Entrevista a Jaime Domínguez | Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua

 

“La gente hoy está muy enojada, es la que López Obrador llamó izquierda radical conservadora, porque pensó que iba a ser como en Iguala, en donde él gritó y la gente se calló, pero no, en mayo de 2012 se dijo en contra de la termoeléctrica, que era como poner un basurero nuclear en Jerusalén, que a quién se le ocurría; a la gente le dio coraje porque se sintió traicionada”.

Las palabras son de Jaime Domínguez, uno de los líderes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDTAMPT), organización que se creó justamente en el contexto del polémico Proyecto Integral Morelos (PIM), el cual contempla la construcción y operación de una central termoeléctrica, un gasoducto y un acueducto para abastecer de agua la planta.

Esto ha provocado la oposición de las comunidades morelenses, las cuales se organizaron para frenar la obra y protestar.

“En este proyecto social hemos luchado contra Calderón, contra Peña Nieto y, ahora, contra la insensibilidad de Andrés Manuel López Obrador”, recuerda Domínguez.

 

En defensa del agua

La región de Yecapixtla, en donde se ubica la comunidad de Huexca —que es donde se construyó la termoeléctrica—, es una zona semiárida que ha sufrido por el abasto de agua, a pesar de estar cerca del rio Cuautla, de las pocas fuentes del vital líquido. Las altas temperaturas y una orografía irregular completan el escenario local.

Siempre! visitó esta localidad, así como Anenecuilco y Amilcingo, para conocer de cerca lo que está sucediendo en torno de esta obra.

Jaime Domínguez tiene muy clara la problemática a la que se enfrentan.

“El gran problema es hacer una termoeléctrica en donde no hay agua, los pueblos de arriba se quedaron con el agua, en la zona es lo mismo, la única agua está en el ejido de Ayala, en donde sacan tres cosechas al año, en este proceso vienen por el agua y se encuentran con un problema, despojar a los campesinos de su agua; la contaminación, la violación de los derechos humanos de las comunidades, además del gasoducto, en Cuautla está muy cerca del acotamiento, cuando el estudio de impacto ambiental dice que debe estar a 500 metros. Es a todas luces un proyecto corrupto, por ejemplo, protección civil dice que no hay problema, pero revisaron los pueblos hacia México y aquí nos ignoraron. Tenemos el volcán que está muy activo y con una erupción quedarían bloqueadas las únicas salidas”.

La lucha que el Frente ha dado logró retrasar la entrada en operación de la Central, mediante amparos e, incluso, plantones para que no arranque la obra, acerca de lo cual abunda nuestro entrevistado.

“Ya la termoeléctrica está construida, lo que hace falta son 150 metros de tubería del río Cuautla que va a llevar el agua hasta Huexca, son 150 metros, pero hay un plantón desde hace año y medio permanente de los ejidatarios que no quieren que se lleven su agua, los han intentado comprar, han comprado comisarios ejidales, pero la gente está ahí”.

 

Jaime Domínguez | Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua

Jaime Domínguez | Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua

 

Consulta y asesinato

Si bien durante el sexenio pasado se había logrado retrasar el inicio de operaciones de la termoeléctrica, los integrantes del Frente pensaron que con el cambio de gobierno y las declaraciones del entonces candidato, Andrés Manuel López Obrador, en contra del proyecto las cosas iban a cambiar; la realidad es que ya como presidente de México el actual mandatario decidió continuarlo.

“Llegó un momento en que no podían echar a andar la termoeléctrica por seis amparos que se presentaron, pero llega López Obrador y dice que va a dar una solución definitiva, aunque en Cuautla dice que se va a echar a andar la termoeléctrica y va a haber una consulta, los compañeros están muy desilusionados por eso, casi todos ellos votaron por él, hay decepción”.

Así llegó una consulta ciudadana, similar a las que se han hecho para temas como el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México o el tren Maya, en la cual ganó la opción a continuar con la termoeléctrica, pero con un hecho que ha ensangrentado el proceso, el asesinato de Samir Flores, activista y uno de los líderes más visibles del Frente.

 

“Samir tenía una voz clara, era un hombre que tenía preparación, y lo empieza a cuestionar y, en ese proceso, le bajan la luz, le quitan el sonido. El día 20 a las cinco y media de la mañana, de dos tiros mataron a nuestro compañero”.

