El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el francés Dominique Strauss-Kahn, compareció hoy, en forma voluntaria, ante la Corte Criminal de Manhattan, para ser sometido a un examen que detecte posibles restos de ADN y que compruebe el delito sexual que se le imputó tras la denuncia de una camarera de un hotel neoyorquino.

Según la policía de Nueva York, Strauss-Kahn había viajado a esta ciudad para tratar asuntos personales.  El sábado, una recamarera ingresó a su lujosa suite de 3 mil dólares por noche en el hotel Sofitel, del centro de Manhattan, con la intención de hacer la limpieza. De pronto, el hombre salió desnudo del baño y la correteó por un pasillo. Luego la subió a su cama y, tras forcejear, la arrastró por el pasillo e intentó violarla en el baño. Finalmente la mujer logró escapar y de inmediato comunicó lo ocurrido a los directivos del hotel.

Cuando llegó la policía Strauss-Kahn había escapado con destino al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, dejando, incluso, su celular en la habitación. La policía pidió la intervención de agentes de la terminal, que detuvierton al ejecutivo en el intyerior de un avión de Air France, minutos antes de su despegue con destino a París.

Strauss-Kahn llegó a la Corte esposado y  con el rostro visiblemente cansado. Durante la audiencia se le negó la libertad bajo fianza, por temor a que se fugue.

El directivo del FMI pretende declararse inocente de los cargos de los que se le acusa, que incluyen intento de violación, acto sexual delictivo y retención ilegal, pero no podrá abandonar Estados Unidos hasta que el litigio sea resuelto, lo cual podría tomar varios meses.

De 62 años de edad y casado con la periodista de televisión Anne Sinclair, Strauss-Kahn podría llegar a un acuerdo extrajudicial con la presunta víctima para atenuar su sentencia, pero nunca lograría el veredicto de inocencia.

Strauss-Kahn comparecerá de nuevo en la Corte el 20 de mayo y, por los cargos que se le imputan, podría  ser condenado a 25 años de prisión.