Por Carmen Galindo

Gonzalo Celorio obtuvo, ex aequo con Ignacio Solares y Maruxa Villalta, el Premio de Literatura y Lingüística de 2010, máximo reconocimiento que otorga el gobierno de la república a sus escritores. Para comentar la obra de Gonzalo, recurrimos a Hernán Lara Zavala, el igualmente reconocido narrador, al que nos referimos en el número anterior con motivo de su medalla Justo Sierra Méndez, que le concedió el gobierno del estado de Campeche por su novela Península, península en torno a la guerra de castas. Lara Zavala pasa un rápido recuento a la obra narrativa y ensayística de Gonzalo Celorio destacando la alta calidad de su prosa. Hernán y Gonzalo, como se sabe, son compañeros de lides literarias.

La Lic. Giuliana Zolla López-Mateos, se refiere con acierto a la presidencia de su abuelo, pero para este suplemento, lo fundamental es el título del libro: Adolfo López Mateos: La cultura como política de Estado, y esta visión del Presidente López Mateos es compartida por su nieta, la restauradora de arte Giuliana Zolla López Mateos, quien termina el texto que publicamos con estas palabras: “sin política de Estado en materia cultural, no hay desarrollo”. El libro viene apadrinado por el gobierno del estado de México y en él contribuyeron, bajo la batuta de Moisés Rosas, Alfredo Marín, Silvia Molina, Eduardo Matos Moctezuma, Pável Granados, José Solé, Martín Luis Guzmán Ferrer, Alberto Ruiz Sánchez, y Rafael Tovar y de Teresa, entre otros. En TV Siempre se puede ver la entrevista con la Lic. Zolla López-Mateos.

Gabriel Weisz-Carrington se vale de dos métodos surrealistas, el collage (pegado) y el frottage (frotar) para utilizar otras obras como espejos de un cuadro de su madre, la célebre pintora Leonora Carrington. Gabriel Weisz, además de predicar con el ejemplo (surrealista), destaca el carácter aleatorio de sus acercamientos y la determinación de huir de la interpretación de la obra de arte, ya sea pictórica o literaria.

Reproducimos, con un comentario al calce, las mascadas Hermes con motivos otomíes, que son un gozo de sólo verlas. Si usted cuenta con los pesos necesarios, están en el mercado, para apropiación privada, en más en cinco mil pesos y feria.