Luego de los últimos escándalos sexuales que han cimbrado a la Iglesia católica, el Vaticano ordenó a sus obispos que lleven ante la justicia civil a los miembros del clero que presuntamente cometieron pedofilia. Además, pidió prohibirles ejercer un ministerio que pone en peligro a los niños.

Tal y como le informamos en este portal (jueves 12 de mayo), ésta acción forma parte de las medidas que emprende el Papa, tras la ola de escándalos por los abusos de sacerdotes católicos a menores, que empezara a salir a la luz pública a finales del 2009, en Irlanda, Alemania, Austria, Italia, Holanda, Bélgica, Estados Unidos y América Latina.

El escándalo, que puso en tela de juicio el prestigio de la milenaria institución, generó reacciones encontradas dentro de la jerarquía de la Iglesia.

Con una carta circular, enviada a todos los obispos del mundo, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal estadounidense William Levada, exhorta a las conferencias episcopales de cada país a preparar, antes del 2012, un documento con “las líneas guías” que servirán de modelo para los “procedimientos” en casos de abusos sexuales a menores, perpetrados por curas.

Se le otorga al obispo un papel central en la lucha contra la pedofilia: “Entre las importantes responsabilidades del obispo (…) está el deber de dar una respuesta adecuada a posibles casos de abusos sexuales cometidos en su diócesis por parte del clero”.

Por su parte, National Secular Society —organización estadounidense que ha acusado al Vaticano de actuar con excesiva timidez ante las denuncias de sacerdotes pedófilos—, considera que el principio de “tolerancia cero” anunciado por Benedicto XVI no ha sido aplicado hasta ahora a fondo, pues el “secreto seguirá reinando”.

Aquí el video donde el Vaticano publica carta a las conferencias episcopales sobre cómo afrontar los casos de pedofilia: