Entrevista con María Larriva Sahd, especialista en temas aeronáuticos

El Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), pese a las promesas presidenciales, sigue siendo una incógnita en cuanto a si será una solución a los problemas de saturación que vive desde hace décadas el Valle de México o se sumará a la serie de malas decisiones –como los atrasos en la definición del que sustituya al actual en la Ciudad de México– que se han tomado en la materia.

La primera controladora de tráfico aéreo, incorporda al sistema en 1976, y asesora en el proceso de planeación para contar con un nuevo aeropuerto para el Valle de México desde inicios del presente siglo, María Larriva Sahd, considera que estamos ante “un acto propgandístico por varios motivos”.

“Tenemos, al menos, 30 años en los que se sabe que ese lugar (Santa Lucía) no es un buen lugar para un aeropuerto civil, había una base militar con funciones claras, específicas y justificadas, como el Plan DN-IIIE o la capacitación de los pilotos militares, ante la cancelación de Texcoco, el presidente aún con información fidedigna y comprobable de que no era conveniente hacer un aeropuerto civil en ese lugar, toma la determinación y, además, acomoda que los militares hagan la construcción, nada más que éstos no hacen aeropuertos civiles, hacen cierto tipo de obras que es lo que saben hacer y lo hicieron bien, es decir, devastaron toda la base, la ubicaron en otro lugar e hicieron lo que ellos entienden como aeropuerto, pero las necesidades militares son diferentes a las civiles y el problema es que dependen de varios organismos civiles para armar lo que es el aeropuerto realmente.

“Hay que aclarar que ese aeropuerto había sido inaugurado hace un año, con vuelos que llevaron del AICM y después de eso no pasó absolutamente nada porque no hay aeropuerto”.

Entrevistada por Siempre, Larriva Sahd comparte con nuestros lectores el panorama respecto al nuevo Aeropuerto que tanto se ha presumido desde Palacio Nacional y lo que en verdad tendremos con esta obra.

“Un buen aeropuerto lleva 5 años en su construcción y ellos tienen una prisa terrible, algo que es un inconveniente en las cosas aeronáuticas porque de acuerdo a la Organización Internacional de Aviación Civil, hay que hacer los requerimientos uno por uno, no puedes hacer todo a la vez, entonces lo que ocurre es que se está improvisando, cometiendo errores por la prisa, como por ejemplo los procedimientos de vuelo de un aeropuerto, los cuales primero se diseñan con ingenieros aeronáuticos y controladores de tráfico aéreo, una vez que se tiene el diseño entonces el avión verificador de la autoridad aeronáutica tiene que volar ese procedimiento diseñado y certificar que es válido legalmente, eso no se hizo, lo diseñaron, lo publicaron con errores que todo el que es medio aeronáutico los nota y ahora están haciendo los vuelos de verificación, no es posible que hallan invertido el orden en que se tienen que hacer las cosas y este es sólo un ejemplo.

“Van a inaugurar esa obra, le veo cualidades militares por supuesto, le doy algún crédito de que en algún momento va a ser una aeropuerto civil, pero cuando cumplan los requerimientos, que son de dos tipos, los comerciales primero, tiene que haber conectividad pues no hay manera de llegar o salir, hasta este momento, las tres horas para llegar no son aceptables, mucho menos si vienes en un vuelo para conectar con otro aeropuerto. No hay acceso, tampoco hay mercado, no tenemos lo comercial.

“El otro requerimiento es aeronáutico, pero no un escrito como el que hicieron, la Agencia Federal de Aviación Civil saca un escrito de que ya está certificado, nada más que hay un problema, nuestra autoridad aeronáutica está degradada por el gobierno de Estados Unidos por no cumplir con las reglas; cómo pudieron haberlo hecho, pues con empresas que están preparadas para hacer la certificación aeroportuaria o recurrir al Colegio de Ingenieros en Aeronáutica o al Colegio de Arquitectos que pudieran hacer la certificación, pero en cambio tenermos un ‘escritito’ en el que se dice que ya está certificado, pero eso no vale para nadie, mucho menos para las aerolíneas internacionales. Todo mundo ha evitado opinar porque no quieren enfrantarse con el gobierno, las aerolíneas quieren sobrevivir con su mercado ‘bueno’ que es el del AICM, entonces estamos, en el mejor de los casos, con un aeropuerto al que le faltan una serie de requerimientos para que sea exitoso civilmente hablando y pues con la decisión política de hacer una inauguración, con aviones llenos de militares para la inauguración y algunas aerolíneas están ofertando ciertas rutas, pero eso no tiene caso, no es atractivo un vuelo Cancún-Santa Lucía-Los Cabos, qué pasajeros quieren eso, por lo que tendremos una aeropuerto con 8 operaciones, las aerolíneas resistirán el tiempo que puedan, pero la verdad es que van a perder dinero, no es negocio estar ahí y cuando tengan la oportunidad se saldrán.

