Antonio Cerda

 

Tras un juicio por cargos de perjurio, fraude migratorio y obstrucción de procedimiento, que duró más de tres meses en la Corte Federal de El Paso, Texas, el cubano nacionalizado venezolano, Luis Posada Carriles, quien ingresó ilegalmente a Estados Unidos en 2005, fue declarado inocente, el 8 de abril.

El asunto no tendría la mayor relevancia, si no se tratara del terrorista más buscado por Cuba, Venezuela y la Interpol.

Según documentos del FBI de Miami, fechados el 23 de septiembre de 1977 y desclasificados en Estados Unidos, bajo los auspicios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y junto con Orlando Bosch y Frank Castro, Posada creó, el 11 de junio de 1976, en República Dominicana, la Coordinación de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU). Esta agrupación fue la responsable de la destrucción, en pleno vuelo y frente a Barbados, el 6 de octubre de ese mismo 1976, de un avión de Cubana de Aviación en el que viajaban un total de 73 personas, las cuales murieron.

Aunque Posada fue recibido como héroe, el 13 de abril, por parte de la comunidad anticastrista asentada en Miami, familiares de algunas de aquellas 73 víctimas, calificaron como una farsa judicial la absolución del matón en la Corte de El Paso, y exigieron, mediante una carta, al presidente norteamericano Barack Obama, que el sujeto sea juzgado como terrorista.

“No cejaremos en el empeño de exigir que el gobierno estadounidense honre los tratados internacionales y las resoluciones de la ONU que ha suscrito en materia de lucha contra el terrorismo”, se asienta en el texto, en el que se subraya que “si Estados Unidos carece de la voluntad para encausar a Posada Carriles como el terrorista que es, debe permitir su extradición a Venezuela, país al que le asiste el derecho de procesarlo en su condición de prófugo de la justicia”.

“La absolución de ese asesino confeso —añade la misiva— revela el carácter injusto del encarcelamiento de cinco antiterroristas cubanos en Estados Unidos desde 1998”.

Estos cubanos son Fernando González, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández, quienes cumplen condenas que llegan hasta doble cadena perpetua más 15 años de prisión por informar al gobierno de La Habana sobre planes de grupos mafiosos anticubanos asentados en Florida.

En entrevista con Siempre!,  Manuel Aguilera de la Paz, embajador de Cuba en México, afirma que la protección que Estados Unidos ha brindado a Posada es una patente de corso para los terroristas a nivel internacional y que el pueblo y el gobierno cubanos no van a renunciar a defenderse ni a denunciar ante el mundo los atentados criminales.

Afrenta a las víctimas

Al autor del atentado contra un avión cubano, en 1976, en Estados Unidos se le ha dado un trato de héroe. ¿Qué precedente siembra esto en una nación que se jacta de perseguir el terrorismo a nivel mundial?
Eso que usted comenta no sólo es indignante, sino también es muy peligroso. El hecho de que un terrorista como Luis Posada Carriles pueda vivir libre y andar con absoluta impunidad en Estados Unidos transmite un mensaje muy alarmante: es una patente de corso para los terroristas en todo el mundo y, además, una afrenta para las víctimas del terrorismo a nivel global. Estados Unidos tiene abundantes pruebas del historial y de las acciones terroristas que ha cometido Posada Carriles. Saben perfectamente quién es. El problema es que este hombre siempre ha gozado de la protección del gobierno de Washington, porque fue agente de la CIA o lo sigue siendo. Durante mucho tiempo Posada cometió infinidad de fechorías y delitos. Por encargo de la CIA, por ejemplo, trabajó en Centroamérica en la década de los 80; estuvo vinculado con el escándalo Irán-Contras, y sabe mucho de las operaciones encubiertas y de las acciones criminales que Estados Unidos ha realizado en nuestro continente. Sencillamente lo protegen y el mensaje es que si usted es terrorista, pero lo es a favor de los intereses del Imperio, entonces usted puede vivir con plena libertad y absoluta impunidad.

Y se eleva al estatus de héroe.
Y fíjese que el juicio al que sometieron a Posada en El Paso, en Texas, no fue por los cargos de terrorista, sino por faltas menores. En esencia, la de haber mentido a las autoridades migratorias cuando ingresó ilegalmente a Estados Unidos, en el año 2005. ¡Ni siquiera por ese cargo mínimo lo pudieron o se atrevieron a condenar! Es extraordinariamente cínico e hipócrita el tratamiento que se le dio.

