Hoy, pobreza, improductividad… inflación.

Lo he escrito en ejemplares anteriores de esta columna y páginas de su revista Siempre!. La inflación en México, al igual que en buena parte del mundo, ya deja de ser temporal, de corto plazo, para volverse de largo plazo (hasta el lustro 2025-2030). Dependerá de la productividad de cada nación. México tiene todo para ser una nación altamente productiva, pero que además mejore sus niveles de productividad por su relación íntima con su región natural, Norteamérica.

México se niega a la productividad en aras de un pensamiento regresivo, revisionista, retrógrado.

Pero, ¿qué pasa en todo el mundo? ¿Por qué un inflación que se esperaba temporal, lógica después del aletargado 2020 de lentitud de muchas actividades, no logra ser abatida en este 2021, y difícilmente en 2022?

El momento que vivimos en la contingencia global por la pandemia, genera además ciertos desequilibrios, graves me permito afirmar, que el mundo no calculó a principios de este año. Cito los más evidentes:

  • Una natural presión inflacionaria por el lado de la oferta, derivada del súbito despertar de las economías de todo el mundo, que se abalanzaron al mismo tiempo por las mismas materias primas: petróleo, gas, trigo, sorgo, soya, maíz, ganados, frutas.
  • Se reactivaron con violencia una serie de industrias y servicios. Por ejemplo la industria automotriz, que a su vez demandó chips, semiconductores, acero, y otros materiales, materias primas, bienes intermedios, que comenzaron a correr las presiones de precios por todas las cadenas de valor.
  • Despertamos del letargo 2020, después de la experiencia vivida sin vacunas y con pandemia, con nuevos propósitos en mente.
  • Por ejemplo, como negocio y ante el cambio climático que ya es evidente, deciden consumidores y productores, presionar la producción de automóviles no contaminantes, o vehículos. Esto por sí solo, sin contar otras cadenas de valor, generó nuevas presiones en la demanda por chips y semiconductores, escasez de los mismos, alza de precios, suspensiones parciales o temporales de cadenas de valor, lo cual a su vez encarece los productos intermedios y finales. Pero ahora esa inflación contagia a otras cadenas de valor no contempladas en un principio.
  • Si la inflación va de la mano con aumento de productividad y suficientes factores de producción, como por ejemplo mano de obra capacitada, robots en otras cadenas, entonces la inflación será temporal y en un plazo de tres a seis meses se comienza a reabsorber, debido a la misma productividad que intrínsecamente reordena todas las variables de la economía.
  • La verdad es que no se midió adecuadamente que la mano de obra capacitada ya no estaba disponible para ser contratada al momento de la reactivación. Millones de trabajadores desempleados en 2020 no se sabe dónde quedaron. Tal vez se desplazaron a nuevos empleos, desarrollaron sus propios negocios, se integraron a la economía informal, o al narco. Difícilmente lograremos que en los próximos dos o tres años regresen a sus oficios originales.
  • Al mismo tiempo naciones de América Latina, Canadá, Australia, Alemania, Francia, pero sobre todo EE. UU., generaron tales volúmenes de liquidez en la economía para compensar a los desempleados y desamparados por la pandemia, que provocaron un bienestar artificial temporal pero efectivo. Se generó gran poder de consumo disponible, que se canalizó a múltiples y nuevas partes de la economía: pantallas gigantes, computadoras y celulares de alto costo, vehículos nuevos y compra-venta de usados, nuevas líneas y servicios de alimentos, al tiempo que las cadenas de restaurantes ofrecieron nuevos productos y servicios, hasta nuevos modelos de servicios como las dark kitchens.
  • El bienestar inducido estadounidense impactó en parte a México, dado que aquella nación demandó más satisfactores de nuestro país.
  • Al tiempo se desarticularon ciertas cadenas mexicanas como la de logística. Obvias razones. Marchas forzadas con infraestructura limitada para satisfacer mercados no contemplados.
  • En el mundo se innovó y de qué manera. En silencio. Nuevas medicinas, más hospitales, laboratorios llamémosles PyMEs que como cualquier empresa colaboraron entre sí, por la web, se mandaron códigos genéticos, códigos de nuevos equipos, algoritmos, blockchains, aprovecharon la IA, y así con rapidez produjeron desde mascarillas, ropa, calzado higiénico, nuevas generaciones de respiradores artificiales para zonas covid-19, y sobre todo, mucha investigación en búsqueda de innovaciones para encontrar el primer becerro de oro: vacunas eficientes contra el Coronavirus producidas con la velocidad que nunca nos imaginamos. Menos de año y medio para comenzar su distribución masiva. Histórico, aún no valorado ni evaluado por la humanidad, porque seguimos sumidos en la pandemia.
  • De la mano insisto, surgieron nuevas medicinas para el corazón, pulmones, cerebro, accidentes científicos que llevaron a nuevas medicinas que retrasan el Alzheimer, mejoran las condiciones del mal de Parkinson.
  • A distancia y en el encierro se avanzó y generaron nuevas energías como las nuevas baterías eléctricas para los automóviles E, la energía de hidrógeno verde.

