ciudadanía, además que aportará a la ciudad “de un espacio verde, abierto a los visitantes y a los vecinos de las colonias circundantes”.

“Será un espacio que fomenta la cohesión y el desarrollo social, por medio del arte y el disfrute del espacio público”, apuntó el arquitecto egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Por otro lado, este recinto trajo consigo diversas críticas, pues todo comenzó con el anunció del proyecto hace cuatro años, ya que se llegó a preguntar porqué un museo en Morelos, y no en Guadalajara, su lugar de nacimiento, en donde el escultor es más reconocido por los pobladores.

Después vinieron las múltiples fechas de apertura que se fueron posponiendo. Luego, que se iba a llamar Centro Cultural Juan Soriano; pero el cambio de nombre puede ser el detalle menos criticado, frente a lo que cambió el presupuesto de la obra: en junio de 2014, en entonces titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, al presentar el proyecto ganador, habló de una inversión de 120 millones de pesos, una cifra inferior a lo que recién se habla.