Carlos Hernández Torres (1)

 

Algunos tropiezos al comienzo de la ruta 2022-2024

Esta semana se difundieron dos noticias que parece que no son un buen comienzo para la oposición en la ruta 2022-2024. La primera, publicada en el diario Reforma, fue encabezada con el título “Da PAN por perdidas 5 de 6 gubernaturas para 2022” (2), mientras que la segunda se publicó en LaPolíticaOnline con el título “Claudio X. lanza un nuevo grupo de activistas anti-AMLO para operar en las elecciones de 2022” (3).

Respecto de la primera y con el propósito de aclarar que esa afirmación fue publicada fuera de contexto, Marko Cortés, presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), concedió una entrevista al periodista José Cárdenas (4), en la que afirmó que “… es un audio cortado, manipulado; sin embargo, es real… en todas las encuestaslas publicadas, el único estado en donde el PAN, aún sin candidato, aún sin campaña, aún sin coaliciones, el único estado en donde está claramente consolidado el triunfo del PAN es el estado de Aguascalientes y, tal cual, como lo dice el audio, las gubernaturas de Hidalgo, Tamaulipas, Quintana Roo, Oaxaca, están complicadas…”

En cuanto a la segunda, el diario destaca que “Claudio X. González está organizando un nuevo grupo de corte ciudadano que promete poner en funcionamiento en las elecciones estatales del 2022. Se llama «Ciudadanos al Rescate de la Nación», o sea, «Cirena» y apunta a lograr una operación territorial y en redes sociales para concientizar sobre los «errores» de la 4T. En la planificación de Claudio X., el grupo debe ser menos vistoso que «Frena» pero más efectivo en su operación política, fundamentalmente en sectores de clase media baja que no reciben dadivas del Gobierno y comienzan a ver resentida su economía. El plan es reclutar miembros antes de fin de año en CDMX, Guadalajara y Monterrey con la meta de llegar operativos a las campañas del 2022 donde se ponen en juego seis entidades”.

Sin lugar a dudas, las declaraciones del presidente del PAN, independientemente de las circunstancias en que se dieron a conocer, son muy desafortunadas y parecen un juicio a la ligera, basado en encuestas publicadas, de lo que puede ser el escenario probable de las elecciones de gobernadores que se llevarán a cabo el próximo año.

Por otra parte, la propuesta de una propuesta anti la 4T parece disonante con el lenguaje positivo que se ha tratado de imponer al contexto de las contiendas electorales. La sociedad mexicana reclama, cada vez con mayor insistencia, que se ponga el énfasis en construir una propuesta inclusiva de gobierno que reconozca, en primer lugar, los avances que sus ciudadanos han logrado sin depender de dádivas,  como resultado del esfuerzo y del trabajo de muchos años, evidenciado con el progreso social y económico de muchas familias mexicanas, aunque reconociendo que todavía son muchos los rezagados y excluidos de ese progreso, que deben ser atendidos con urgencia antes de que se pronuncien aún más las diferencias.

La experiencia de estos últimos tres años en lo que nos hemos distraído en discusiones maniqueas entre buenos y malos, subrayando los defectos y deficiencias del contrario, y que solo en contadas ocasiones se han traducido en beneficio de todos, han creado el ambiente de confrontación y de polarización en el que estamos inmersos, que no va a llevarnos a un buen final.

Lo que a los ciudadanos nos interesa no es conocer los vicios y virtudes de unos y otros, sino que más allá de los discursos y de las buenas intenciones y de los marcos teóricos, se recojan e incorporen nuestras preocupaciones y aspiraciones en un plan de gobierno arraigado en la solución de los problemas más apremiantes y que detalle cómo puede transitarse de los dichos a los hechos bajo la supervisión ciudadana, como ya se ha hecho en temas centrales para el interés nacional.

 

Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo: Albert Einstein

Analizando La Lógica Y La Estrategia Implícitas En Las Notas comentadas, si retrospectivamente se hubieran aplicado en la Ciudad de México, la oposición no hubiera obtenido el triunfo contundente alcanzado en la capital del país, puesto que las encuestas publicadas señalaban como claro favorito en todas las alcaldías a la alianza gobernante, en tanto que no fueron los sectores de clase media baja los que dieron el triunfo a la oposición sino, de acuerdo a los datos del último Censo de Población y Vivienda del INEGI y a los resultados publicados por el INE, como ya se ha documentado (5), la población que vive en las zonas de la ciudad donde predominan las viviendas con mayor acumulación de bienes y con más escolaridad, fue la que votó preferentemente por la oposición, logrando el triunfo en 9 de las 16 alcaldías capitalinas en las que se ubican.

