Entrevista a Julián Gascón Mercado, Patrono emérito del Hospital de Jesús

 

Contribuyendo  a la conmemoración de los quinientos años del encuentro entre los pueblos originarios de México y los europeos, la revista Siempre! ha presentado una serie de entrevistas alrededor del legado de Hernán Cortés en la Ciudad de México. En esta edición, ofrecemos a los lectores la última parte de dicha secuencia publicando una conversación que nuestro medio entabló con el doctor Julián Gascón Mercado, patrono honorario del Hospital de Jesús, acerca de la historia y el funcionamiento de este nosocomio que fundara el conquistador español hacia el año de 1524 y que hoy en día sigue funcionando.

En una oficina de naturaleza médica dentro del inmueble principal de la institución, ubicada en el corazón del Centro Histórico, el doctor Gascón guarda notables recuerdos fotográficos en donde aparece acompañado de personajes como Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila Camacho, aunque la toma más reciente que engalana su escritorio lo muestra el día que su nombre fue colocado en letras de oro en el Congreso de Nayarit, su estado natal; es en este sitio, donde quien fuera presidente del patronato del hospital en tres ocasiones, inicia un relato histórico apasionante que comienza en la fatídica escena en que Hernán Cortés y Moctezuma se encontraron por primera vez.

“Este sitio donde se encuentra el hospital, fue el lugar estratégico que eligió Moctezuma para encontrarse con Cortés por primera vez: se trataba entonces de Huitzilan, donde vivía el dios de la guerra Huitzilopochtli. Una vez acontecidos todos los hechos que conocemos del proceso de la conquista de Tenochtitlán, Hernán Cortés quiere conmemorar este encuentro con el emperador mexica con una obra pía, que sería eventualmente el Hospital de la Purísima Concepción y Jesús Nazareno, hoy mejor conocido como el Hospital de Jesús. Vale decir que el primer médico graduado que llegó a México, en el año de 150, fue Pedro López, un galeno sevillano que asesoró la construcción del nosocomio teniendo una fuerte referencia del Hospital  de las Cinco Llagas ubicado en su ciudad natal. El Hospital de Jesús ya funcionaba en el año de 1524”.

El otrora gobernador de Nayarit explica que el Hospital de Jesús marcó una referencia indiscutible en la Nueva España debido a que a este recinto llegaron primeramente todos los médicos europeos a ofrecer consulta y realizar prácticas, además de que fue el primero de una serie de instituciones homónimas fundadas en el territorio como el Hospital del Amor de Dios, creado por fray Juan de Zumárraga, primer arzobispo de México, o el  Hospital de San Lázaro, también nacido de la determinación de Hernán Cortés. De todas instituciones establecidas, puntualiza Gascón, solo el Hospital de Jesús ha sobrevivido hasta nuestros días. Pero profundizando en las aportaciones que este organismo ha realizado a nuestro país a lo largo de los siglos, el también académico señala que no son pocas las contribuciones del Hospital de Jesús.

 

“De este hospital van a surgir notables personajes a los que debemos mucho como el doctor Juan de la Fuente, que a mediados del siglo XVI  creó, con el permiso del rector de la Real y Pontifica Universidad de México, la carrera de medicina en dicha casa de estudios, estableciendo así la primera pauta de la enseñanza médica en el sentido académico en nuestro país; De la Fuente también fue el primer catedrático de medicina en México y desarrolló notables estudios en diversas áreas. De igual manera, de este Hospital de Jesús salió Bernardino Álvarez, un hombre con una vida muy interesante que fue militar, acaudalado empresario y fundador del primer nosocomio para enfermos mentales. En su honor, el hospital psiquiátrico adscrito a la Secretaría de Salud lleva su nombre”.

El doctor Gascón Mercado narra que además el Hospital de Jesús revolucionó la enseñanza de la medicina en la Nueva España debido a que fue entre sus muros, y hecha por el doctor Juan Correa, que se llevó a cabo la primera disección de un cuerpo en el continente. Cabe mencionar que esta práctica era fuertemente censurada por la iglesia católica debido a que el cuerpo humano se consideraba una obra divina que no podía ser intervenida por el hombre, sin embargo, dado que el Hospital de Jesús se encontraba bajo la jurisdicción del Marquesado del Valle de Oaxaca, fue posible que por primera vez los estudiantes y los médicos dieran este trascendental paso en el estudio de la anatomía humana. La relación con el enorme Estado que le fue concedido a Hernán Cortés por la corona española no se limitó solo a esto, sino que por varias generaciones los marqueses, es decir, los herederos del conquistador, fueron los patronos del Hospital de Jesús; además, en su testamento, Cortés legó a la institución numerosas propiedades inmobiliarias para que con sus rentas se pudiera sostener financieramente. Estas casas eran aproximadamente treinta hacia los inicios del siglo XIX, pero fueron incautadas debido a la implementación de las Leyes de Reforma, no así el Hospital que pese a la adversidad siguió funcionando, de hecho, en este período el Hospital de Jesús experimentaría una nueva faceta en su sede.