Con todo y pandemia, encierro y desempleo, la humanidad avanzó, ideó, innovó, los seres humanos nos reinventamos. Al mismo tiempo avanzó la pobreza de forma espectacular en América Latina, también en Asia, y qué decir de la siempre olvidada África.

 

La Inflación llegó para quedarse.

Mientras que EE. UU. vivía querellas políticas e ideológicas históricas, millones de estadounidenses se dedicaron a trabajar aún desempleados, a investigar, a estudiar, a innovar.

En México hemos perdido valioso tiempo de millones de mexicanos que siguen sin conseguir empleo.  Agregue usted las batallas infructuosas del gobierno federal por defender al presidente en una cruzada absurda por “El Progreso Rumbo al Futuro del Pasado”. Sazone lo anterior con la aversión por el conocimiento y la ciencia. Estigmatice y escandalice. Así se crea un caldo de cultivo ideal para la polarización.

 

¿Y el Presupuesto 2022?

Bien gracias.El presupuesto federal 2022 destina los mayores recursos a las obras faraónicas federales, que generarán empleos mal pagados, de baja capacitación, que no serán de largo plazo, perjudicarán a los ecosistemas regionales, con creación de productividad mínima. Estas obras abogan mucho en favor de idearios obsoletos, se oponen en todo a las condiciones que demanda el México del siglo XXI.

El resto del presupuesto se irá a Fuerzas Armadas, así como a distribución directa de ingresos a población deprimida, que no es inversión sino gasto-costo social, que es improductivo para la sociedad y comunidades; pero es altamente benéfico en términos electoreros para AMLO.

Algo queda para otras infraestructuras, en poco se solicita la participación de la IP o IED. No piensan esas inversiones en la educación o en un gran sistema de salud universal. No. El resto del presupuesto se centrará en lo de costumbre, gasto corriente.

¿Atraer inversión asiática que salga de China para que se reubique en México? ¿Para qué? No hay prisa, Es lo de menos, si contamos con un Canal Transístmico. ¿Coordinarnos con EE. UU. y Canadá? Para qué si debemos concentrar más y más energías rumbo a América Latina. Además ahí está China para invertir en trolebuses, ¿qué no?

El Presidente ya lo dijo: tengo todo calculado para concluir mis obras en 2023, finalizar mi gobierno en el 2024, y desconectar mi teléfono, redes y correo de ahí en adelante.

El problema es de aquí a que se vaya en diciembre de 2024.  Hoy por hoy el problema grave lo baila Banco de México. Se llama inflación.

 

¿Por qué preocuparse tanto por la inflación?