Basarse en los resultados de las encuestas y en mensajes en redes sociales probó ser una estrategia, además de costosa, limitada para movilizar a los ciudadanos a acudir a las urnas, puesto que en 291 de los 300 distritos electorales y en 87 por ciento de las más de 163 mil casillas instaladas en el país, el número de ciudadanos que no votó en la elección de diputados federales superó a las cifras alcanzadas por el partido ganador en cada una de ellas.

Ante estos datos, de poco sirven los argumentos que tratan de matizar los resultados comparándolos con la elección intermedia de 2015, puesto que en esta no se eligieron 15 gobernadores, no hubo alianza de partidos como ahora y las organizaciones empresariales y sociales no destinaron cantidades significativas de todo tipo de recursos para promover el voto contra el gobierno de la 4T. La pérdida frente a Morena de 11 de 15 gobernaturas tampoco es el resultado esperado y la tasa de abstención comparada con las elecciones de 2018 subió 10 puntos porcentuales respecto a la Lista Nominal.

 

Conviene revisar el modelo de movilización: empleado y las premisas en que descansa

Desde el punto de vista estratégico, parece que hay algunas premisas discutibles respecto a la forma como ahora pretenden movilizar a los ciudadanos para cambiar el panorama político electoral del país, a saber:

  • Las encuestas no tienen el valor predictivo que se les atribuye, como demostró la proyección basada en la denominada encuesta de encuestas de la firma Oraculus que sobreestimó el número de diputados federales que obtendría la alianza Juntos Haremos Historia, como muestra la impresión de pantalla de su sitio web:

Fuente: Oraculus. https://oraculus.mx/diputados2021/

 

  • Da la impresión del discurso utilizado que se supone que los resultados alcanzados son una respuesta favorable de los ciudadanos a la organización que promovió la alianza opositora y a los partidos que la integran, cuando los datos duros muestran que, a nivel nacional, Morena no es la aplanadora que tratan de retratar las casas encuestadoras, ya que más de 4 de cada 5 posibles electores no votó por ese partido y ni que decir de los partidos de la alianza opositora, pues 9 de cada 10 ciudadanos que podían votar no les dieron su voto, en tanto que 98 de cada 100 no favoreció al PRD.
  • Parece insistirse en un enfoque cupular en el que un grupo reducido de ciudadanos y las directivas de los tres partidos de la alianza opositora, intentan definir la agenda nacional y, a partir de lo que determinen sus filiales en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, fijar la estrategia para las elecciones de gobernadores de 2022 en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, como si sus ciudadanos no tuvieran nada que decir.
  • Puesta la mira en el 2024, con este planteamiento pareciera que no se valora la importancia relativa de estos comicios, puesto que las seis entidades están gobernadas por la oposición y si se pierden frente a la 4T, como ocurrió el pasado mes de junio en 11 de las 15 gubernaturas en luego, la alianza gobernante podría llegar en 2023 a la elección de Coahuila y del Estado de México, con 23 o 24 de las 32 entidades federativas del país.
  • Ni Sí por México ni los partidos de oposición cuentan con capacidad de movilización territorial en las entidades en que habrá elecciones en 2022 y no parece que vayan a ser suficientes los influencers de redes sociales, memes llamativos, o las predicciones de las principales encuestadoras, para movilizar a los ciudadanos a acudir a las urnas en estos estados caracterizados por elevados niveles de abstención.
  • Da la impresión de que no se ha reconocido que el principal enemigo a vencer, que ha favorecido a la 4T y dado lugar a buena parte de las anomalías que sufre nuestra democracia, es el abstencionismo, especialmente el de los ciudadanos de las zonas urbanas con más bienes en el hogar y más escolaridad, de los cuáles casi la mitad no vota. Es en este grupo y no en el universo de votos que se disputan los partidos, ni en el territorio de los Siervos de la Nación, en donde se puede recuperar el equilibrio democrático.
  • Los partidos de la alianza y las organizaciones que los apoyan siguen confiando en lo que dicen las casas encuestadoras y no han querido aprovechar la riqueza de la mayor encuesta que se puede obtener sobre las intenciones de voto que hay el día de hoy en México, levantada por el encuestador electoral más importante del país: el Instituto Nacional Electoral (INE). En junio pasado, este órgano ciudadano imparcial instaló más de 163 mil casillas en todo el país y recabó las preferencias electorales de poco más de 43 millones de ciudadanos. Difícilmente habrá cambios importantes en estos patrones en los próximos meses, ni siquiera por la designación de candidatos. Lo fundamental es entender que el desafío más importante que enfrentamos es recuperar el control de nuestro destino, acudiendo a votar por lo que queremos y a lo que aspiramos: el voto fuera de la urna solo favorece que alguien más decida por nosotros.

