México y Brasil tienen economías complementarias

Julio A. Millán B.

México se enfrenta a cada vez mayores dificultades para generar crecimiento acelerado, debido a la alta dependencia en la economía estadounidense (83% de las exportaciones). A esto se suman la inestabilidad fiscal y la madurez de dicho mercado. Lo anterior ha motivado a esfuerzos importantes para propiciar la diversificación comercial con países latinoamericanos.

Sin embargo, resultan preocupantes los obstáculos a los que se han enfrentado las negociaciones de un acuerdo de integración económica con Brasil, pues parece que se minimizan los beneficios que dicho acuerdo podría representar para nuestro país.

Brasil hoy es uno de los países más dinámicos del mundo, pues en 2010 su economía se expandió a una tasa del 7.4%, por lo que durante los próximos años será, junto con India, China y Rusia, uno de los principales motores del crecimiento mundial, y de acuerdo al Fondo Monetario Internacional, para 2016 será la quinta economía del mundo, con una participación superior a la de países como Inglaterra, Rusia, Francia, India, Italia y Canadá.

Además, Brasil ha registrado un crecimiento significativo de su mercado interno, lo que puede verse en la expansión que se ha dado en el salario mínimo de cerca del 50% entre 2003 a 2009. Por si fuera poco, representa el 49.5% de la población de América del Sur y dado que es un mercado emergente, aún tiene un gran potencial importador.

Lo anterior representa una gran oportunidad para países exportadores que busquen expandir y diversificar sus mercados. Por lo que resulta importante que México no abandone el análisis sobre el tema, dado que Brasil no sólo representa una gran oportunidad por su acelerado crecimiento, sino también por su afinidad cultural y por el interés que tiene dicho país en México como vía de acceso al mercado americano, lo que podría generar importantes flujos de inversión en nuestro país.

Mucho se dice que Brasil representa un gran riesgo para nuestra economía dado ambas economías son competidoras no complementarias. No obstante, de acuerdo al cálculo del Indice de Complementariedad Bilateral Global del Comercio realizado por Consultores Internacionales, S.C., a nivel general ambas economías sí son complementarias, por lo que podrían beneficiarse del intercambio comercial ya sea para satisfacer mercado interno o para penetrar un tercer mercado mediante la integración de sus cadenas productivas.

Además, a nivel intra-industria existen diversos sectores que son complementarios entre México y Brasil, tal es el caso del sector automotriz y autopartes.

Aunado a ello, se encontraron dos grupos de commodities en los que existen oportunidades dentro del mercado brasileño. Por un lado, están aquellos productos en los que las exportaciones e importaciones de Brasil son significativas en el mercado mundial, generalmente debido a que los commodities importados se utilizan como insumos en la producción para el mercado exterior, tales como: vehículos y autopartes, cereales, aeroespacial, productos de origen animal, gomas, resinas, minerales, químicos inorgánicos, entre otros.

Por otra parte, están los productos en los que Brasil no compite significativamente en el mercado internacional y la oferta doméstica es insuficiente para satisfacer la demanda interna, lo que representa grandes oportunidades frente a una expansión del mercado local, tales como: químicos orgánicos, plásticos, tejidos de punto, artículos de hierro, óptica y fotografía, maquinaria y equipo para la generación de energía, entre otros.

México requiere de nuevos motores de crecimiento para lo cual debe orientarse hacia las economías con demanda creciente. Si bien es importante incrementar las relaciones comerciales con países sudamericanos como Perú y Colombia, es importante no abandonar el análisis económico de un acuerdo comercial con Brasil.

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