Jacquelin Ramos y Javier Vieyra

La incursión en la literatura infantil representa tal vez la etapa más importante en la vida de todo lector. Mediante libros llenos de colores, hermosas ilustraciones e historias consistentes con universo infinito de la niñez, los pequeños empiezan una relación de afecto con los libros que, de desarrollarse apropiadamente a lo largo de su vida, los convertirá en amantes de las letras y las paginas por siempre. Los autores dedicados a tan trascendental labor deben ser, por consecuencia, auténticos magos de la creatividad y la belleza literaria, pues son los niños los mejores críticos existentes: un libro les gusta o no les gusta, sencillamente.

En dicho sentido, Mónica Beltrán Brozon es no sólo una de las más importantes escritoras de obras infantiles en el mundo sino todo un compendio de ideas y valores fantásticos que se ven expresados a través de su pluma.

En entrevista exclusiva para Siempre!, Mónica nos describe cómo fueron sus inicios en la aventura de escribir.

“De tanto leer cuentos de hadas, me daba cuenta de que estaban muy bien y me gustaban mucho, pero no había ninguno que se relacionara con mis circunstancias, entonces creo que ahí empecé a pensar en mis propias historias.”

Poco después, en el año de 1996, la creadora de Las princesas siempre andan bien peinadas ganó el primer premio “El Barco de Vapor” convocado por la Fundación SM con su obra ¡Casi medio año!, la cual también se convirtió en el primer volumen de la colección homónima del premio. Al año siguiente, obtuvo el galardón “A la orilla del viento” otorgado por el Fondo de Cultura Económica; ambas preseas significaron para Mónica B. Brozon el comienzo de una brillante trayectoria que tuvo la suerte de empalmarse con un momento crucial en el género.

“Tuve mucha suerte, porque cuando yo empecé mi carrera coincidió justamente con un boom de la literatura infantil y juvenil en el mundo, un poquito antes de Harry Potter; que creo también es un parteaguas importante debido a que gracias a esa saga se abrieron muchos espacios primordiales para este tipo de literatura. Todo ese tortuoso camino por el que pasan muchos escritores yo no lo transite, todo fue cayendo y se fue definiendo muy naturalmente.“

 

Poseer una sensibilidad especial

Respecto al reto que supone escribir para niños, Brozon refiere que “no es fácil ni difícil”, simplemente se debe poseer una sensibilidad especial para dirigirse a ellos, para pensar en cierto tipo de historias. Sin embargo, puntualiza que el verdadero desafío se encuentra en enfrentarse a una página, o pantalla, en blanco y ser atosigado por las muchas distracciones que rodean a un autor.

La última publicación de Mónica, Sombras en el arcoíris, es una bella obra acerca del tema de la diversidad sexual, vale decir, la primera en su especie en tocar este tema para los niños.

Sombras en el arcoíris surgió a partir de la indignación que me provocaron las marchas de los contingentes conservadores contra el matrimonio igualitario. Yo pensé en los niños de esas familias, que al llevarlos a una manifestación como esa se les están diciendo, en primera, que no hay que aceptar a otros, y si ellos son homosexuales les están enseñando a odiarse a si mismos, y eso es muy triste. Pensando en esos niños yo escribí esta historia, que es la primera historia con temática de diversidad sexual, dirigida a niños pequeños que se publica en el país, en una editorial grande, el FCE. Me parece que estando en el 2018 es ridículo que sea el primero, que todos deberíamos estar hablando sobre eso.”

 

Personajes e historias de una ensalada

A pesar de que el miedo y la incertidumbre de cómo será recibido un libro de esta naturaleza se encuentra siempre presente en eventos y redes sociales, Mónica Beltrán Brozon ha mantenido una postura de valentía acompañada siempre por sus divertidos y singulares personajes, que define ella misma como “una ensalada”.

“Vas tomando elementos de personas que están alrededor tuyo, de películas que ves, te nutres de todo y finalmente les das a los personajes un toque personal, pues con la imaginación, le proporcionas esa personalidad propia que lo distingue de todos los ejemplos que seleccionaste.”

Con diferentes proyectos en puerta que incluyen la adaptación de un guión a libro, Mónica B. Brozon se encuentra ahora trabajando en una historia sobre el doloroso caso de los niños abusados por parte de la jerarquía eclesiástica, lo cual representa una cuestión sumamente delicada que debe tratarse tanto con padres como con los pequeños: “alguien tiene que decirlo”, expone. Por último, envía un mensaje a todos los niños lectores y a los que no lo son:

“Siempre busquen historias que los muevan, que les provoque emociones, que les hagan disfrutar; y a los que no leen, denle un chance a los libros, porque ningún otro medio les va a ofrecer las posibilidades que les da un amigo con páginas”.