Tomando en cuenta todo lo anterior, se puede pensar que llegó la hora para que los ciudadanos, en forma independiente de los partidos y de las organizaciones, aprovechemos la riqueza de la información captada por el INE y la potencia de las herramientas de la denominada ciencia de datos, para construir conocimiento estratégico que nos permita diseñar estrategias de movilización del voto más eficaces en las entidades que elegirán gobernador en 2022, a partir de un modelo ciudadano apartidista,  construido de abajo para arriba, que podría ajustarse  en las elecciones de Coahuila y del Estado de México en 2023, para perfeccionarse y escalarse en 2024.

Que en las pasadas elecciones del mes de junio, en 90 por ciento de las casillas y en 291 de los 300 distritos electorales haya triunfado la abstención, confirma que la estrategia general de movilización basada en encuestas de voto útil y redes sociales fue limitada. En contraste, la movilización en la calle para atraer a la clase media en la Ciudad de México provocó un resultado histórico. Estas son para mí las dos lecciones más importantes de lo sucedido en junio que hay que aprovechar para el futuro.

En un entorno sin dominancia clara de los partidos y de las alianzas contendientes, con elevada abstención, el resultado será incierto por lo que debemos aprovechar el conocimiento adquirido por sección para saber a quién, dónde y cómo hay que movilizar a fin de recuperar el equilibrio democrático, con un modelo basado en acciones locales de empresarios, académicos, organizaciones sociales y empresariales, así como de ciudadanos distinguidos, entendiendo los motivos y razones por las que no votan y con una narrativa adecuada a cada caso.

 

El INE tiene otros datos

Como se comentó anteriormente, la premisa utilizada por el presidente del PAN para evaluar las oportunidades de triunfo de su partido en la elección de gobernadores de 2022, parece inadecuada puesto que un primer análisis de lo sucedido en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas en la elección de diputados federales celebradas en junio pasado, nos permite sacar las siguientes conclusiones:

  • En 47 por ciento de las 9,287 secciones electorales federales correspondientes a estos seis estados, el partido o alianza ganadora no fué dominante, puesto que alcanzó un margen de victoria menor a 5 puntos porcentuales de la lista nominal de la sección, con un nivel promedio de abstención para todas las entidades de más del 48 por ciento. En algunas secciones, las alianzas obtuvieron decenas de votos con diferencia de unos cuantos entre el primero y segundo lugar, mientras la cifra de abstención se aproximó a las mil unidades.
  • En el estado de Aguascalientes, que según las declaraciones del presidente del PAN las encuestas publicadas dan un triunfo seguro a su partido, en dos terceras partes de las 622 secciones electorales la alianza ganadora no fué dominante y el nivel de abstención superó el 54 por ciento, por lo que si algo puede afirmarse es que el resultado es impredecible y que, si no se eleva la participación ciudadana, puede favorecer a la 4T, como ocurrió en varias de las elecciones de gobernador realizadas este año.

Si resumimos los porcentajes de secciones totales sin dominancia de ninguna de las alianzas y con elevados niveles de abstención, los resultados en las entidades federativas con elección de gobernador en 2021 son los siguientes:

  • Aguascalientes (PAN): 67% de las secciones sin dominancia con un promedio de abstención de 54%
  • Durango (PAN): 56% de las secciones sin dominancia con un promedio de abstención de 61%
  • Hidalgo (PRI): 59% de las secciones sin dominancia con un promedio de abstención de 57%
  • Oaxaca (PRI): 31% de las secciones sin dominancia con un promedio de abstención de 51%
  • Quintana Roo (PRD): 9% de las secciones sin dominancia con un promedio de abstención de 56%
  • Tamaulipas (PAN): 63% de las secciones sin dominancia con un promedio de abstención de 51%

De estos resultados se desprende que, salvo en Oaxaca y Quintana Roo donde parece haber una alta probabilidad de que Morena gane las gubernaturas, en los demás estados la movilización ciudadana será determinante de quién será el ganador.