“Esa historia ya la vivimos, cuando se hizo el aeropuerto de Toluca fue exactamente lo mismo, un capricho gubernamental sobre todo por la ubicación del mismo, en lugar de buscar un lugar serio, lo hacen por una determinación política y eso muchas veces no cumple con los parametros aeronáuticos. En Toluca, igual, como estaba saturado el AICM varias aerolíneas operaron en Toluca e igual, cuando hubo oportunidad se regresaron a la Ciudad de México, porque el mercado está aquí.

“Así veremos una inauguración, un evento político, esperando que aceptando la realidad hagan lo necesario para que tenga funcionalidad.

“Ahora, de acuerdo a los estudios que se han hecho desde hace 30 años, la funcionalidad va a ser limitada, porque hay una serie de obstáculos alrededor del aeropuerto que no permiten que se hagan procedimientos de precisión para aterrizar con baja visibilidad o con nubles, además aterrizar con visibilidad cero por instrumentos jamás va a ocurrir porque no tiene el espacio alrededor del aeropuerto para esa función; ahora, qué lograron, algunos procedimientos con la precisión más elemental con el sistema llamado ILS (Instrument Landing System), pero es categoría 1, la más sencilla, ellos presumen que habría la categoría 3 para que los aviones aterricen con visibilidad 0, pero eso no es correcto o posible aeronáuticamente; otra mentira que dijeron es que con la tecnología se podía suplir eso, mienten, la navegación satelital es precisa y está integrada en los aviones, es eficiente para reducir separaciones y áreas de protección, pero aún no se ha certificado un procedimiento satelital para aterrizar con visibilidad 0, el que se tiene es con equipo instalado en el aeropuerto.

“Habrá escándalo, un tiempo soportarán las aerolíneas la presión de permanecer ahí, presiones en mal plan, con Santa Lucía sin las condiciones técnicas para que se pueda operar ahí, pero los quieren obligar a ir a un lugar que no es negocio, las aerolíneas viven de transportar pasajeros y eso ahí no lo tenemos ahora, las aerolíneas tienen razón en no querer ir allá”.

¿Existen posibilidades de que se presenten accidentes con la operación conjunta de Santa Lucía y el AICM?

No hablaría de que Santa Lucía en este momento sea un detonante de la seguridad, porque con 8 aviones cualquiera puede. Los controladores manejan 60 aviones por hora, así que 8 que les pongan no va ser mayor complicación, se puede manejar, pero si se incrementará el número de operaciones podríamos hablar de tener que hacer adecuaciones.

Ahora, la segunda parte del rediseño del espacio aéreo no está lista, pero no es gran problema para los controladores porque no va a haber tráfico en Santa Lucía, el problema es que el rediseño que impusieron desde hace un año es totalmente ineficiente, genera demoras y mayor tiempo de vuelo, mayor ocupación del espacio aéreo por cada avión, hay partes del rediseño en las que se generan conflictos entre aviones y no hay un procedimiento para separarlos, hay varias deficiencias que se han detectado y no han hecho nada para modificarlo. El rediseño es inseguro, ineficiente, antes se llegaron a manejar 440 mil operaciones anuales y ahora estamos en 360 mil con demoras a todas horas.

 

¿No hubiera sido mejor continuar con Texcoco y limpiarlo de corrupción?

Esto es un capricho presidencial. Texcoco iba a resolver la demanda aeroportuaria por 50 años y lo tiramos a la basura, no había inversión privada y fue una decisión política y muy mala decisión aeronáutica. Trabaje en el 2000 con la SCT para un nuevo aeropuerto, pero el señor Fox tomó su decisión política y canceló la obra y empezamos, otra vez, con las improvisaciones.

Nadie quisó tomar en cuenta lo del aeropuerto a pesar de que es un detonador económico, y con Peña Nieto se determina el proyecto, se concesiona en un lugar que se sabía que debía ser; hay una empresa que se llama Mitre que ha hecho los estudios al gobierno y siempre resultan como ellos dicen, en 2018 López Obrador pide otro estudio y le dicen que no lo haga en Santa Lucía, ahora los veo desesperados para justificar un error garrafal para el país.

@AReyesVigueras