Martha Bañuelos

París.- Muammar Gadafi, será siempre fiel a la imagen que se inventó, para prueba las entrevistas al semanario francés Le JDD (Le journal de dimanche) y a la televisora France 24. “El Guía” deja que se le fotografíe en un escenario surrealista, llegando a su carpa en un mini carro de golf eléctrico, con lentes de sol y su gorro ruso Chapka de orejas caídas,  a pesar de los 20° C. El tozudo Gadafi, señala a Francia como su mejor asociado, después de que Libia renunció al terrorismo y a su programa nuclear militar y luego de liberar en 2008 a 90 miembros del Grupo Islámico de los Combatientes Libios de la red Al-Qaeda.  Gadafi apunta que “Francia tiene grandes intereses en Libia, trabajamos mucho con el Sr. Sarkozy colaboramos juntos en varios expedientes”. Ya que sólo a partir del 2004, los americanos levantaron el embargo y las sanciones económicas contra Libia, impuestas por la ley “Amato-Kennedy” adoptada por el Congreso americano en 1996 con el objeto de sancionar a los Estados pérfidos. Lo que costó a la sociedad petrolera americana Conoco, perder substanciosos contratos con los países de la “lista negra” americana y que favoreció a la francesa Total; pero Conoco declaró en 2008 “en el futuro queremos castigar las actitudes de esas empresas”. Gadafi dice que los grupos armados pondrán en la puerta a las empresas americanas, rusas y europeas, instalando en su lugar a indios y chinos. En cuanto a France 24 el dirigente libio afirmó que “la Unión africana va a enviar una comisión de investigación para confirmar al mundo que lo que se publicó sobre Libia en el extranjero, es al 100 por ciento mentira”. Gadafi dice que Francia debió ser la primera en enviar una comisión de investigación. Pero los vientos cambian, y cuando el dictador tira contra su pueblo, él lo niega: “¡Nunca he tirado contra mi pueblo!” agregando: “¿Y en Afganistán o Irak, no saben que el ejército americano hace regularmente víctimas civiles?”. Cabe preguntarse si la amenaza terrorista es el arma que Gadafi utiliza en su beneficio o es una realidad. En su discurso busca convencer de la gravedad a Occidente y el Mediterráneo. El dictador reconoce que en Túnez y Egipto hay un vacío político, puerta de entrada para los islamistas; confirma que estos atacarán la flota americana y harán actos de piratería, que será una verdadera crisis mundial, un desastre para todo el mundo: “Esta catástrofe va a extenderse de Pakistán a Afganistán para venir hasta a África Septentrional. ¡No los dejaré!”Mientras Gadafi da entrevistas, cinco países enviaron sus naves de guerra hacia las costas libias: Estados Unidos una flotilla de 3 naves y un buque lanzador de misiles, 800 hombres para las operaciones humanitarias; el Reino Unido una fragata y material médico; Canadá una fragata y 240 hombres para la evacuación de canadienses; Francia el Mistral, porta-helicópteros de asalto y una fragata, para la evacuación de trabajadores egipcios; Corea del Sur un barco de guerra para evacuación  internacional.   Sólo la Historia nos recordará los errores o aciertos de lo dicho, hecho o ignorado.