 

Nunca es tarde para empezar

Una de las premisas para el diseño de las estrategias electorales de la oposición para la elección de diputados federales era que la abstención debería reducirse porque en 2018 había favorecido a la 4T que, con apenas un tercio de la Lista Nominal, alcanzó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados. Sin embargo, al analizar su comportamiento en la reciente elección de diputados federales puede concluirse que la estrategia utilizada para movilizar a los ciudadanos a votar copiosamente, tuvo alcances limitados, como ya se dijo.

La coincidencia de elecciones federales con elecciones locales pudo haber influido en el resultado puesto que, al final del proceso y una vez seleccionados los candidatos a diputados federales y a puestos de elección locales, la dinámica de estas últimas puede haber relegado a un segundo plano la elección de los diputados federales la que, generalmente, resulta de poco interés en las elecciones intermedias. Más que una estrategia general armonizada para promover mayor votación en la elección de diputados federales, pareció prevalecer la lógica de los equipos de campaña locales y el llamado al voto útil por sus candidatos, antes de asegurar el voto en la urna.

Otro aspecto que pudo haber influido en el escaso éxito que tuvo la campaña de movilización del voto empleada por la oposición, las organizaciones de la sociedad civil y el empresariado, que debe analizarse para mejorar, es que se dio más peso a las encuestas y a las campañas en redes sociales que al conocimiento estratégico y a la inteligencia territorial que se habían desarrollado a partir del análisis detallado de las elecciones previas, con los que se tenían identificadas las regiones, distritos y secciones, así como los segmentos de la población más propensos a abstenerse, incluidas las clases medias urbanas con mayor acumulación de bienes en el hogar y mayores niveles de escolaridad, que si hubieran sido movilizadas en todas partes, como ocurrió en la Ciudad de México, podrían haberse obtenido mejores resultados. Los llamados a votar no reconocieron diferencias regionales ni distinguieron segmentos de población, predominando los de tipo general (vota para botarlos, vota y lleva a 5, etc.), lo que pudo restarles eficacia.

Las elecciones de alcaldes y gobernadores del próximo año presentan una gran oportunidad para dejar atrás estos modelos de promoción del voto, que no han dado los resultados esperados para despertar la conciencia ciudadana sobre la importancia y trascendencia de votar todas las veces que tenemos la oportunidad de hacerlo.

Tratándose de elecciones locales, los primeros interesados y responsables de asegurar un futuro de orden y progreso en sus comunidades, son sus habitantes, que lamentablemente con frecuencia dejan de acudir a votar para elegir a sus dirigentes, dejando que los partidos y otros grupos de interés definan la agenda y los candidatos. En estos ciudadanos habrá que enfocar los esfuerzos para elevar la participación ciudadana.

 

Notas.

  1. El autor: Carlos Hernández Torres. Master of Science (Mathematics), University of Toronto, Canadá, 1975. Matemático de la UNAM, 1973.
  2. Reforma/ Nacional. 1 de noviembre de 2021. Recuperado el 6 de noviembre de 2011, de https://www.reforma.com/da-pan-por-perdidas-5-de-6-gubernaturas-para-2022/gr/ar2289239?md5=bb20057475403f8c9b8264ca259dd116&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe&utm_source=whatsapp&utm_medium=social&utm_campaign=promocion_suscriptor
  3. LaPolíticaOnline. Recuperado el 6 de noviembre de 2021, de https://www.lapoliticaonline.com.mx/nota/138661-claudio-x-lanza-un-nuevo-grupo-de-activistas-anti-amlo-para-operar-en-las-elecciones-del-2022/
  4. José Cárdenas Informa. “Marko Cortés, Presidente Nacional del PAN, en entrevista con José Cárdenas Informa”. 3 de noviembre de 2021. Recuperado el 6 de noviembre de 2021, de https://www.youtube.com/watch?v=_5ncH5OeqQY&ab_channel=Jos%C3%A9C%C3%A1rdenas
  5. Hernández Torres, Carlos. “El regreso de la oposición”. Nexos. 1 de noviembre de 2021. Recuperado el 6 de noviembre de 2021, de https://www.nexos.com.mx/?p=62129