 

“El 19 de febrero, Samir Flores fue a un foro sobre el PIM al que convocó Érick Hugo Flores, un personaje siniestro, oscuro, ligado a los asesinos de Acteal porque él los defendió, un personaje con una tendencia cristiana —llamemoslo así—, pero que llegó con esas alianzas raras que hizo Andrés Manuel y queda como su delegado. A nosotros nos llama conservadores, de derecha, cuando su representante en Morelos es un hombre reaccionario en todos los sentidos. En los foros, cerrados, para dar a conocer el proyecto, a los cuales solo se podía asistir con invitación, llegó el compañero Samir y otros; Samir tenía una voz clara, era un hombre que tenía preparación, y lo empieza a cuestionar y, en ese proceso, le bajan la luz, le quitan el sonido. El día 20 a las cinco y media de la mañana, de dos tiros mataron a nuestro compañero”.

Esto provocó no el retiro de miembros del Frente o ceder ante la intención de continuar con la obra, sino que sirvió para renovar el compromiso con la defensa de las comunidades.

“Cuando matan al compañero, lo hicieron como para intimidar la lucha, pero no sé dieron cuenta de que él era más grande, había tejido alianzas, había recibido un montón de veces a los padres de los 43, había ayudado a la mamá de Luis Luna, un niño desaparecido de Amilcingo, había hecho alianzas con los maestros y con muchos grupos, entonces este boom se dio en este proceso y es un problema para este gobierno que tendrá que resolverlo, si no quedará marcado de por vida, como quedó Peña Nieto con los 43 de Ayotzinapa”.

Y Domínguez no quita el dedo del renglón al recordar que “el mismo Andrés Manuel dice que provienen de un proceso de licitaciones corruptas que se han hecho, y nosotros decimos que no se puede premiar la corrupción”.

 

 

El futuro

Pese al resultado de la consulta y el asesinato de Samir Flores, los integrantes del Frente no están dispuestos a cejar en su empeño de defender el agua de sus comunidades.

“Este proyecto, hoy con la muerte del compañero Samir y con las visitas de Andrés Manuel, lo que vino a hacer fue alborotar al avispero; exigimos justicia para el compañero y que, con más razón, este proyecto no trabaje”, asegura a Siempre! Jaime Domínguez.

En el camino queda no solo el esfuerzo de los pobladores, sino experiencias de represión.

“Primero fue la lucha contra el gasoducto, por el riesgo que representa, está a 100 metros de una primaria. Con la construcción de la termoeléctrica viene el problema de la contaminación y del agua, necesitan 50 millones de litros de agua diarios, esto genera inconformidad y hay represión del gobierno, se va imponiendo con policías, con federales, con el ejército, y los compañeros de Huexca detenidos, en la cárcel, en mi caso he sido detenido dos veces, la última en Cuautla en 2013”.

A pesar de la claridad de los objetivos de la lucha del Frente, queda la duda acerca de los intereses que hay detrás del proyecto.

“¿Qué hay detrás de todo esto?” se pregunta Domínguez, “el aeropuerto de Texcoco iba a ser una mala inversión, tarde o temprano ser iba a hundir, iba a tener perdidas, por un lado; por otro, fue como castigar a la gente, como un manotazo de autoridad. En este caso hay muchos intereses, sobre todo con España, porque son los que están trabajando, aunque digan que es un proceso y que pertenece a la nación, está en manos de Abengoa, que es una empresa española; el gasoducto, aunque digan que es nacional, pertenece a otra empresa española, entonces lo que pasa es que se sesga la infomación, que es un proyecto nacional, vamos a perder 22 mil millones, y cómo es posible que les estemos pagando, pero pertenece a ese tipo de empresas”.

Asimismo, se mostró confiado en que, pese a las adversidades, trinufará el Frente en su lucha.

“Hoy estamos en un proceso inflado por esta soberbia de Andrés Manuel de no mirar, para él nada más existe la gente que vota por él, las organizaciones sociales como nosotros que estamos en defensa del territorio, por la vida, no existimos, a él le importa la gente del like que le esté dando todos los días, y en ese sentido tiene un desprecio hacia movimientos tan fuertes, en el sentido de que tenemos la razón y la justicia y que estamos peleando por algo justo, no estamos ligados a ningún partido en especial, ni a Morena. Es sordera y, como dijimos en conferencia de prensa, citando a Zapata, todo el que se sienta en la silla presidencial parece que está embrujada”.

Pero en el ambiente quedan las similitudes con otros episodios que han tenido lugar en el país, como Atenco y el aeropuerto en el sexenio de Fox, o la desaparición de estudiantes en Iguala en el de Peña Nieto.

