Keiko Fujimori, la hija del controvertido ex presidente de Perú, Alberto Fujimori, cumple dos semanas ofreciendo y pidiendo disculpas. Este fin de semana, pidió perdón por los “errores” y “delitos” cometidos durante la década en la que gobernó su padre, y se comprometió a no repetirlos en un eventual gobierno suyo.

En plena campaña para la segunda vuelta electoral por la Presidencia, que disputará ante Ollanta Humala, Keiko, candidata de Fuerza 2011, indicó: “Tengo que reconocer y también pedir perdón a la población por estos errores y comprometerme a que nunca más estos errores ni delitos se van a volver a cometer”.

Keiko eludió llamar a su padre dictador, pese a que en su mandato se perpetró un autogolpe de Estado, se cerró el Congreso, se silenció a medios de comunicación y se cometieron excesos en la lucha contra el terrorismo.

Fujimori está sentenciado a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción., pero Keiko sostuvo que, si llega al poder, no lo indultará ni a él ni a Vladimiro Montesinos, ex asesor y brazo derecho de su padre, quien también está encarcelado.

La semana pasada Keiko había demandado al gobierno chileno pedir disculpas a Perú por un caso de espionaje en 2002 en el que está involucrado y condenado a 35 años de prisión el suboficial militar peruano Víctor Ariza.

El reconocido periodista peruano César Hildebrant consideró que las disculpas ofrecidas por la mujer por los delitos de Alberto Fujimori son “igual que las disculpas que ofrecerían los hijos del ex dictador chileno, Augusto Pinochet”.

“La gente se moriría de la risa o se moriría de la rabia, o simplemente haría imposible ese escenario”, indicó Hildebrant.

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