Cuando llegó a Miami, días después de concluido el juicio, él mismo declaró que es un soldado de los Estados Unidos.
Por eso nosotros decimos que a confesión de parte, relevo de pruebas. En una conferencia de prensa, Posada agradeció a las autoridades norteamericanas que lo hayan absuelto. “Estados Unidos tiene en mí”, dijo, “a un soldado”. Es decir: reconoce que ha trabajado siempre para la Unión Americana. Y decía yo que es muy cínico que el gobierno de Estados Unidos haya declarado que se siente decepcionado por el resultado del juicio en Texas, porque, si eso fuera cierto, lo que deberían hacer es acusarlo de terrorista con las abundantes pruebas con las que cuentan. Este señor no sólo fue el autor intelectual de la voladura del avión de Cubana de Aviación, el 6 de octubre de 1976, y del asesinato de sus 73 ocupantes, hecho que es considerado como el peor atentado terrorista en América Latina, sino que se ha jactado, en entrevistas de televisión con periodistas norteamericanos, de ser el maquinador de la colocación de bombas en hoteles de La Habana, en 1997, que mataron a un turista.

Fue un joven italiano.

Fabio Di Celmo… Posada se jactó de esos ataques. En el juicio en El Paso salieron a relucir pruebas. Sin embargo, ni el jurado ni la jueza que lo absolvió tomaron en cuenta esos datos. Le pudieron haber instruido, allí mismo, otro juicio por causa de terrorismo. Posada también ha planeado el asesinato de Fidel Castro. En noviembre del 2000, cuando se realizó la X Cumbre Iberoamericana, el propio Fidel denunció el plan para matarlo. Posada y sus cómplices (los cubano-americanos Guillermo Novo, Pedro Remón y Gaspar Jiménez Escobedo) iban a hacer explotar explosivos C4 en la Universidad de Panamá, cuando Fidel estuviera hablando frente a más de mil estudiantes. ¡Iba a ser una terrible masacre! Las pruebas fueron tan contundentes, que en Panamá fue condenado a prisión. Sin embargo, la ex presidenta de esa nación, Mireya Moscoso, que es aliada de los protectores de Posada Carriles, fundamentalmente de la mafia de origen cubano que radica en Miami, lo indultó. La Suprema Corte de Justicia de Panamá dictaminó después que ese indulto había sido ilegal porque la presidenta no tenía facultades para declararlo, pero así lo hizo. Por eso este hombre es conocido como el Bin Laden latinoamericano. Y ahí está, en Estados Unidos. Para una parte de los cubanos que viven en ese país, sobre todo los de la primera oleada migratoria, que eran los oligarcas, los asesinos y los torturadores del régimen de Batista, los mismos que desembarcaron en Playa Girón, en abril de 1961, Posada es un héroe. Es decir: si uno mata, pone bombas en Cuba y defiende los intereses del Imperio, uno es un héroe para esa gente.

Terroristas buenos y malos

Entonces el que a personas de ese talante se les otorgue protección, significa una amenaza.
Es una amenaza para todos, porque el mensaje es que, para Estados Unidos, hay terroristas buenos y hay terroristas malos. Los terroristas malos son los que no están a favor de sus intereses. Y los terroristas buenos son los que defienden los intereses de Estados Unidos. Esa es la esencia. Así que cualquier país que no se someta o que no sea del agrado de la Unión Americana, corre el riesgo de ser calificado como terrorista. Cuba está en la lista de países que, según Estados Unidos, apoyan el terrorismo mundial. Es algo absolutamente absurdo. Sería irrisorio, si no fuera por lo peligroso, porque todos los países que estamos en esa lista, estamos sometidos a una amenaza permanente. Ante el más mínimo pretexto podemos ser agredidos o invadidos. Esa es la política del Imperio. Y mientras esa política persista, todos estamos en peligro. El uso de la violencia y la fuerza en las relaciones internacionales, es también parte de la política imperial para imponer sus intereses y apoderarse de los recursos naturales. Es el caso de Libia ahora. ¿Quién se cree el pretexto de que la invasión a Libia es para salvar vidas de civiles, si lo que están haciendo es matarlos? ¿Qué hay detrás? ¡El interés por apoderarse del petróleo libio!

