Yo acaricio el paisaje…

Yo leía poemas y tú estabas…

Carlos Pellicer

Samuel Gordon Listokin nació en Varsovia, Polonia, el 27 de septiembre de 1945; fenece el 13 de agosto de 2018 en la Ciudad de México. Eligió afincarse en México a partir del año 1997. Investigador, dramaturgo, narrador, poeta, ensayista, traductor y antólogo; estudió la licenciatura y maestría en Literatura Latinoamericana en la Universidad Hebrea de Jerusalén; maestro y doctor en Letras Mexicanas por la Universidad de Pittsburgh, Pennsylvania. El director de Asuntos Culturales y Publicaciones del Instituto de Relaciones Culturales Israel-Iberoamérica, España y Portugal, fue Miembro de Escritores del Instituto Internacional de Literatura Latinoamericana y Miembro del PEN Club Internacional, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel 3.

En nuestro país se desempeñó como director de Research Data Systems de la Enciclopedia Británica, del Servicio de Prensa, Centro de Información y Documentación conducente al Medio Oriente para América Latina. Conferencista destacado en literatura Mexicana, latinoamericana en las principales universidades de México, Estados Unidos, Uruguay, México, entre otras. Organizó las Primeras Jornadas Internacionales Carlos Pellicer en Villahermosa, Tabasco, entre otras funciones con un impecable desempeño. Profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad Iberoamericana, campus Santa Fe.

El doctor Gordon fundó y editó las revistas Cuadernos de Jerusalén, Carta de Jerusalén, Diálogo y Actividades (Israel), Anuario de Letras, Árbol de Fuego (Caracas, Venezuela), El Urogallo, Época, Maldoror Fondo de Cultura Económica (Montevideo, Uruguay); además de colaborar en las revistas Tiempo (UAM), Revista de la Universidad de México (UNAM), Revista de Literatura Mexicana Contemporánea (University of Texas At El Paso), Universidad Autónoma de Chihuahua, Ediciones EÓN. Escribió dos obras de teatro El bunker (1968) y La rebelión contra el poder extranjero (1969); se estrenaron en el Teatro Odeón de Montevideo, Uruguay. Procuró mostrar una extensa y diversa obra entre las cuales podemos aguzar ensayos, críticas y antologías con títulos específicos acordes a su tema de investigación: De calli y tlan Escritos Mexicanos, Palabras sin límites Conversaciones con escritores, Poéticas mexicanas del siglo XX, Mito, fantasía y recepción en la obra de Alberto Chimal, La Fortuna crítica de Carlos Pellicer Recepción internacional de su obra 1919-1977, La poesía visual en México.

Para el catedrático Samuel Gordon, la crítica textual era un corolario acumulativo de mixturas selectivas entre apuntes de trabajo, escenarios, borradores, originales, etcétera, por ello, aportó una visión unimensional que asumía del texto literario.

En el libro De calli y tlan (1995) concibe sus glosas en un redescubrimiento a través de análisis como podemos leer en un digno representante de la novela mexicana del siglo XX, me refiero al capítulo dedicado Juan Rulfo: una conversación hecha de muchas (diálogos entre textos, pretextos y para-textos).

Acota una nimia persistencia faulkneriana detectable, asimismo prepondera qué es una influencia de otros escritores hispanoamericanos coetáneos y ulteriores a Rulfo. El espacio reflejo del pueblo ucrónico-utópico de Comala adonde acontece la narración. Una novela realista, la narración va hilvanando la existencia del cacique Juan Preciado, el trasfondo es el relato del pueblo, un pueblo extinto en donde todos los habitantes están sucumbidos incluido el escritor. Sus campos son andados sólo por las ánimas y ecos del tiempo en su propio espacio.

En ambos autores, sus historias retratan el espíritu de sitios estériles, rudos. Para Faulkner el albedrío se convierte en una impudicia, barbarie, su protagonista Benjy es un minusválido. Va describiendo uno de los personajes la novela, se auscultan voces del pretérito y del futuro, “hábitat literario ¡Absalón, Absalón!”, Gordon señala particulares entre Juan Rulfo y William Faulkner; en su naturaleza de Faulkner apunta el conflicto de la Guerra de Secesión mientras en Rulfo es la Guerra Cristera por otro lado, con sus efectos la gente se acostumbró a tomar lo que ansiaba en forma violenta. Otras características de estos autores, es que travesean con el tiempo.

