Susana Hernández Espíndola

Aunque para muchos realizar un viaje al espacial aún es parte del mundo onírico, para el millonario estadunidense Dennis Tito (Nueva York, 1940) ya es una realidad: el 28 de abril de 2001 se convirtió en el primer turista espacial.
Su sueño comenzó a los 17 años, cuando vio por televisión, en 1957, el lanzamiento del Sputnik I soviético, que sería el primer satélite colocado en órbita.
Originario de una familia de inmigrantes italianos, Tito (Nueva York, 1940) estudió ingeniería astronáutica y aeronáutica, con gran ahínco que logró un master en ingeniería científica en el Renssalaer Polytechnic Institute. Durante cinco años colaboró en los proyectos de las sondas espaciales Mariner IV, que fotografió Marte por primera vez; la Mariner V, que viajó a Venus; y la Mariner IX, que consiguió rodear el planeta rojo.
Sin embargo, en la década de los 70 su vida laboral dio un gran giro: se dedicó a las finanzas, como consultor en Wall Street, lo  que le convirtió en un hombre adinerado. Creó un fondo de inversiones y fundó Wilshire Associates. Antes de cumplir los cuarenta años, Tito ya había ingresado su primer millón de dólares.
En 1990 se presentó su primera oportunidad de viajar al espacio. El Programa de Invitados de la entonces URSS pretendía enviar civiles a la estación MIR, pero con la caída de Mijail Gorbachov y la desintegración de dicha nación, en 1991, su sueño se vino abajo. En el 2000 MirCorp llegó a un acuerdo firmado con Tito, pero su deseo se vio de nuevo frustrado ante la decisión del gobierno ruso de desmantelar la estación espacial.
Ante esta desafortunada situación, los rusos le prometieron a Tito que lo llevarían a la Estación Espacial Internacional —proyecto en el que participan 16 países, con Estados Unidos como principal socio inversor—, pero a última hora la NASA se opuso rotundamente.
Sin embargo, la amenaza del gobierno de Rusia de abandonar el proyecto, el apoyo del cosmonauta Edwin Aldrin y los 20 millones de dólares que pagó, derribaron los obstáculos que le impedía a Tito viajar al espacio.
A sus 70 años de edad, Dennis Tito abordó la nave rusa Soyuz TM-32 que despegó de Baikonur, en Kazajstán, hace diez años. Nueve minutos más tarde la nave tripulada se separó del cohete portador y siguió hacia su destino, a unos 320 kilómetros sobre la superficie terrestre. Su travesía duró dos días y participó en las comunicaciones de la misión. Y aunque reconoció que se mareó y vomitó en la nave, regresó feliz a Tierra, el 1 de mayo.
“Vengo del paraíso”, así consideró Tito su experiencia en el espacio.

Foto:Weblog N24 – Gesellschaft für Nachrichten und Zeitgeschehen mbH