Cada quien su ídolo.
Marco Antonio Flota
López Mateos se comparaba con los galanes de Hollywood, Ruiz Cortines quizá diría que de grande le hubiera gustado ser como Fidel Velázquez. Echeverría se sentía como personaje de Julio Verne, sólo que él dio la vuelta al Tercer Mundo en 80 días.
López Portillo, cuando jugaba al tenis, se proclamó el novato de oro de Los Pinos. Vicente Fox era tan dicharachero como Pedro Infante, pero tenía la simpatía de Jorge Negrete.
Y el presidente Felipe Calderón se acaba de comparar con Sir Winston Churchill. Pero, comentó algún mala leche, dejó a los grillos de a seis, porque la clase política actual ni idea tiene de quién fue Churchill.
Muchos panistas, de esos que hablan inglés y rezan todo el día, pudo pensar que el mandatario aludió a una iglesia en una colina: Church Hill. Y es que, además, la perorata presidencial fue en el Centro Banamex, sede dominical de La Casa Sobre la Roca, congregación evangélica a la que pertenecen muchos panistas.
Para los priístas, que combinan la crítica con la buena mesa, el “Churchill” mencionado por Calderón sería el famoso restaurante ubicado sobre el Anillo Periférico.
Quizá algún perredista ilustrado —tipo Fernández Noroña—, sí entendió la alusión la presidencial, pero sólo la avaló en un 50 por cierto. Porque Churchill era fanático del buen whisky y los buenos puros, pero Calderón no fuma puro.
Afortunadamente el propio don Felipe nos ilustró sobre la personalidad a quien se refería, pues dijo a su audiencia integrada por el gabinete y los delegados de las secretarías federales:
“Cuando Winston Churchill era, también, acosado y señalado en medio de un mar de titubeos, de una corriente de opinión titubeante de las decisiones de aquellos años terribles del 39 y del 40; cuando al igual a Churchill le exigían, incluso, y no solo insinuaban, que lo mejor que podía hacer era ignorar el avance de los nazis y someterse a ellos. Cuando le exigían cuál era, precisamente, su política y estrategia, Winston Churchill, hablaba así a su pueblo y a su Parlamento:
“Nuestra política y nuestra estrategia (citaba a Churchill) es combatir por mar, tierra y aire con toda nuestra fuerza y con toda la fortaleza que Dios pueda darnos. Luchar contra una tiranía monstruosa nunca rebasada en el catálogo lamentable de los crímenes de la humanidad”
Quede, pues, claro:
El Chapo, El Mayo, El Pozolero y otros narcos son como los nazis, suponemos que por el tipo de arios que se cargan. Nuestra opinión pública, temerosa y titubeante, le exige someterse a aquellos. Pero el Presidente está dispuesto a combatirlos, con toda la fortaleza que Dios pueda darle, hasta la victoria, como Churchill.
Y, realmente, está al nivel del estadista. Pues sólo nos ha dado “sangre, sudor y lágrimas”, como advirtió Churchill a los ingleses.
Tumbagrillos
ALEJANDROSE: Encinas de la gubernatura del Edomex.
ATIZAPAN: “¡Pero re atiza PRI!”, responde Eruviel.
ATLACOMULOS: Especie política en riesgo de extinción.
¡BRAVE MENA!: “Los que van a perder te saludan!”
CUAUTIATLANTIDA: Población mexiquense que se inunda cada año.
DEDOMEX: Sistema de selección que usó el PRI.
EGOMEX: Sistema de selección que usó el Peje.
ECAPETEPECADOS: Los que le van a sacar a relucir a Eruviel.
TEPOZOLETLAN: Población donde ganará el que reparta más pozole.
NETZAHUALCOHOLES: Población donde ganará el que reparta más alcoholes.
Epidramas
Quien dice verdad no yerra:
¡Día del Maestro, de pelos!
La SEP como, es Justo, Sierra
y Elba Esther ahí Vas, con celos.
Calderón, mero entre meros,
le puso a la Maistra un diez:
le faltaron varios ceros
y el signo de pesos —¡yes!—
Se candidateó Lujambio,
el secre llamado Alonso,
pero está, dicen, bien sonso
si cree que le toca el cambio.
Y es que Calderón, sincero,
quiere apoyar, aunque que pierda,
al de Hacienda que es Cordcero
y también zurdo: a la izquierda.
(Más lo mejor, dice Peña,
que en ser el Presi se empeña:
“¡La del Peje no es izcuerda!”)
Aunque Sicilia porfía
y exigen todos a una
no hay esperanza ninguna:
¿El Presi está con García
o Felipe está en la Luna?