Entrevista a Pablo Serrano Álvarez |  Historiador y ex director del INEHRM

 

Tras la polémica generada por Pedro Salmerón Sanguinés al calificar de “valientes” al grupo de hombres que, en un intento de secuestro, asesinó al empresario regiomontano Eugenio Garza Sada, no solo el historiador, sino también el organismo que dirigía en ese momento tomaron protagonismo dentro de la agenda nacional.  Se trata del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), una institución a la que es necesario acercarse con el fin de comprender el por qué la aseveración de Salmerón fue desafortunada y no correspondía al perfil de un director de dicha institución.

Para conocer de fondo la historia y la labor que realiza este organismo, Siempre! conversó con el doctor Pablo Serrano Álvarez, quién lo dirigió un lapso de tres años, desde 2005 hasta 2008, primeramente, realizando una remembranza de las transformaciones que ha experimentado la entidad a lo largo del tiempo.

“El INEHRM es un instituto que tiene 66 años, que se funda en agosto de 1953 con la intención de  fincar una  historia oficial de la Revolución Mexicana. El director de esta empresa fue Salvador Azuela que estuvo a cargo del instituto hasta 1983, y la intención era recopilar la historia de la Revolución en los estados, de los personajes, crear un enramado de historia oficial que legitimara o justificara de alguna manera  la historia de este movimiento.

Pablo Serrano Álvarez |  Historiador y ex director del INEHRM

“Después de la época del maestro Azuela,  entre 1983 y 1998, el organismo se consolida como un ente de fomento y divulgación de la historia a través de la dirigencia de Juan Rebolledo, José Luis Barros Horcasitas y Guadalupe Rivera Marín, quien le da un impulso a las labores del Instituto en el interior de la República debido a la descentralización que hubo de los estudios históricos. Vale decir que en estos años se incorporaron los estudios sobre la Independencia y la Reforma, por lo que el INEHRM creció y se enriqueció considerablemente”.

Sin embargo, el académico explica que durante esta etapa el Instituto estuvo ligado a la Secretaria de Gobernación por lo que tenía un matiz oficialista, legitimador de la historia, y fue hasta el nuevo milenio en que el INEHRM encontró su verdadera vocación, relacionada con la argumentación histórica y la vinculación con otras instituciones de investigación en torno a la historia mexicana.  Es así como bajo la dirección de Javier Garciadiego se modifican los decretos de creación y atribuciones de la entidad, dando paso a un manejo de diversidad de la historia que conllevó múltiples foros académicos,  la consideración de colecciones importantes y la búsqueda constante de la pluralidad en la interpretación histórica, que fuese incluyente incluso con las diferentes épocas, incluso la moderna, dentro del pasado mexicano, siendo de este modo cómo ha evolucionado y funcionado el INEHRM hasta la actualidad, aunque con matices representativos de cada director.

“Desde que se modificaron los decretos de creación y atribuciones, el INEHRM se enfocó mucho en la colaboración con instituciones como El Colegio de México, la UNAM y el Instituto Mora, lo que permitió darle relevancia a la divulgación histórica. En el marco del año 2010 y los aniversarios, por ejemplo, se tuvieron muchos  trabajos en torno a difundir aspectos de la Independencia y la Revolución a través de un grupo de investigadores que colaboraron de manera importante con el contenido histórico de estos hechos. La estructura del Instituto incluso se distribuye en áreas de contenido histórico, divulgación, promoción de la historia, además de que cuenta con recursos como programas de radio y televisión y cursos en línea con una cantidad importante de alumnos”.

 

El director de organismo debe asegurarse de no usarlo para maquillar,
ni utilizar la historia como un factor ideológico que legitime al gobierno o al presidente.

 

 

Haciendo referencia a las características que debe tener un director del INEHRM, Serrano Álvarez destacó lo siguiente.

“Quién dirija este Instituto debe contar necesariamente con un buen perfil académico, pero además tiene que ser una personalidad que busque la diversidad y la pluralidad de los estudios históricos, y que no sea una persona ideológica, pues el INEHRM tiene que ser manejado con un sentido de complejidad, de imparcialidad. El director de organismo debe asegurarse de no usarlo para maquillar, ni utilizar la historia como un factor ideológico que legitime al gobierno o al presidente. El Instituto es entidad dedicada a la divulgación y fomento  de la historia de México, el Instituto no es para el poder político y es absolutamente necesario que sea imparcial, porque es de todos los mexicanos, no es un instituto para la ideología, ni para dar rabietas, ni golpes. El director tiene que apegarse a este estatuto, de lo contrario no tiene ningún sentido que exista el INEHRM”.

Paralelamente, el egresado de la UNAM afirma que en estos tiempos en que la historia mexicana se encuentra tan ideologizada y se hace referencia a ella de forma maniquea y a conveniencia política, sería deseable que el INEHRM fuese un faro de objetividad y al margen de la ideología.

“Esto nos remite a la necesidad de contar con una institución, sí oficial, que se dedique a la historia de la Independencia, de la Reforma, de la Revolución, a la época contemporánea, pero para difundir los hechos, los temas, los personajes, los momentos en que constituyó la República, así como hacer foros académicos donde la pluralidad  de la interpretación histórica perdure. Es fundamental contar con un INEHRM así porque ahí no se realiza investigación pura como en El Colegio de México o el CIDE, sino que sirve para fomentar los estudios históricos de carácter gubernamental, pero ningún sesgo de manipulación a favor del gobierno, cualesquiera que sean sus ideales”.

Finalmente, Serrano Álvarez brinda su opinión respecto a la polémica generada por Salmerón Sanginés.

Yo nunca estuve de acuerdo con la designación de Pedro Salmerón al frente del INEHRM. Creo que es un gran historiador, muy brillante, pero el problema justamente es la postura ideológica, que cuando interviene no hay nada que hacer, porque se hace historia o se hace ideología. El Instituto no es un instituto de propaganda, es un instituto de divulgación de la historia, con eso lo digo todo”.