De película. Tras mucho tiempo de preparar la huida, y de prepararse psicológicamente para abandonar en forma provisional su país de origen —salida que en principio siempre rechazaba—, el dirigente opositor venezolano Leopoldo Eduardo López Mendoza (Caracas, 29 de abril de 1979), mejor conocido como Leopoldo López (LL),  el viernes 23 o el sábado 24 de octubre logró salvar el cerco policiaco alrededor de la residencia del embajador de España en Caracas, lo que le permitió trasladarse (en un viaje secreto cuyas características algún día se conocerán, por el momento todo son conjeturas), a Madrid, España, donde el domingo 25, se reunió con su esposa, sus hijos y su padre, Leopoldo López Gil, de nacionalidad española, actual eurodiputado por el Partido Popular ibero. La prensa internacional publicó el lunes 26 de octubre fotos del abrazo de Leopoldo con su mujer y sus tres hijos.

Toda una trama cinematográfica con guión de novela de espías. Un episodio más de la lucha de los contrarios al régimen dictatorial chavista encabezado por el delfín del fallecido Hugo Chávez Frías (2013), Nicolás Maduro Moros, el presidente bolivariano que trata, por todos los medios, no abandonar el poder en la Venezuela bolivariana. La fuga de Leopoldo López da para varias series de televisión. Sin duda se harán. En tanto, el antiguo estudiante que obtuvo grado de maestría en Políticas Públicas de la Universidad de Harvard, ahora es hombre libre en la Ciudad del oso y el madroño en compañía de los suyos. Maduro y sus cancerberos se quedaron con un palmo de narices, pero con el propósito de cobrarse la “ofensa”, a la menor oportunidad. La historia continúa.

La “fuga relámpago” tenía que oficializarse. En un comunicado, el partido Voluntad Popular, al que pertenece el líder opositor huído, aseguró que López logró salir de Venezuela Gracias una “operación del presidente encargado Juan Guaidó”. Y precisó: “Hoy, 24 de octubre, nuestro líder fundador y Coordinador Nacional del Centro de Gobierno, Leopoldo López, sale de la embajada de España en Venezuela a territorio Internacional para impulsar nuevas acciones en la lucha por la libertad de Venezuela”.

El documento respalda la decisión de LL y afirma que “al igual que cada una de las que ha tomado en su accionar político, han sido asumidas considerando lo mejor para el país y para la lucha por la libertad de Venezuela”. Voluntad Popular agregar en su texto que luego de pasar siete años de persecución y prisión injusta dentro de Venezuela Leopoldo López todavía no se encuentra en total libertad, “al igual que todos los venezolanos, mientras exista una dictadura que viola los Derechos Humanos del pueblo”.

A su vez, Juan Guaidó, el presidente encargado de Venezuela, escribió un tuit que dice: “Maduro, no controlas nada. Burlando tu aparato represivo, logramos sacar a territorio internacional a nuestro Comisionado para el Centro de Gobierno, Leopoldo López…Su aporte por Venezuela continúa desde este nuevo espacio de acción. La lucha que damos y daremos desde y por Venezuela necesita del máximo apoyo del mundo…La presión interna será reforzada y fortalecida por la labor de quienes nos representan en los distintos espacios internacionales, desplegando su máximo potencial”.

Voluntad Popular —el mismo partido de Guaidó—, en su comunicado recordó que en 2014 “cuando nadie en el mundo consideraba al régimen como una dictadura” Leopoldo López hizo un llamamiento del pueblo de Venezuela a la calle para que, de manera constitucional y pacífica, protestara por sus derechos, “logrando desnudar  a la dictadura corrupta, ineficiente, represora y con vínculos con el narcotráfico ante la comunidad internacional, como lo avaló el informe presentado por la Comisión de Verificación de Hechos de la Organización de Naciones Unidas”.

Agrega el comunicado que cuando López “dio la cara y se enfrentó a una justicia injusta, desde la Cárcel de Ramo Verde, no dejó de levantar su voz por el país, al Igual que cuando en 2017 le otorgan casa por cárcel, desde donde trabajó avanzando en la lucha por liberar a Venezuela, y luego durante sus estadías en la embajada de España en 2019 continuó trabajando por su país y respaldando al Gobierno Interino”.

El escape de Leopoldo López coincide con el cambio de embajador ibero en Caracas. Hace poco, la administración de Pedro Sánchez, presidente del gobierno del Reino de España, confirmó el cambio de Jesús Silva, defensor de los derechos humanos en Venezuela y un protector de los opositores al régimen nombrado en 2017 por Mariano Rajoy. En su lugar, en los próximos días llegaría Juan Fernández Trigo, ex embajador en Cuba, cercano al Alto Representante para la política Exterior y Seguridad de la Unión Europea Josep Borrell, que ha dado señales de negociar con Maduro. Pese a este cambio de diplomáticos, en la cancillería española se aseguró que de todas formas no iba a cambiar la situación de López dentro de la residencia del representante del gobierno de España. De cualquier forma, LL ya había decidido salir de Venezuela y dirigirse a España, tal y como sucedió.

