Gerardo Yong
La identidad europea le ha costado mucho al pueblo español. El desdén de las naciones europeas desarrolladas es evidente, sencillamente piensan que las naciones del Mediterráneo sólo son países que crean crisis financieras y sociales, que no tienen disciplina para constituirse en una potencia económica
Son varios años ya. Hace más de cuatro, si bien viene a la memoria. La crisis de España no parece aminorar, más bien empeora y no es por culpa de la gente, sino de la clase política que, al igual que todas aquellas de muchos otros países europeos, han iniciado su decadencia.
La identidad europea le ha costado mucho al pueblo español. El desdén de las naciones europeas desarrolladas es evidente, sencillamente piensan que las naciones del Mediterráneo sólo son países incapaces de tener disciplina para constituirse en una potencia económica.
La Hélade empeñada
Grecia ha tenido que adoptar medidas especiales para reformar su estructura financiera a fin de asegurar a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional que cumplirá con el pago de los 136 mil millones de dólares que recibió para solucionar sus problemas económicos. La gente ha cumplido un año protestando por las drásticas medidas de austeridad impuestas por el gobierno del primer ministro Giorgios Papandreou: reducción de salarios y pensiones, subir impuestos al consumidor y amplias promesas tardías para combatir a una endémica evasión fiscal. Las medidas han causado una dura respuesta de los sindicatos, que han lanzado constantes huelgas en meses recientes.
Irlanda, el trébol marchito
Irlanda se sumó también a los planes del bloque europeo para salvar su déficit financiero y bancario. Esta vez, el rescate costó 115 mil millones de dólares. A diferencia de Grecia, Dublín recibió un plazo hasta el 2015. Para ese entonces, deberá bajar su déficit presupuestal hasta el límite del bloque del 3 por ciento del Producto Interno Bruto, basado en una estimación más cautelosa del crecimiento del PIB.
Portugal, mares de deuda
Portugal recibió hace poco 116 mil millones de dólares. Lisboa estará comprometida a recortar el déficit del presupuesto a un 5.9% del PIB este año, comparado con la meta previa del gobierno de un 4.6%. En el 2012, el déficit deberá ser reducido a un 4.5%, para que en el 2013 éste alcance un 3%.
Al igual que Grecia e irlanda, Portugal deberá recortar las pensiones públicas, aplicará reformas en áreas como la Administración pública, el mercado de trabajo y el sistema sanitario.
España en busca de un nuevo Sol
Ha llegado el turno de España. El pueblo ibérico vive una situación dramática, más que difícil. La incredulidad ha llegado a las venas españolas. El plantón indefinido en la Plaza del Sol, ocupada por estudiantes, jubilados, desocupados y ciudadanos; todos ellos furiosos contra el gobierno, ha venido a reafirmar el criterio anarquista de una España que ya no cree en gobernantes, en políticos, en la Europa de más allá del Pirineo, es más, en la propia nacionalidad. Al grito de “estamos como ilegales”, el pueblo español se reafirma como el despojado de su herencia dilapidada por funestos soñadores que pretendieron cambiar al alma española por un pedazo de germanización exclusivista.