Libertad de expresión tuvo en principio un modelo, en lugar de la cadena le puso un pañuelo sobre la boca y alrededor de la cara. Ya con el dibujo, modificó el pañuelo y dibujó la cadena”, explica Adolfo Mexiac sobre el nacimiento de esta obra en 1954, una de las más conocidas y que ha recorrido el mundo entero, además de ser reproducida por miles en carteles. Los estudiantes del 68 en México y París lo usaron profusamente. Ganó un premio internacional y se ha convertido en una referencia obligada.

“Aquel día tomé un pedazo de linóleo e hice posar a un muchacho tzotzil, amordazado con un pañuelo; luego cambié el pañuelo por cadenas e inmediatamente lo mandé al TGP y empezó a distribuirse en la Feria del Libro que se realizaba en La Ciudadela”, recuerda para el diario Excélsior, una de las figuras más importantes de la gráfica en México y creador de importante cantidad de aportaciones a la plástica nacional.

El artista michoacano que cumple  91 años de vida y 71 de carrera artística en este 2018, agrega que fue hasta 14 años después de crear la obra, cuando uno de sus estudiantes vio aquel grabado en el taller: “me pidió permiso para tomarlo y le imprimió la leyenda ‘¡Libertad de expresión!’. Desde entonces se convirtió en un símbolo de las marchas estudiantiles”, apunta el discípulo de José Chávez Morado, quien lo apoyaría a lo largo de su vida, así como amigo del pintor y grabador Ignacio Aguirre y del muralista méxico-estadounidense Pablo O’Higgins, quienes lo introducirían en el Taller de Gráfica Popular (TGP), siendo hoy Mexiac, el único sobreviviente del TGP.

“La gráfica se ha diversificado, dejó de ser un medio de crítica social y comenzó a decorar los salones. Cada vez la riqueza de la gráfica a la que se han sumado los nuevos medios de comunicación, se está mostrando y seguirá por siempre”.

El compromiso y la solidaridad que Mexiac ha mantenido durante casi toda su vida, con diversas causas sociales y sin importar los riesgos, ha sido en su búsqueda por ser un crítico del acontecer nacional. En particular, resaltó el grabador, en su apoyo al movimiento estudiantil del 68, etapa en la que surgieron ideas con voz, como la misma obra Libertad de expresión, y otros trabajos que realizó durante 1968, entre ellos los grabados Gorilismo no, donde se aprecia la cara de un gorila agresivo junto a una macana y la punta de una bayoneta; o Pueblo, el gobierno te engaña, donde un gorila de cuerpo entero somete a un estudiante.

Considera Mexiac que el movimiento del 68, fue el primer grito de protesta ante la actitud de un gobierno autoritario y un reflejo de quién nos gobierna.

“Pensé que habíamos caído en una dictadura terrible, que estábamos en la parte más grave de lo que había ocurrido en México tras la Revolución”.