ROCKDALE, GA.- Marcelo Ebrard se “auto destapa” en prensa mexicana, intenta decir: “la caballada morenista no está flaca”; pide a cónsules de confianza buscar la mejor agencia de Relaciones Públicas “usada por Obama y Biden”, para que levanten su imagen; mientras la familia Hernández, con 25 años trabajando, compra terreno, construye su vivienda, la cual es vandalizada con amenazas racistas para que abandonen el sector donde soñaron con vivir; sin que hasta el cierre de esta edición, les haya contactado el Consulado de México para ayudarlos en sus derechos.

Toda la prensa en inglés cubrió la noticia de los ataques racistas en muros y vehículos de la familia Hernández, acto que no solo es crimen de odio, invasión en propiedad privada, “pero ningún funcionario de Marcelo Ebrard se ha presentado a darles apoyo para que conozcan y hagan respetar sus derechos, pues trabajan muy duro, pagan impuestos y son propietarios del terreno”, según allegados a la familia que los han visto trabajar incansablemente en el sueño de su vida: tener la casa que por generaciones han añorado y por la cual emigraron a EU.

Amigos de los Hernández dicen que desde que se fueron los periodistas que difundieron ampliamente el reportaje, los Hernández con familiares, rápidamente cubrieron las pintas en los muros: “Mueran mexicanos” y varias más ofensivas, y ya no se quedaron a pernoctar en el tráiler camper que ocupaban estacionado en un jardín adyacente.

Al ver que el 12 de julio de 2021, periodistas de FOX, CBS, ABC y varios canales más llegaban con sus cámaras a transmitir en vivo, las pintas en las recién construidas paredes de lo que será la nueva casa de los Hernández, familia mexicana que todo lo que anhelaba es cumplir el sueño americano, amigos y vecinos mexicanos se han acercado a “ofrecernos apoyo, a despintar los letreros racistas de las camionetas y muros, explica un familiar pidiendo no ser publicado de su nombre ni su cara”.

 

Pero irónicamente, hoy “Martes 13” la casa está abandonada, con materiales y herramienta tirados por doquier, como un testigo mudo del odio racista que todavía existe en algunas zonas rurales de Georgia, donde mal interpretan el progreso y duro trabajo de los mexicanos, con el acusarlos de narcotraficantes de algún cartel, para justificar los ataques y robos de las que son víctimas.

Otro mexicano se acercó a este corresponsal cuando recorría la construcción por fuera, diciendo que ahí quería ver a la gente que dirige Marcelo Ebrard, “enlodándose los zapatos con nosotros y enfrentando a los racistas, pero no lo hacen, ni lo van a hacer, pues nos venden los servicios consulares y la ayuda a los mexicanos más sufridos, que sostenemos a nuestras familias en México que son de las que abusa López, la maquillan con su manipulada retórica de la 4T que son intereses políticos.

“La familia Hernández tiene derechos, algunos son residentes legales, pagan impuestos desde hace décadas, es injusto que, por ignorancia y falta de apoyo, se vean forzados a abandonar el lugar sin luchar por su propiedad y tenemos que hacer que les respeten sus derechos y su seguridad”, explicó. Advirtiendo que si algo semejante le hubiese pasado a un ciudadano blanco o afroamericano ya habrían detenido a los responsables, pues no es la primera vez que la familia Hernández es víctima de robo y ataques racistas.

“Es injusto, es injusto, decía la mujer a su lado, que interrumpe abruptamente reclamando que en el gobierno de México no saben lo que significa esa casa para los Hernández, pero está bien que no vinieron los del Consulado, aquí estamos como siempre el pueblo…, los pobres, a los que López Obrador usa para la foto y sus discursos y luego nos destierra humillándonos como esclavos a los que nunca ayuda, pero bien que le interesa nuestro dinero que enviamos”.

Con lágrimas en los ojos y bastante alterada, la madre saca todos sus sentimientos… “la mujer inmigrante mexicana también se chinga, tengo 18 años limpiando casas de día y de noche limpio la mía”, advierte que si el presidente López no quiso vernos la cara cuando vino con Trump, nos tienen abandonados, por lo que dice que es evidente que tampoco el elitista Ebrard nos ayudará pues no ha hecho nada, “no se para en los consulados ni ha visitado a la comunidad, tienen a los medios locales en español manipulados para que no informen la verdad, para eso si hay presupuesto”.

“Yo le limpiaba la casa a una funcionaria consular y por lo que me decía, el pueblo de México, a través del gobierno, les paga la renta y sus gastos, pues me exigía recibo y no es justo que estén aquí de vacaciones, están por nosotros y no hacen nada por ayudarnos”, explico muy alterada.

