Para algunos especialistas laborales, la ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo no significa el fin de los contratos colectivos de protección —como los outsourcing— sino que serán las leyes secundarias las que permitirán acabar con la extorsión sindical y lograr relaciones colectivas representativas y transparentes. Para otros analistas, se empieza a construir un nuevo modelo laboral para avanzar en la libertad sindical y una contratación colectiva efectiva, como lo señala a Siempre! el especialista en asuntos laborales Alfonso Bouzas Ortiz.

En diciembre de 2015, el presidente Enrique Peña Nieto mandó la propuesta al Senado para que se discutiera la ratificación; luego de estar en la congeladora fue ratificado para permitir la aplicación de los principios de derecho de sindicatos y negociación colectiva, lo que a su vez implicará una reforma a la Ley Federal del Trabajo.

Luego de la ratificación, el Consejo Coordinador Empresarial expresó su desacuerdo porque fue un trámite apresurado y sin consulta. Rechazó que el Senado tome determinaciones que afectan la relación entre trabajadores y empleadores “en un trámite apresurado, violando así lo dispuesto en el Convenio 144 de la OIT, que establece la necesidad de instrumentar consultas efectivas entre gobierno y las organizaciones más representativas de los empleadores y de los trabajadores sobre cuestiones relativas a las normas internacionales del trabajo”. Otras organizaciones sindicales dan a conocer sus puntos de vista.

No, en contra de la libertad sindical

Víctor Pavón, líder del Sindicato Nacional Minero Metalúrgico expresó su reconocimiento a la ratificación del convenio. Señaló a Siempre! que hasta ahora no se han dado desbandadas en los sindicatos oficiales.

Con esta ratificación, ¿se abre un nuevo camino a las relaciones laborales?

Expresamos nuestro reconocimiento a la ratificación pero hay puntos en que deben ser muy cuidadosos. Lo que vemos es que no se ponen de acuerdo si hay uno o dos o más sindicatos en cada una de las empresas o aunque se pongan de acuerdo, imagínese en una revisión que unos acepten y otros no, yo creo que hay cosas que regular, que convenir en ese aspecto, hay que regular.

¿La libertad sindical provocará el fin de sindicatos oficiales?

Depende de cómo tengan su relación con sus trabajadores, los sindicatos no terminan por decreto, sino por cuestiones de sus agremiados. Hasta ahora no hemos visto desbandadas, la gente de otros partidos pensaba que iba a ser un desbordamiento, que se iba a ir a otro partido; no ha habido ninguna de estas situaciones. Acataremos lo que se dice, la gente ha tenido la libertad de elegir a sus dirigencias. Nosotros damos a conocer un contrato colectivo a los trabajadores, lo llevamos a la asamblea y esta es la que lo autoriza.

¿Cómo van a negociar los empresarios con dos, tres sindicatos?

Se debe reglamentar en la ley secundaria, se tiene que regular porque si no, podría haber una desbandada de empresas, porque si con una no se ponen de acuerdo, con 5 menos. Ver si el que tenga la mayoría llevará la revisión del contrato o van a ser 5 revisiones por cada quien. Ese es el temor de las empresas, sus comentarios son sobre cómo se van a poner de acuerdo con aumentos de salarios, prestaciones. Si a una parte de los 5 o 3 sindicatos le dan un determinado porcentaje otros va a querer más. Se tiene que regular.

Se acaba el corporativismo oficial, ¿no hay el riesgo de un corporativismo disfrazado cercano al nuevo gobierno?

Es lo que andan haciendo y andan buscando ciertas gentes del nuevo gobierno, tener sus propios sindicatos. La próxima secretaria del Trabajo —Luisa María Alcalde— lo ha manifestado, que va a revisar si la gente está de acuerdo con tal sindicato o no, y aquí está la sustancia del asunto. Una cosa es que se ratifique el Convenio 98 para favorecer la libertad sindical y otra que el gobierno interfiera en la vida de los sindicatos. Ahí está el convenio 87 sobre la protección del derecho de sindicación, no debe haber intromisión de las empresas ni tampoco de los gobiernos. Los trabajadores son los únicos que pueden decidir quién los representa.

La nueva titular del Trabajo ya está poniendo reglas y eso sí preocupa, que la autoridad empiece a meter manos en los sindicatos.

La autoridad es para regular las relaciones con la patronal, la Junta para llevar el registro de los contratos y las normas que se establecen para toma de notas y labores inherentes. No quiere decir que van a llegar al poder y van a poner reglas a los sindicatos, porque entonces la pregunta es ¿dónde queda la libertad sindical?, la estarían violando. Pareciera que interpretan a modo o lo están visualizando como usted señala: un corporativismo de la cuarta transformación.

No se trata de estar en contra de la libertad sindical, hay que ser claros.

Esto no fue un logro del Senado, ni de la gente que lo presentó. Hay que darle su lugar a cada quien, ponen a Napoleón Gómez Urrutia como quien rescató el convenio y es una gran mentira. No se trató del logro de Morena, porque ellos pretenden que la gente crea que incluso antes de llegar el gobierno ya empezaron a hacer cambios, pero eso ya estaba hecho.

¿Limpiar la imagen de Napoleón Gómez Urrutia?

Efectivamente y lo peor es que lo nombren como presidente de la comisión de Trabajo y Previsión Social. ¿Por qué?, porque en primer sitio, nunca ha sido trabajador; dos, sigue habiendo un conflicto de intereses porque incluso por segunda vez hay un laudo emitido, donde el sindicato que representa debe de pagar 43 millones de dólares a los trabajadores con derecho del 5 por ciento.

Imagínese, una persona que tiene un problema de esa envergadura y lo nombran presidente de la comisión de Trabajo, ¿para qué?, simple, para que limpie su nombre e inclumpla lo que la Junta determinó. Imagínese, nombran como presidente de la comisión de Trabajo, a quien debe debe pagar a los trabajadores y no lo ha hecho. Hay un conflicto de intereses que no se ha resuelto.