Con el fin de aclarar en definitiva las causas de su muerte, este lunes fueron exhumados los restos del ex presidente de Chile, Salvador Allende, quien falleció el 11 de septiembre de 1973, durante el golpe militar que encabezó Augusto Pinochet para derrocar a su gobierno socialista.
La exhumación fue ordenada por el juez Mario Carroza, tras recibir, en abril, un informe del Servicio Médico Legal (SML) que establece “discordancias” entre el informe oficial de la autopsia ordenada por los golpistas y un análisis policial del cuerpo de Allende en el lugar de su muerte, en el palacio presidencial de La Moneda.
La versión oficial de los golpistas afirma que Allende se suicidó con un fusil AK47 que le regaló su amigo Fidel Castro.
Gabriel García Márquez escribió que Allende murió en un “intercambio de balazos” con la patrulla del general Javier Palacios, y que “luego todos los oficiales, en un rito de casta, dispararon sobre el cuerpo”..
La diligencia de exhumación estuvo a cargo de un equipo internacional de forenses, en presencia del juez de la causa y de las dos hijas del mandatario, que descendieron al mausoleo familiar con una rosa roja en las manos.
Esta es la segunda exhumación de Allende, inhumado en 1973, en forma casi clandestina, en un cementerio en Viña del Mar, donde permaneció 17 años. En 1990, con el retorno de la democracia, un reducido grupo en el que no había forenses lo exhumó luego de que uno de los médicos que acompañaron al mandatario minutos antes de su muerte, Arturo Jirón, estableció que los restos eran de él porque reconoció sus ropas y el cráneo partido. Este médico, es uno de los testigos que sostienen haber presenciado el suicido del Presidente.
También esta será la segunda autopsia. La primera, dispuesta por los militares, no fue realizada en el SML, como establece la ley, sino en el departamento de otorrinolaringología del Hospital Militar y fue “presenciada por un reducido grupo de personalidades”, autorizadas por el fiscal militar, según la constancia dejada por sus autores, los médicos Tomás Tobar y José Luis Vásquez.
Eduardo Contreras, abogado activista de los derechos humanos —quien presentó la primera querella en Chile contra el dictador Augusto Pinochet por las violaciones a los derechos humanos durante su régimen (1973-1990), que dejó 3 mil 65 opositores muertos—, señaló que “para la justicia en Chile es una jornada histórica… el que después de tantos años se investigue la muerte de un personaje tan importante para Chile, América Latina y el mundo”.
http://www.youtube.com/watch?v=0N4_wjKrsao