La fortuna crítica de Carlos Pellicer (2014), libro dedicado a su esposa Gabriela Aguilar y que fuera acompañante de grandes travesías académicas, viajes literarios, congresos, proyectos editoriales. Uno de los extractos tan significativos para el doctor Gordon, pues, se ocupó por once años de investigación para realizar esta obra. Perfecciona en uno de los capítulos iniciales. A partir de una nota escrita por José Juan Tablada en El Nuevo Diario (Caracas, noviembre 6 de 1919), Gordon averigua las conveniencias en que fue observada la poesía de Pellicer. Exhaustiva a grosso modo Gordon da un avance de recepción de los inicios pellicerianos, como expresó en su momento Gabriel Zaid “algo más que un gran nombre. Una revelación”, observamos la nota publicada a la manera de Tablada “La nueva poesía de México: Carlos Pellicer” El Nuevo Diario: “A la poesía del momento trae este juvenil poeta una sutil y afinada sensibilidad. Sus cinco sentidos se abren a la vida ávidamente, en una arborescencia vestida con la vibrante y jugosa fronda de sus veinte años. A esta emotividad de juventud reúne como hijo de la costa tropical mexicana, una feliz aptitud de plasticidad y cromatización, y tiene manos sensuales que plasman armoniosamente la materia y pinceles cargados de color luminoso… Pero lo que más sorprende en este adolescente, es su insólita gravedad, determinada o bien por la presencia común a los esenciales temperamentos poéticos, o bien por el ascetismo de arte con que parece regir su disciplinada juventud. Sea lo que fuere, las cualidades que señalamos firmemente reflejadas en la obra poética, hacen que su joven talento nos sorprenda con grata sorpresa que se resuelve en franca dilección. […] El poeta comienza su jornada lírica: cree en la renovación estética dentro de la renovación universal y este artículo, siendo un viático para el arduo [sic] camino, no es más que una ‘instantánea’ de su juventud en marcha…”.

Enfático, Zaid se refirió a Pellicer “el más americano de nuestros poetas. El de obra más vasta y variada. Poesía de grandes monumentos y delicadas miniaturas. Nuestro primer poeta realmente moderno. Nuestro (Vicente) Huidobro”.

La poesía visual en México (2011), una gran orbe de coexistencia y exposición, oriunda de la usanza oriental son el haikú y el caligrama, Renga, a medida que se fue divulgando en el ámbito literario internacional encontramos obras de arte como poemas ideográficos, grafismos, etcétera, sin perder su naturaleza escritural, una lectura poética. Esta ardua compilación del dramaturgo Gordon, lo presentó en tres apartados fundamentales para acercarnos y entender el fenómeno de la poesía visual en México.

¿Qué es la poesía visual? Algunos la focalizan tan sólo en la imagen, otros en lo literario-lingüístico, sin prestar atención en las imágenes, pues, la tipografía, color y habilidad visual van de la mano del contenido semántico, cada una de las palabras está entrelazada es una metamorfosis poética. Ejemplos destacados de la poesía visual encontramos a Guillaume Apollinaire, Vicente Huidobro, Mariana Navarro, Marco Antonio Montes de Oca, Raúl Renán, José Juan Tablada, Décio Pignatari, entre otros.

Fue vasto su trabajo y de interés por los diversos temas de nuestra literatura mexicana, para ello el doctor Gordon siempre contó con un equipo de jóvenes becarios, asistentes, de Servicio Social, asimismo nunca dejó de impartir clases, era un maestro entregado a la cátedra, la academia, muy considerado con la juventud. Los que tuvimos el honor de escuchar su clase, lo corroboramos. En lo particular, no sólo fue mi maestro, también fue mi lector de tesis de Maestría, asesorándome a la par con otro grande poeta y traductor Francisco Cervantes, especialista en la obra de Fernando Pessoa.

Al paso de los años compartimos una intensa amistad al lado de mi compañero, el poeta Raúl Renán. Querido Samuel, mi infinita gratitud por todo lo que me compartiste, a Gabriela, magnífica compañera, a tus hijos, Ariel y Rafael.