En una plática con un muy querido amigo, académico y ex consejero del INE, apareció la duda que probablemente muchos tengan ¿el presidente busca reelegirse? “La pregunta está fuera de lugar” fue la respuesta lapidaria, a lo que rápidamente reviré ¿porque para muchos es pertinente elucubrar sobre las supuestas pulsaciones reeleccionistas del expresidente Salinas y no así las sospechas que se tienen del actual?

De nuevo el intercambio fue rápido y respondió “no le da la vida” a lo que contesté “ha habido muchos dictadores viejos, ese no es problema”.

Para nadie es secreto que el jefe del ejecutivo y su partido buscan secuestrar al Instituto Nacional Electoral, es la única vía legítima y pacífica para conquistar el poder público, y un día si y otro también buscan dinamitarlo.

Lo han querido hiper regular, lo han ahorcado financieramente, a diario lo golpean con el poderosísimo aparato propagandístico con el que cuentan, han enviado a lo peor que tienen como representantes de partido y del legislativo, y si eso fuera poco impugnan hasta cuando al más modesto funcionario se le ocurre estornudar.

Si el INE fuera un auto, digamos que ya le rayaron la pintura, y le ensuciaron los asientos, nada que no salga con polish y una buena lavada, el daño no está ni en el motor ni en la carrocería, hay piloto, asistencia en pits y con excepción de una novel consejera que solo participa para aplaudirle al aparato, los otros diez parecen atrincherados no solo para defender su vida e integridad, también para dar la cara por el instituto.

Todavía no se ha hecho público el proyecto de reforma electoral que el ejecutivo, muy decidido, ha declarado que enviará al legislativo, pero ya tenemos un par de indicios de que esto no va a terminar bien, buscan que a los consejeros electorales y a los magistrados de la sala superios los elija “el pueblo” en una elección abierta. ¿En serio? ¿Después de los números que obtuvieron en el ejercicio de revocación de mandato, eso es lo que quieren? ¿Acaso creen que estan solos en el mundo y que todos votarían por sus propuestas conociendolos?

Entiendo que para muchos el voto electrónico sea seductor pero la mayoría de los países que transitan a ello, a los pocos años regresan al voto en papel, si a eso le sumamos que eventualmente la fabricación de las miles de urnas electrónicas podría caer en manos de Epigmenio, de Bartlett, de Paty Armendáriz o del papá del Checo Pérez, pues mejor no; ahorita no jóven, así lo dejamos.

Tal parece que cuando se llega a la Silla del Águila algo pasa que algunos se inventan cada tontería como reducir el número de plurinominales, piensan que la vida y la democracia, no dan vueltas, que siempre se va a estar anclado en el poder y no, no es así, todo es cíclico, todo va y viene. Entonces tampoco, mejor no.

Aunque no la han anunciado, hay un saque muy interesante que pasó un poco de noche en los medios nacionales, una asociación civil cercana al oficialismo pidió al Consejo General del INE que le diera la oportunidad de instalar casillas e imprimir boletas, tal cual. El oficialismo disfrazado de ciudadano reclamó para sí una de la facultades más importantes, única e intransferible que tienen los órganos electorales, la organización de la elección.

Al ritmo de ¿y su nieve de limón? Los consejeros mandaron por peteneras a los abajo firmantes, los cuales argumentaron habilmente que, dado que al instituto se le había otorgado un presupuesto medio raquítico para la revocación del mandato entonces el pueblo organizado podía armar su propia casilla, imprimir sus propias boletas, construir su propio PREP y ¿porque no? Dar a conocer sus propios resultados ¡que fregados! ¡Total, ya encarrerados!

¿Esa es la tontería de reforma que quieren? Sorprende que algunos poderosos oficilistas salgan con la ya gastada brocha de que “si el gobierno organiza la elección, habrá menos errores”. No pueden surtir de aspirinas al IMSS, el chiste se cuenta solo.

La reforma con la que nos asustan no es propia de un país democrático como México, extrañamente se parece más a la Junta Nacional Electoral venezolana, país en donde no necesariamente hay un presidente democráticamente electo. Achtung kinder!

Bien decía Konrad Adenauer “hay algo que Dios ha hecho mal, a todo le puso límites menos a la tontería”.

@DrThe