  • Inflación sin productividad, ni eficiencia, no desaparece ni apretando las tuercas de la política monetaria y fiscal de que dispone Banco de México.
  • Inflación sin productividad se retroalimenta, aumenta costos, termina por generar desempleo… y además, más inflación y pobreza. Ese baile ya lo bailamos los mexicanos en los años 80 del siglo pasado. La verdad, no nos gustó.
  • Las empresas grandes seguirán exportando mucho a EE. UU., pero la productividad plana mantendrá los precios altos.
  • La escasez de materias primas, la inexistencia de otras como semiconductores, contenedores, presionan más y más a los precios.
  • La mano de obra en México también se desplazó. Hay carencia de mano de obra capacitada en más de una cadena de valor.
  • Hay más consumo pero sin dinámica productiva. Esta situación genera más inflación. Así de sencillo. La inflación subyacente es insistente. No se va a ir de la noche a la mañana. Porque además el cambio climático genera exceso de lluvias donde no debe, y sequías donde se necesita el agua de antaño.
  • Además las empresas de gran tamaño se han preparado para en el largo plazo (de aquí al 2030), adoptar nuevos modelos de negocios amigables con el medio ambiente, que tiendan a ser circulares, sostenibles, responsables, híbridos. Es decir, parte del trabajo a distancia, parte en oficina. Tanto por costos como por comodidad de sus colaboradores.
  • Las empresas grandes y medianas grandes mexicanas y extranjeras que operan en México sí aprovecharán las grandes inyecciones de liquidez (aprox. 3.5 trill USCy) de la economía de EE. UU. para infraestructura moderna, telecomunicaciones, cibernética, y bienestar del ser humano, más 806 mil millones de Euros del “Fondo Nueva Generación” de la UE, que también nos impactará a nosotros. Todo en conjunto demandará de México insumos, materias primas, productos, bienes y servicios, que tienen que prepararse para poder ofrecerlo a los socios del T-MEC. Entonces crecerá mucho la economía electrónica, digital, eléctrica, automotriz, autopartes, nuevas economías aeroespaciales, aeronáuticas, sume todas las cadenas agrícola intensiva y agroindustrial.

Por desgracia toda esa presión del exterior generará nuevos ajustes de precios hacia afuera, y regresarán hacia adentro con más inflación provocada por las importaciones.

 

La Normalización de la Política Monetaria de la FED.

Es ya un hecho. Hay fechas, calendarios y una idea de cuándo volverán a subir las tasas de EE. UU. Acá tenemos que continuar con el alza en tasas del Banco de México, por varios motivos claros y muy negativos: la redistribución de la mano de obra desfasó la productividad de muchas empresas, al tiempo que de nuevo comienzan a caer los indicadores de empleo. Para el mes de agosto el empleo total bajó en México. Ahora y a decir de David Kaplan, Economista del BID, el déficit de empleos es de 1,776,930 personas desde el inicio de la crisis. Aumentó en otras palabras el desempleo.

En el caso de hombres el déficit de empleos calculado es de 276,201; para el caso de mujeres 1,500,729.

La formación bruta de capital fijo continúa en números negativos, cuando un país como México debería atraer más y más inversión nacional y extranjera efectiva, productiva.

Además con las nuevas cadenas de valor por infraestructura que se desarrollarán en EE. UU., acá ya deberíamos iniciar el desarrollo de cadenas concretamente en medicina, farmacología, farmacobiología, instrumentos médicos, biotecnologías.

Existen otros impactos que deberemos calibrar para la inflación mexicana, como el cambio de reglas para buena parte de la economía china. Algunos le llaman la incorporación de la mano dura comunista política, en la hasta ahora relativamente libre economía de mercado de algunos segmentos productivos de aquel país. Parece que va a cambiar radicalmente esa tendencia.

En resumidas cuentas: Para México la inflación llegó para quedarse. Son muchos factores nuevos que surgieron a raíz de la pandemia, que tienen que ver con que la mano de obra, la pandemia, la productividad, y el salto cuántico tecnológico, son en suma demasiados, para contenerlos con una política monetaria central diseñada para los ritmos de cambios y modelos económicos del siglo XX.

El siglo XXI llama a nuevos modelos económicos y de negocios, que ya surgen. Falta que se generalicen en toda la extensión de las cadenas de valor locales, regionales y globales.

Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 35 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos, impresos, digitales, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EE. UU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno.

 

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