Yazmín Alessandrini
En la última reunión del comité ejecutivo del PAN, el presidente Felipe Calderón lanzó un contundente llamado a las militancias para que no se limite la participación de cualquier ciudadano para abanderar al PAN en la carrera presidencial.Esto confirma un poco que el presidente Calderón ya trae un as bajo la manga: el mentado onceavo candidato (¿será Marcelo?). Podría ser, ya que queda claro que las alianzas se operaron desde la casa presidencial en donde son recurrentes las visitas de Manuel Camacho, operador y promotor de la alianza “espuria” como le llaman los priístas.Sin embargo, inmediatamente el presidente del PAN, Gustavo Madero, contradice al presidente Calderón. La verdad, el PAN va de mal en peor; ya que cada vez que el senador Madero abre la boca dice impertinencias que desde luego no le ayudan a su partido, sobre todo en lo que se refiere a las desgracias de los gobernadores priístas denostándolos. ¿O sea, cómo? ¿Y con qué hombres ganó las gubernaturas de Oaxaca y Sinaloa, que justo son priístas de corazón aunque no de práctica? Es vergonzosa más bien su baja memoria o su amnesia o tontería, y con esa conducción el PAN no irá muy lejos; creo que ni en alianza lograrán nada en las futuras elecciones.De verdad que el señor senador Madero se debió haber quedado en su curul de Xicoténcatl, en donde su oscuridad no hacía daño alguno a su partido.
El PRI va a ganar
Así fue la toma de posesión del nuevo líder del PRI, Humberto Moreira, quien, con base en un discurso contundente, pidió la unión de los priístas, y acusó a los traidores que han conformado las alianzas “espurias”. “Que les quede claro, el PRI va a ganar las elecciones en el 2012”, no tenemos miedo a las alianzas.Y la verdad, en la forma en que victorearon los priístas al gobernador Peña Nieto quedó claro quién será su candidato para el 2012; al grito de “Peña Nieto presidente” se desbordaron los ánimos en el recinto. No queda duda, un acto espectacular.Por último, una felicitación a mi querida Beatriz Paredes por su gran conducción del PRI durante su mandato; que sólo con alianzas encabezadas por ex priístas le pudieron ganar algunas gubernaturas.