 

Las constructoras nos regalan materiales sobrantes y así construimos estas casas

Hay muchos contratistas de la construcción, mexicanos principalmente, que viven en el sector, donde los terrenos están baratos entonces llegan, los mexicanos, los compran y con los materiales que les sobran de las obras en las que trabajan, construyen sus propiedades, como es el caso de la familia Hernández.

El contratista que conoce a los Hernández, explica que en las obras grandes las constructoras americanas siempre compran materiales “de sobra”, para no tener a la gente “parada” y tener que pagarles tiempo extra, “entonces es una práctica común que nos regalan el ladrillo, la arena, madera y muchos materiales, muchos hemos construido nuestra casita de esa forma”, explica.

Si se va por esa calle va a encontrar la entrada de una casa que tiene la bandera de EU y de México, para dar a entender a los vecinos “cuellos rojos”, (sobre nombre que se usa en el ingles para llamar a la gente blanca que habita en áreas rurales y que algunos son muy cerrados de mente, “red necks”) que hay en las familias personas con ambas nacionalidades.

El vecino dice que algunos oficiales que llegaron con el alguacil, les recomendaron alejarse un tiempo como medida de seguridad debido a que la obra no esta concluida en su totalidad, la barda no ha sido terminada y es fácil que alguien se meta y los afecte.

Cientos de mexicanos y salvadoreños llegan a radicar a esa área por lo barato que es Conyers, donde mucha gente reconoce lo importante que es su mano de obra en el crecimiento del sector. En la oficina del Sherif de Rockdale explicaron que el sheriff, Eric Levett, estaba en el momento ocupado investigando el caso, pero que cuando se tenga la identidad de los responsables que vandalizaron la casa de los Hernández serán llevados a corte de la ley.

Los mexicanos que viven en el sector están unidos en grupos de redes sociales para cuidarse y alertarse en caso de emergencia dado que a los Hernández, no es la primera vez que les atacan, ya en ocasiones anteriores, les han robado herramienta, materiales, vandalizado su construcción.

Comenta que desde que los Hernández se decidieron a comprar el terreno y fincar su vivienda, es porque se sienten seguros, son padres y abuelos de ciudadanos americanos y les entristece que pagando impuestos al igual que todos, no sean tratados como un vecino más.

Les propusieron que envíen cartas documentando los hechos al gobierno federal para que los ataques sean considerados como “crímenes de odio” y el FBI habrá una investigación, detalles de los que no les hablaron los oficiales que hicieron el reporte policial.

 

Estudio hecho por el Gobierno federal

Un catedrático de una prestigiada universidad en Georgia, entrevistado por el corresponsal de Siempre, dice que participa junto con 20 universidades en un estudio social a petición de la Casa Blanca; “no puedo hablar del proyecto, pero se nos pidió la investigación”, advirtiendo que la administración Biden “no quiere que se repitan los crímenes de odio a manos de policías suscitados en la administración Trump en la que algunos policías eran jueces y verdugos”.

Precisa que el caso de los Hernández se asemeja al famoso caso de Mississippi cuando activistas afroamericanos fueron intimidados de múltiples formas, incluidas leyendas racistas en los lugares donde vivían, y tras de su desaparición y muerte, el presidente John F. Kennedy envió cientos de agentes del Buro Federal de Investigaciones hasta encontrarlos, (lamentablemente sin vida), historia que motivo la película “Mississippi en Llamas”.

La epidemia de las armas combinada con el odio racial son la verdadera enfermedad de los Estados Unidos y es precisamente en comunidades pequeñas y medianas que en ocasiones algunos guardianes de la ley son racistas.

Muchos ignorantes de manera equivocada usan el argumento de que si ven progresar a algunos mexicanos es porque andan en el negocio de las drogas y lo usan de argumento, pero el estudio que se hace, es intenso, interesante porque revela que “para que Estados Unidos sea el principal consumidor de drogas en el mundo es porque también hay carteles protegidos por algunos policías corruptos, pero no digas eso en la historia” corrige.

La actual Administración sostiene que insistirá en el estudio concienzudo y preciso porque la manera en que se hará mas eficiente a los cuerpos policiacos no es solamente limitándoles los recursos económicos, es haciendo pruebas psicológicas, de confianza y temperamento de los aspirantes a ser uniformados, aspecto en el que hay mucho interés.

El catedrático con maestría en psicología dice que para que los uniformados respeten a las minorías: afroamericanos, asiáticos y mexicanos necesitan ser seleccionados no solamente por sus antecedentes, sino por evaluarlos, pues muchos esconden el racismo y lo sacan cuando pueden desquitarse.

La Casa Blanca dejó muy claro cuando solicitó la investigación de los expertos, que antes de tocar los fondos de los presupuestos de los cuerpos policiacos en Estados Unidos, todos deben ser evaluados y mantenerles vigilados pues los policías son susceptibles a amenazas, posibles sobornos y muchas presiones externas, dice.