Cada día es mayor el número de la población que menciona que se percibe cada vez más perdido, confundido, extraviado, incoherente al inquilino de Palacio. Por más que busque ocupar los espacios disponibles de una mal diseñada campaña permanente mediática que busca copar todos los días, todos los horarios, y no solo en las mañaneras; la sobreexposición ya cansó, ya hartó a la gente y dentro de tanta palabrería son frecuentes las contradicciones y dilates, como cuando pretendiendo mostrarse como víctima expone al descrédito a su esposa, repitiendo una sarta de improperios e injurias que supuestamente fueron producidas en Twitter por un ciudadano resentido y vulgar. La injuria que había pasado desapercibida para la gran mayoría de los mexicanos vuelve a agraviar a su esposa al ser repetida pero ahora por el Presidente de México y en cadena Nacional.

El detentador del poder, se percibe desconcertado, porque ahora busca distractores en el escándalo, sin percatarse que le falta el respeto a su esposa, en fin nadie escapa a la calumnia ni difamación cuando de la mañanera se trata.  El presidente, esta extraviado en su palacio, dando vueltas, sin encontrar la salida y regresando al punto de partida, no solo en la crisis sanitaria, también en la grave complicación económica, en la crisis de seguridad, y ahora ordena investigar a 31 investigadores universitarios, por Delincuencia Organizada, de plano no tiene remedio.

El presidente había declarado que desconocía el tema de la investigación en torno a la presunta corrupción en la comunidad científica del CONACYT; y posteriormente dijo que la directora de este organismo, le entregó un reporte sobre las acusaciones que hizo en contra de los investigadores, llego a decir:  “los del Conacyt tenían una asociación civil, un grupo de investigadores y se iban a congresos y se les tenían que pagar del presupuesto hasta para sus lujos. Como tenían mucha influencia, buenas agarraderas y buenas relaciones con los medios, con la intelectualidad orgánica, era como un chantaje y se le tenían que entregar los fondos”.

La Ley Federal contra la Delincuencia Organizada establece:

Artículo  2o.-  Cuando  tres  o  más  personas  se  organicen  de  hecho  para  realizar,  en  forma  permanente o  reiterada,  conductas  que  por  sí  o  unidas  a  otras,  tienen  como  fin  o  resultado  cometer  alguno  o  algunos de  los  delitos  siguientes,  serán  sancionadas  por  ese  solo  hecho,  como  miembros  de  la  delincuencia organizada:

Terrorismo, Acopio  y  tráfico  de  armas; Tráfico de personas, Tráfico  de  órganos; Corrupción  de  personas  menores  de  dieciocho  años  de  edad; Delitos  en  materia  de  trata  de  personas,  Delitos  en  Materia  de  Secuestro, Contrabando;  Defraudación  fiscal, Contra  el  Ambiente.

Cuando la Fiscalía General de la República solicitó a un Juez Federal la orden de aprehensión en contra de los 31 investigadores y le fue negada, insistió que no se daría por vencido; sería interesante poder conocer en qué acción delictiva se encuadran las conductas de los investigadores al realizar su labor de investigación y docencia.

Paradójicamente durante los primeros 30 meses de la presente administración (de diciembre de 2018 a mayo de 2021) se han iniciado en el país 72 mil 892 expedientes por homicidios dolosos, con 86 mil 370 víctimas. Y los carteles de la Delincuencia Organizada no han disminuido su actividad ni en caso de pandemia; se evidencia que el presidente tiene otros datos, y ordena al autónomo Fiscal General que investigue y acuse a los investigadores por haber asistido a congresos internacionales, ahora resulta que ser docente e investigador puede ser considerado como actividad delictiva.