Todo lo contrario al caso de Posada, la mano dura de Estados Unidos aplica contra los cinco cubanos que mantiene presos.
Es una gran paradoja. Los terroristas de verdad, como Luis Posada Carriles, están libres. Sin embargo, estos cinco cubanos, que son considerados héroes en mi país, fueron juzgados y encarcelados hace más de doce años. La mayoría están condenados a cadena perpetua porque estaban infiltrados en organizaciones terroristas de Miami, para obtener información que permitiera al gobierno de Cuba frustrar los propios planes terroristas. ¡Teníamos que evitar que nos volaran otro avión de Cubana de Aviación.

O que les mataran a Castro.
O evitar que nos pusieran bombas en hoteles. Los cubanos tenemos no sólo el derecho legítimo, sino también el deber de defendernos de esas acciones terroristas. Y no vamos a renunciar a defendernos ni a denunciar ante el mundo estas injusticias. A estos cinco cubanos que son luchadores antiterroristas, a ellos sí los encarcelaron y, además, les impusieron penas muy severas, como he mencionado. Durante periodos muy largos, que sumados hacen más de un año y medio, los han mantenido también en celdas de confinamiento, solitarios y sometidos a un trato cruel. A dos de ellos no se les ha permitido la visita de sus esposas, desde el 12 de septiembre de 1998. A todos les ponen trabas para las visitas familiares, etcétera. De manera que es absolutamente contradictorio e incomprensible que mientras los terroristas de verdad están libres en los Estados Unidos,  los luchadores antiterroristas están presos.

La misma política

¿El presidente Barack Obama ha mostrado algún signo de cambio en la postura hacia Cuba?
La verdad es que nosotros, que conocemos bien al Imperio, nunca tuvimos expectativas con relación al presidente Obama. Sin embargo, mucha gente en el mundo sí las tuvo y creo que los va a desengañar. El prometió cambiar la política de Estados Unidos hacia Cuba, porque ha sido un fracaso. Aunque no ha logrado su objetivo principal, el bloqueo económico contra mi país, condenado por la comunidad internacional todos los años ante las Naciones Unidas, ha durado más de medio siglo. Estados Unidos y el presidente Obama han hecho caso omiso al reclamo de levantarlo, porque nos ha causado daños y perjuicios económicos calculados en más de 239 mil millones de dólares, lo cual es una cifra astronómica para una economía pequeña como la cubana. Esa política hostil y las acciones terroristas contra Cuba han provocado también más de tres mil muertes, y heridas a más de dos mil personas. Toda esta historia tenía el objetivo de derrocar a la Revolución cubana, pero no lo han logrado. Lo único que ha hecho Obama es flexibilizar algunas medidas de las que adoptó el presidente Bush para reforzar más el bloqueo contra Cuba, porque se trataba de políticas impopulares para la mayoría de cubanos que viven en Estados Unidos. Bush limitó, por ejemplo, los viajes familiares a Cuba. Determinó que los cubanos residentes en su territorio podían viajar a la isla solamente una vez cada tres años. Limitó, igual, las remesas. Los cubanos podían enviar desde la Unión Americana un máximo de cien dólares mensuales, exclusivamente a padres, hermanos e hijos, porque para Bush ni los abuelos, ni los tíos, ni los primos eran familia. Obama se demoró bastante en eliminar esas medidas y lo hizo nueve meses después de haber asumido la Presidencia. El habló también de cerrar la prisión en Guantánamo, pero no lo hizo. Y no se trata sólo de la prisión, sino que debería de cerrar la base naval de Guantánamo, que es una base militar, enclavada en territorio cubano, contra la voluntad del pueblo y del gobierno de Cuba. El origen de esas instalaciones se remonta a principios del siglo pasado, cuando Estados Unidos ocupó la isla e impuso un apéndice a nuestra primera Constitución que le daba el derecho de contar con bases militares. Pero nosotros hemos exigido y seguiremos exigiendo que la cierre. Estados Unidos también ha mantenido la guerra en Irak y en Afganistán y acaba de involucrarse en otra aventura militar contra Libia.

Es una caractarística de su carácter guerrero.
Claro. Y continúa la guerra sucia contra Cuba, así que no ha cambiado nada. El bloqueo se mantiene intacto. En la retórica es en lo único en que se ha cambiado. La retórica de Obama es un poco menos agresiva que la de Bush, que fue el non plus ultra, pero, en esencia, la política sigue siendo la misma.