Juan Alberto Alejos

Muro ¡Aquí estoy para todos! Soy de carne, huesos y enamorada sangre. Pero me siento solo, inseguro y cobarde. Por eso me oculto detrás de esta sintética foto. Comenta mi pose, mi expresión, lo bello e inigualable que soy. Obsérvala al menos. Pincha un “me gusta” y eleva mi ego. ¿No ves que si no, mi autoestima se trincha? Me enteré de tu fiesta, luna danzón, el tequila y todos los invitados entre los que no estuve yo. Me enteré de que ahora tú y él son amigos. Se comentan, visitan, etiquetan, critican y ensartan rosas que envidia el muro de mi dolor. Me dicen que esta red captura conocidos, amigos, familiares perdidos y uno que otro amor. Bien, ¿qué cebo pondré para ventilar lo que pienso, lo que digo que soy, sin importar que no sea yo? Pasan las horas, los días y los besos, y aunque sean amigos, más de quinientos, muero solo, me quiebro solo, lloro solo, teclas, pantalla, y sólo yo. Formación y empleo Estoy tieso, apagado. Mis pies son murales de callos. ¿El corazón? Vidrio quemado. El colegio de teatro es pocilga de locos, agua de espinas, ornamento oxidado, perfume inodoro y unos cuantos arrastrados. Se desgrana el telón. Aplaude La tempestad y la calma no sale a escena. Situación sentimental Dolor cuajado y enredado en el intestino cuando intento, absurdamente, enfrascar con mi sordera esa lluvia que a ti te hablaba el idioma de la culpa. Hoy, en camino a una absolución perdida, estoy de mirada suelta, sonrisa suelta, aroma de manzana suelto, bragueta suelta y sueltamente esperanzado. Por eso me llaman soltero. Foto No me alcanzan las mil palabras que me sé para dibujarte el tiempo capturado en un descuido. Pero ahí estamos, entre abrazos y débiles murmullos que derriten corazones de chocolate. Inyectado de efluvios calientes, me reconozco entre colores pardos, desesperado por la morfina que sucumbe a mis venas. La morfina que aprietas entre tus dientes y la lengua. Notas Las partículas se atraen. Algunas se juntan y vuelven una. Otras se separan y sustraen a lugares insólitos mientras la otra sufre una agitación sin remedio por su ausencia. Pero, por alguna causa, hay partículas que tienden a regresar. Se reencuentran. Música Sentimientos. Verdadera esencia de los sueños vertidos en el aire, transmutados en sonidos que devora el viento. Crepitar de un seno que arde cuando se excitan tiernos y fríos cuerpos. Tal corazón que brinca, si deja de pulsar la emoción que susurra, es premura muerte, silencioso fin de la vida. Eventos Lunes: oreja tierna. Espera. Martes: ojos y quijada. Espera. Miércoles: cuello caliente. Espera. Jueves: pechos de almohada. Espera. Viernes: ombligo que me enrolla. Espera. Sábado: caderas y mis manos que se encuentran. Espera. Domingo: un beso de granada. ¡Espera! ¿A veces la esperanza debería morir primero, no crees? Comentario a Selene ¿Por qué el cielo es injusto y te incrusta en su negra piel ciertas noches? De acuerdo, que como gran perla, allá arriba, te veas hermosa. Pero, ¿qué no se da cuenta que cuando bajas, rellena de sangre, de cabello de fuego y de sentimientos alocados, de dudas, de miedos, de risas que estallan en lágrimas y de ganas de morirte a besos, eres aún más hermosa? Cuando vuelvas a posarte allá arriba, por favor, dile de mi parte que no sea egoísta, que no te envuelva para sí mismo. Pues aunque nos comparta tu pureza blanca, te queremos acá en la tierra, manchada. Necesitamos algo divino entre nosotros para seguir creyendo que, de noche, el amor se cuela por la ventana. Estado ¿Qué estás pensando? Que la muerte baila en la otra esquina. Las risas alivian a los incómodos, y puede abrazarte quien no creías. Que hoy es hoy y no puede ser mañana, y el mañana no lo tienes ni para soñarlo. Que lo mucho que se piensa, poco se realiza. Que hay cosas que no se controlan pero se atraen y, cuando llegan, pican como hormigas. ¡Que extraño, quiero, grito, deseo! Mi boca herida se cura a besos y tengo mucho sueño. Hasta mañana.