 

“En el año de 1833, bajo las órdenes del presidente Valentín Gómez Farías, fue cerrada la Real y Pontificia Universidad de México. A raíz de ese suceso, se creó una junta educativa y surgieron varios organismos de educación superior como la Preparatoria cuya sede fue el antiguo colegio de San Ildefonso o una escuela de matemáticas y ciencias que fue establecida en el Palacio de Minería. En esa junta educativa se encontraba José María Luis Mora, un eminente sacerdote y académico que fundó y dirigió  en aquel momento un organismo de enseñanza de ideología, estadística y economía: la sede fue el Hospital de Jesús”.

Así pues, como se ha visto, todos estos aspectos que se han enumerado son resultado de la iniciativa que en su tiempo sostuvo  Hernán Cortés, un personaje injustamente vituperado por resentimientos absurdos y la superficialidad del análisis histórico, siendo el Hospital de Jesús como  protagonista y testigo del legado de Cortés, pero también del constante acoso que ha sufrido su figura a lo largo del tiempo. Al respecto Julián Gascón relata que en el año de 1824, cuando los restos de Cortés se encontraban en un precioso mausoleo dentro del hospital,  embellecido por un busto que el célebre Manuel Tolsá había realizado del ibérico, una horda nacionalista pretendía profanarlos, por lo que Lucas Alamán, brillante pensador, una noche los sustrajo de su sepulcro y los ocultó en el aledaño Templo de Jesús Nazareno para protegerlos: en este sitio continúan reposando. Pasado el tiempo, el doctor Gascón Mercado se encargó de asumir el patronato del Hospital de Jesús y en 1981 finalizó un ambicioso proyecto de remodelación del nosocomio que contempló la colocación de una réplica del busto de Cortés hecho por Tolsá dentro de las instalaciones. El fundador de la Universidad Autónoma de Nayarit refiere las dudas que le suscitó al entonces presidente José López Portillo la develación de dicha escultura, aunque al final terminaría descubriéndola en la ceremonia de presentación de los trabajos referidos, y también como esta pieza casi fue víctima de un conato de destrucción por parte de un grupo de personas tan solo algunos días después de que viera la luz.

 

“Mientras este país exista no podemos olvidar a los protagonistas de nuestra historia. Cuando se visita Perú se puede encontrar una escultura grande de Francisco Pizarro haciendo referencia a las hazañas que realizó, no es posible que en México nosotros no podamos ver a Hernán Cortés: es parte de nosotros, al igual que lo es Moctezuma. Tenemos que esforzarnos en realizar una lectura profunda de los hechos y hacer de nuestro pasado un parte objetiva de nuestra vida actual como sociedad”.

Finalmente, el doctor Julián Gascón Mercado indica que en la actualidad el Hospital de Jesús, cuyo patronato preside el prestigioso oftalmólogo Luis Lares Manjarrez, se encuentra conformado por un excelente cuerpo de médicos especialistas y personal que siempre pretende brindar la mejor atención y solidaridad a los pacientes, mayoritariamente de escasos recursos, que llegan a sus instalaciones, puesto que desde su fundación hace casi quinientos años, la institución se ha mantenido fiel a sus principios de ayuda a los más pobres. Además, el Hospital de Jesús cuenta con una  amplia estructura de enseñanza en la que sobresale su Escuela de Enfermería y los múltiples interinatos y cursos que ofrece.

“El Hospital de Jesús, tal vez con dificultades, pero siempre ha trabajado con mucha dignidad, respetando los preceptos bajo los que fue creado y llevando con orgullo la herencia de su historia. Para mí ha sido de igual forma un orgullo el dirigir en su momento esta institución que antes de mí encabezaron personalidades tan extraordinarias como el doctor Vértiz, el doctor Tello o el doctor Gustavo Baz. En casi cinco siglos el Hospital ha dado lo mejor de sí a nuestro país y esperamos seguir haciéndolo”.