Sarkozy, ¿en campaña militar o electoral?

Martha Bañuelos

París.- ¡Sarkozy en el séptimo cielo! es así como se siente el presidente francés desde que escuchó ovacionar su nombre por las calles árabes, al acelerar la intervención en Libia. Y poco le importa que Muammar Gadafi y su hijo Saïf Al-Islam Gadafi (patrón de la Fundación Gadafi) lo amenacen con sus revelaciones, ya que conociendo la costumbre del Guía de regalar el dinar libio y siempre en efectivo para no dejar rastros, aquí en Francia, sus declaraciones apenas se han tomado en serio, porque cuando se es parte del sistema y se conoce cómo funciona ¿para qué preocuparse?
Y como eso no le inquieta, hay que preguntarse si en la fogosidad de las actuales operaciones del presidente Nicolás Sarkozy, no hay confusión entre ¡campaña militar y campaña electoral! Los malos sondeos de popularidad que vive Sarkozy en su propio país, hacen creer que su deseo de desfilar sobre la escena mundial, nace quizá de querer liberar un pueblo, pero siempre con un ojo sobre los votos franceses para las elecciones presidenciales del 2012.
Pero no es su única meta ayudar a la población libia, también están los otros intereses, el petróleo y el gas y en este tiempo con los problemas que enfrenta la energía nuclear, quien sabe si los ímpetus de Sarkozy sirven más a los financieros,  a los petroleros y a los militares de Obama. El presidente americano, quién públicamente ha buscado tomar su distancia en este asunto, haciendo tan sólo una declaración desde Río de Janeiro y dejando esta vez a Sarkozy pasar por el Bush de la “coalición”;  si así se le puede llamar a una resolución de la que se abstuvieron China, Rusia (miembros permanentes del Consejo de Seguridad) y Alemania; estos países no desean utilizar el recurso de la fuerza para proteger a la población libia (Resolución 1973 de la ONU). La misma opinión tiene la Unión Africana, cuyos miembros piensan que el drama libio se amplía voluntariamente para servir de pretexto a un desembarque de las fuerzas armadas americanas en África. Por su parte, Rusia lamentó la intervención militar internacional. En tanto el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, aseguró que los aviones militares italianos que participan en la operación Odisea del Amanecer no han disparado ni dispararán y ha pedido que el mando de las operaciones militares en Libia pase a la OTAN.
Por otra parte hay que mencionar la intervención de los acorazados saudíes que frenaron violentamente a los manifestantes de Bahréin, el país más pequeño del golfo Pérsico, ¿para preservar los intereses del imperio anglosajón?
William Gortney, perteneciente al Estado Mayor de la Armada americana, declaró que la operación “Odisea del Amanecer -¡que ataque tan poético!; con barcos de guerra y submarinos británicos y americanos- lanzaron más de 110 misiles Tomahawk, contra más de 20 lugares libios, con el fin de inutilizar las defensas antiaéreas de Gadafi. Los Tomahawk, son fabricados por la compañía Raytheon y su costo es de unos 900 mil dólares americanos. Ese es el lado obscuro de las buenas intenciones: los militares pueden terminar con las viejas reservas de Tomahawk y relanzar la máquina de la nueva producción.