Los riesgos de la escapada eran evidentes. Por principio, LL no contaba con pasaporte pues el suyo nunca pudo renovarse, además que pesa en su contra una condena judicial que le impedía salir del país. La propia ubicación oficial de la residencia española en Caracas representaba riesgos, en el exclusivo Country Club, siempre bajo severa vigilancia policiaca desde el 2019 —cuando llegó como huésped especial—, por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN). Desde su arribo, el inmueble estuvo supervigilado. Diosdado Cabello, el número dos del chavismo, en una conferencia televisada dijo que tenía hasta fotografías de quién entraba y salía del recinto diplomático, lo que confirmaba un estado de sitio impuesto en el lugar. Por eso su violenta reacción ante el escape.

En su calidad de primer vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello acusó a Jesús Silva Fernández, embajador de España ante la Bolivariana República de Venezuela, de “facilitar” la salida del “loco” opositor Leopoldo López del país. El importante funcionario venezolano, cuya cabeza tiene una recompensa en Estados Unidos de América, acusado de narcotraficante, junto con Nicolás Maduro, agregó que “Leopoldo López era un huésped —en la residencia diplomática—, y los huéspedes no huyen. El embajador tiene que haberlo, aunque sea acompañado hasta la puerta. Debe haberlo apoyado con algo”…(López)…puso en una balanza a Venezuela y su amor por lo robado, y ganó su amor por el dinero. Ya lo veremos dentro de poco con el clan de los opositores que han huido del país y ahora están en el extranjero solicitando sanciones e invasiones contra nuestra patria”.

Cabello destacó que LL es un problema de la oposición y no del gobierno del presidente Nicolás Maduro. “Ellos que vean que hacen con su loco”. A su manera de analizar los sucesos, la salida del disidente “perjudica” más a la oposición venezolana que al gobierno “oficial”. Cabello insistió en la “cobarde” huida de López y recordó que “el 20 de febrero de 2014 cuando fue capturado —en realidad el opositor se entregó voluntariamente a las autoridades—, se abrazaba al general Justo Noguera Pierre y le pedía que no lo soltara porque lo iban a matar”.

Reacciones aparte, el caso es que ahora Leopoldo López ya podrá hablar en público en España y desde el escenario internacional aumentar la presión sobre el régimen de Maduro. En un mensaje por Twitter, LL anunció: “en los próximos días ampliaremos en detalle las acciones que nos proponemos realizar” y, el gobierno interino en un comunicado agregó: “López podrá asumir e impulsar medidas y acciones necesarias para alcanzar nuestra libertad, sin las restricciones políticas, comunicacionales, legales y diplomáticas que su antigua condición le obligaban”.

El escape de LL provocó más de un remolino en el gobierno de Nicolás Maduro. Una vez comprobado, la policía bolivariana empezó la “cacería”.  Las fuerzas del régimen registraron el domicilio de agentes de la Policía Nacional españoles en la capital venezolana y encarceló a Nuria Campos, encargada de llevar comida a Leopoldo la embajada. La mujer, hipertensa, residente en un barrio popular fue detenida el sábado 24 de octubre por la noche, así como también un vigilante de la residencia oficial.

En Madrid, el gobierno condenó las detenciones de personal laboral de la embajada en Venezuela, así como los registros policiales en domicilio de personal adscritos a la misma, protegidos por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

LL no es el único político venezolano que ha optado por el exilio, aparte de su esposa Lilian Tintori y sus tres hijos —que huyeron primero por mar, hacia una isla del Caribe y luego en avión hasta la capital española— que están desde 2019 en España, en compañía de Leopoldo López Gil, padre del joven opositor que en 2015 fue sentenciado a casi 14 años de prisión, acusado de incitar a la violencia en protesta contra el gobierno de Maduro, manifestaciones que causaron 43 muertos y aproximadamente 3,000 heridos entre febrero y mayo de 2014. Los decesos corrieron a cargo de la fuerza pública.

Otro de los exiliados es Antonio Ledezma, que se convirtió en un símbolo de los presos políticos en Venezuela. El ex alcalde de Caracas estuvo preso en su domicilio desde 2015 y dos años después huyó del país. Cruzó la frontera por Cúcuta, y de ahí por vía aérea voló a Bogotá y después a Madrid para reunirse con su esposa Mitzy Capriles.

También está en el destierro la ex fiscal general, Luisa Ortega, que escapó a Colombia. Anteriormente, Ortega fue una aliada incondicional del chavismo, pero por su Defensa de los Derechos Humanos durante las protestas de 2014, Nicolás Maduro la acusó de “terrorismo de Estado”.

La lista de huidos es muy larga. La persecución se intensificó con la llegada de Maduro al poder. En 2016, el ex alcalde de Maturín, en el estado de Monagas, Werner Jiménez.  Varios miembros del Tribunal Supremo de Venezuela: los magistrados Miguel Angel Martín, presidente del Supremo y radicado en Washington. Pedro Troconis, presidente de la Sala de Casación Penal. Romeo Gil, miembro de la Sala de Casación Penal. Y, Cruz Graterol, vicepresidente de la citada instancia. Otros dos magistrados venezolanos exiliados son Milton Ladera, en Panamá, y Beatriz Ruiz Marín, en Chile.

Y otros millones de venezolanos que no soportaron las miserables condiciones en las que vive el pueblo. La mayoría piensa regresar algún día a su añorada patria. Mientras tanto, Leopoldo López ya está con su familia en Madrid. ¿Hasta cuándo? Eso nadie lo sabe. Cuando caiga Maduro. VALE.