“No queremos ser el Atenco de López Obrador, en el sentido de la represión que hubo, aunque aquí ya hemos tenido un compañero muerto. Más bien sería los 43 de Ayotzinapa con esa insensibilidad que mostró Peña Nieto con las primeras declaraciones; lo de Samir Flores lo puede perseguir todo su sexenio, si no se esclarece ese asesinato por las alianzas del compañero. Si Andrés Manuel no resuelve esto y a lo de la termoeléctrica no le da una solución diferente a la que le está dando, esto lo va a acompañar todo su sexenio”.

 

 

Los antecedentes del proyecto

Desde 2004, se planteó la construcción de un gasoducto que pasaría por los estados de Puebla y Morelos. En 2009, el entonces gobernador Marco Adame oficializó ante la Comisión Reguladora de Energía (CRE) el proyecto para desarrollar infraestructura de distribución de gas en la entidad —además de Puebla y el Estado de México— para las zonas industriales.

En consecuencia, en 2010 la CRE instruye a la CFE para construir una planta termoeléctrica en Morelos, con lo se reubicaba la que se tenía contemplada para el Valle de México junto a un gasoducto. Ese mismo año, el Sistema Operador de Agua Potable y Saneamiento de Cuautla emitió un resolutivo en el cual se indica la disponibilidad y factibilidad de uso de hasta 280 litros de aguas negras por segundo para la generación de energía eléctrica.

En 2011 se firmaron los contratos para la construcción de la planta, denominada Central CC Centro. En un documento difundido por el actual gobierno de México, se explica que “el proyecto no requirió la ejecución de una Consulta Indígena, debido a que en la zona directamente involucrada no existen comunidades consideradas indígenas”.

En dicho documento, con fecha de 9 de febrero de 2019, se explica que “Morelos importa 100 por ciento de la energía eléctrica que consume, no tiene ninguna central generadora, por lo que los gastos de transmisión son muy altos, y generan pérdidas para la CFE”.

La oposición de organizaciones campesinas y de defensa de la tierra impidieron continuar con el proyecto, no obstante en 2011 se retoma la idea bajo el concepto de Plan Integral Morelos (PIM), luego de lo cual se crea el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla y Tlaxcala.

Dicho proyecto consiguió la aprobación de los manifiestos de impacto ambiental del gasoducto y la termoeléctrica en 2011.

En 2012 se continuó con las licitaciones, firmando los contratos un año después y contemplando el inicio de operaciones en 2015. El gasoducto, por su parte, inició su licitación en 2011 y su entrada en servicio en 2013.

En mayo de 2013, el entonces diputado por Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal Ávila, presentó un punto de acuerdo para suspender el PIM y llevar a cabo una consulta a la población afectada.

Entre los argumentos que presentó para sostener su propuesta, se encontraba una que indicaba que “la embestida neoliberal de los últimos años ha dejado una estela de devastación ecológica, y destrucción del tejido social. Ningún beneficio se ha reportado a los pueblos y comunidades en los que, bajo la promesa de progreso, se han emprendido megaproyectos, sobre todo aquellos que tienen como fin la construcción de infraestructura energética e hídrica”.

Asimismo, señalaba que “tal vez sea el PIM el primer cúmulo de megaproyectos privados que opere en nuestro país, y los agravios e impactos que representará para los pueblos cercanos a estas infraestructuras serán letales, porque son un atentado contra la vida”.

El ahora senador no se ha pronunciado respecto a este tema.

 

Abengoa, la empresa beneficiada

La empresa española Abengoa, encargada de construir la Central CC Centro en Huexca, Morelos, tiene obras tanto en su lugar de origen como en Estados Unidos, África y América Latina; fue una de las que recibieron contratos durante el pasado sexenio.

Presente en México desde 1981, sus actividades incluyen líneas de transmisión de energía, además de ser contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero además opera desde 2011 el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario de Oriente y la central de cogeneración Nuevo Pemex, entre otras.

En 2011 logró la adjudicación de la central termosolar de Agua Prieta, en tanto que en 2012 entró en operación la planta de cogeneración Nuevo Pemex, próximo a Villahermosa, y en 2014 la construcción del mayor parque eólico del noreste del país, Tres Mesas, además de estar a cargo del proyecto Norte III​ bajo la modalidad de Productor Independiente de Energía.

Finalmente, Abengoa tiene la concesión desde el sexenio pasado por 25 años del acueducto El Zapotillo, de 140 km, adjudicado por Conagua en los Altos de Jalisco y León.

 

@AReyesVigueras