Cuenta la leyenda que en 1879 se instaló en México la primera planta generadora de energía eléctrica. Fue en León, Guanajuato, era utilizada por  “La Americana”, fabrica de textiles.

En 1889, la primera planta hidroeléctrica comenzó a trabajar en Batopilas, Chihuahua. Su distribución se extendió en mercados urbanos y comerciales. En el Porfiriato,  el sector eléctrico fue declarado un servicio público. En la Plaza de la Constitución se instalaron las primeras 40, lámparas y en la Alameda, 100. El Paseo de la Reforma fue la primera avenida iluminada de la CDMX.

En 1937, México tenía 18.3 millones de habitantes, de los cuales únicamente siete millones contaban con electricidad, proporcionada con serias dificultades por tres empresas privadas. Las tres compañías eléctricas tenían las concesiones e instalaciones de la mayor parte de las pequeñas plantas que sólo funcionaban en sus regiones. Las interrupciones de luz eran constantes y las tarifas elevadas.

El 14 de agosto de 1937, el General Lázaro Cárdenas creó la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Su objeto: organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, basado en principios técnicos y económicos, sin propósitos de lucro y con la finalidad de obtener con un costo mínimo, el mayor rendimiento posible en beneficio de los intereses generales.

El primer gran proyecto hidroeléctrico se inició en 1938 con la construcción de los canales, caminos y carreteras de lo que después se convirtió en el Sistema Hidroeléctrico Ixtapantongo, en el Estado de México, que posteriormente fue nombrado Sistema Hidroeléctrico Miguel Alemán.

En 1938 CFE tenía una capacidad de 64 kW, en ocho años, aumentó hasta los 45,594 kW. En 1960 la CFE aportaba el 54 por ciento de los 2,308 MW de capacidad instalada. Las  empresas Mexican Light el 25 por ciento, la American and Foreign el 12 por ciento, y el resto de las compañías 9 por ciento.

El 27 de septiembre de 1960, el presidente Adolfo López Mateos nacionalizó la industria eléctrica, a fin de aumentar el nivel de electrificación. En esa década la inversión pública se destinó en más de 50 por ciento a obras de infraestructura. Se construyeron  centros generadores, como el  de Infiernillo y Temascal, y se instalaron otras plantas generadoras alcanzando, en 1971, una capacidad  de 7,874 MW.

En 1991, la capacidad instalada ascendió a 26,797 MW. A inicios del año 2000, se tenía una capacidad instalada de generación de 35,385 MW, cobertura del servicio eléctrico del 94.70 por ciento a nivel nacional, una red de transmisión y distribución de 614,653 km, lo que equivale a más de 15 vueltas completas a la Tierra y más de 18.6 millones de usuarios, incorporando casi un millón cada año.

A partir de 2009, CFE es la encargada de brindar el servicio eléctrico en todo el país. En 2013 se promulgó la reforma energética y en el 2016 se dividió la CFE en 9 Empresas Subsidiarias y 4 Filiales e inician las subastas en el Mercado Eléctrico Mayorista. La política es de bronce.

@onelortiz

 

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