Entrevista con Mario Di Constanzo, economista

 

Luego del incidente donde dos aviones de Volaris pudieron haber colisionado y que se evitó gracias a la pericia de uno de los pilotos, continúan los problemas y las denuncias en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez. Este jueves, un avión de Aeroméxico abortó el aterrizaje en la CDMX por saturación de la pista, sin embargo, día a día surgen más revelaciones sobre la situación del AICM.

Así, desde 2020 el AICM alertaba sobre la saturación de vuelos— aún cuando ya existía desde hace 30 años— así como aproximaciones fallidas e incrustaciones locales en pista por lo que solicitaba a la secretaría de Hacienda, 146 millones de pesos para la ampliación de una pista, luego se anunció el rediseño del espacio aéreo en marzo de 2021 que ha enfrentado quejas y denuncias donde la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores donde propusieron una nueva configuración “ya que lo que hicieron fue llenarlo de rutas, llegadas y salidas sobre todo  en el Valle de México y los alrededores para poder acomodar los aeropuertos”, como destacó el vocero José Suárez.

Trascendería que el gobierno federal recortó gastos en áreas sensibles para la reconfiguración del espacio aéreo y darle viabilidad al AIFA, además de que hay rezagos en el presupuesto.

Luego de los últimos incidentes, intervino el secretario de Gobernación Adán López y fue entonces que tres aerolíneas anunciaron trasladar cerca de 50 vuelos al nuevo aeropuerto.

El sindicato de controladores denunció a su vez que el ex titular del Seneam Víctor Hernández,quien ya tenía señalamientos en su contra, renunció. Se informó que había incluido en la nómina, a èsar de la austeridad, a diversas personas con un salario de hasta 2.7 millones de pesos anuales. Incluso la especialista María Larriva acusó a Hernández de ser quien le vendió al entonces presidente electo López Obrador la viabilidad de los aeropuertos Benito Juárez y Felipe Ángeles. Se critica al director del AICM, Carlos Morán por permitir que las aerolíneas organizaran sus operaciones y vuelos sin que la autoridad los regulara. Lo cierto es que si se declara inseguro al AICM, las repercusiones pueden tener consecuencias nefastas.

 

Impactos económicos, turísticos y de seguridad

Siempre platicó con el economista Mario Di Constanzo, ex titular de la Condusef, sobre los impactos que tendría para nuestro país, si el AICM fuera declarado inseguro

“Habría implicaciones de tres tipos, desde luego las turísticas que ahora serían devastadores para la industria turística, que se empieza a recuperar luego de la pandemia, que en marzo, con la llegada de turistas internacionales por la vía aérea fue de aproximadamente 2 millones de personas con un crecimiento del 118 por ciento.

“De estos 2 millones, buena parte de los pasajeros llegan directamente a la ciudad de México aunque algunos vuelan a otros destinos turísticos del país. Hablamos de que si en términos anuales los proyecciones son que en el 2022 vamos a tener cerca de 30 millones de turistas aéreos, hablaríamos de un impacto no menor a los 30 mil millones de dólares, los que estarían en juego, ya que el gasto promedio por turista internacional en marzo fue de 763 dólares.

“También habría otro factor a considerar. Muchos de los bonos que se siguen pagando por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, y esto es muy importante, porque muchos de los bonos que se siguen pagando y que se van a pagar hasta 2049, se pagan con el impuesto del uso del aeropuerto, el famoso TUA.

“Al caer la frecuencia de los vuelos porque se declara inseguro el AICM, tampoco habría dinero para pagar esos bonos. El gobierno federal tendría que reembolsar o refinanciar de esa deuda o declarar un default en estos bonos, lo cual será desastroso para el gobierno  y para las finanzas públicas.

“Si el aeropuerto se declara inseguro, se tendrían que disminuir sus operaciones y el número de vuelos, que prácticamente no tendrían como sustituirse porque ni el AIFA ni el aeropuerto de Toluca poseen en este momento la capacidad de sustituir el nivel de operaciones del  AICM, por lo que la recaudación por la tarifa de uso de aeropuerto se caería y el gobierno tendría que hacer frente a esa deuda”.

 

Ni que decir de que se retrasaría la posibilidad de que México recuperar la categoría uno en materia de seguridad que se ha perdido…

Ese sería de los tres, el menor problema. Evidentemente no podríamos salir de la categoría dos, lo que implica también para las aerolíneas extranjeras no tener la capacidad de generar más vuelos y más rutas hacia México, con lo cual se perdería mucho turismo.

 

Se disfraza la situación

Se habla de reducir las operaciones en un 25 por ciento y trasladar los vuelos a los aeropuertos alternos

El problema no es el número de operaciones que se tengan actualmente en el AICM, aunque ha habido una recuperación del turismo aéreo, no podemos comparar los niveles de operación del AICM de ahora, con los que se tenían antes de la pandemia. Estas casi 50 millones de operaciones de los que se habla en términos anuales, todavía no es un nivel que recuperemos este año.

El problema de la inseguridad y de los controladores aéreos, no es un problema de que el aeropuerto internacional de la CDMX en este momento esté retacado de vuelos.

El presidente López Obrador ha querido disfrazar la situación haciendo creer que descongestionando el aeropuerto de la Ciudad de México se mejorará la seguridad. No hay que olvidar que el problema de la reasignación de las rutas aéreas fue precisamente la posibilidad de la entrada en operación del aeropuerto de Santa Lucía.

¿Qué va a pasar?, que van a agudizar el conflicto porque el rediseño del espacio aéreo se tuvo que llevar a cabo como consecuencia de la entrada en operación de Santa Lucía, ese es el problema. ¿Qué vamos a hacer? Que van a llegar menos vuelos al aeropuerto internacional Benito Juárez, van a poner en operación a Santa Lucía con más vuelos y el problema se va acrecentar.

No es lo mismo que en este momento el AIFA tenga 6 llegadas y 6 salidas durante el día a que tenga 25 o más y entonces se van a congestionar en estas rutas de la que los especialistas hablan de que incluso en algunas maniobras, prácticamente están en ruta de colisión los aviones.

 

Problema, el rediseño de las rutas

No confundamos un problema de aparente saturación del aeropuerto con un problema de rediseño de las rutas o del espacio aéreo mexicano. Por decir de alguna manera, si en este momento se dijera, regresamos a como estabamos antes, podrían operar porque se estaba trabajando así antes de la pandemia.

Lo que van hacer es afectar la actividad turística, que aunque no se declarara inseguro el AICM, generará más dificultades para el turismo de internación aéreo y probablemente desincentive al turismo.

 

¿Los criterios que se hicieron para la redistribución del espacio aéreo fue en base a criterios políticos, más que a una eficiencia técnica y aérea y  de las presiones para utilizar el AIFA…?

Tal parece que utilizan los diferentes incidentes reportados y están viendo como le dan trabajo a Santa Lucía, como poner a funcionar un aeropuerto forzando un poco la situación, que no es la solución porque la inseguridad aérea se incrementará porque no están corrigiendo el problema de fondo que es la mala planeación del espacio aéreo.

No están ganando nada y están ayudando a satisfacer un capricho político del presidente, que es  llevar más vuelos a Santa Lucía.

 

Para especialistas resultan preocupantes los relevos que se vayan a dar en el SENEAM, porque los anteriores han sido muy criticados…

Cuando nos bajaron la calificación a nivel dos —es muy importante este dictamen—, uno de los señalamientos que hicieron y que en algún momento también hizo el Auditor Superior de la Federación, es la falta de criterios, preparación, actualización y entrenamiento de los nuevos controladores aéreos. Es muy importante porque ha habido un proceso de sustitución de controladores aéreso que sí sabían por nuevos elementos que no tienen la preparación adecuada, es precisamente eso lo que hace, además de otras medidas, que nos degraden la calificación.

Hay que recordar que en 2019 cuando el presidente lanza su decreto de austeridad, uno de los organismos a los que se reduce el presupuesto es el Seneam y lo hacen en gasto de operaciones. No nos extrañemos que lo que están sufriendo, con esta falta de cursos para la capacitación y falta de personal capacitado, tenga su origen en esta reducción presupuestal indiscriminada que nos hizo ahorrar centavos y malgastar pesos.

Hice en su momento la observación en un documento, señalando que como era posible que tocaran al Seneam y lo metieran en el decreto de austeridad, pues muchos de los gastos operación eran para cursos de capacitación. Es personal que debe estar con una rotación y condiciones de trabajo especiales por el delicado trabajo que desempeñan, de esto se queja el sindicato, por la sobrecarga de trabajo, falta de condiciones laborales que no eran una canonjía, responden a estándares y altas normas de seguridad. Todo esto ha repercutido en la seguridad aérea.

 

Y se sigue resolviendo políticamente un problema de seguridad aérea…

Quien debería llevar la batuta es la Direccción General de Aeronáutica Civil, incluso fue prácticamente convertida en una entidad aparte. De qué sirve que hayan fortalecido esa área si al final del día son el secretario de Gobernación y el presidente quienes van a tomar las decisiones. Se maneja este asunto como un tema político y no como un tema técnico con implicaciones económicas muy fuertes para el país y de seguridad, es lo que ha caracteriza a este gobierno dictatorial, que todo lo quiere hacer el presidente, manejar la economía, manejar la seguridad, manejar la impartición de justicia y ahora manejar el tráfico aéreo.