300 millones en el mundo tienen el mal
Gabriel Gutiérrez
Las enfermedades respiratorias se han convertido en la tercera causa de mayor visitas al doctor, dejando como primero y segundo lugar, los padecimientos cardiacos y diabéticos. El asma es una de las enfermedades respiratorias crónicas frecuentes entre la población, principalmente niños y adultos jóvenes. Tan solo en el mundo, más 300 millones de personas la padecen.
En México, cerca del 10 por ciento de la población sufre de asma y el 40 por ciento de la desarrolló a partir de una rinitis alérgica mal cuidada.
Desafortunadamente, los cambios climatológicos, el alto índice de contaminación, la mala alimentación y la predisposición hereditaria de cada persona han logrado que vaya en aumento el numero de padecimientos alérgicos respiratorios, los cuales, al no ser reconocidos a tiempo, se convierten en padecimientos crónicos respiratorios, tales como el asma.
Al respecto, estudios de la OMS demostraron que el asma se origina de una alergia mal cuidada, la cual puede ser adquirida por cualquier persona: hombres y mujeres, niños y adultos. No existe exclusividad alguna para tenerla. Por otro lado, reconoce que el asma no es un problema infeccioso, por lo tanto, no se cura, sé controla.
El asma es una enfermedad crónica de largo plazo. Esta consiste en la obstrucción parcial de los bronquios y bronquiolos, debido a una contracción de los músculos de sus paredes, dificultando que el aire llegue a los pulmones y se pueda respirar de manera normal. El síntoma más característico es el ahogo, acompañado por una sensación de tensión dolorosa en el pecho y dificultad respiratoria, cuya intensidad es variable. Dicha acción comúnmente recibe el nombre de “ataque de asma”, el cual, si no se atiende o controla a tiempo, pueden ocasionar la muerte.
El doctor Miguel D´Urzo, miembro de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía Cabeza y Cuello, comenta sobre los riesgos de esta enfermedad: “El asma es una de las enfermedad que más preocupa a la OMS, ya que cada día va en aumento; principalmente se encuentra que son los niños quienes la padecen. Lo alarmante es que dicha enfermedad puede tener complicaciones graves, me atrevo a decir, que fatales. Lo anterior puede suscitar, si no se diagnostica adecuadamente el problema y no se instala un tratamiento preventivo; el cual cumpla con el objetivo de evitar situaciones de crisis, comúnmente llamados «ataques de asma». El asma cambia la vida de las personas que lo padecen, por lo tanto, se requiere un cuidado diario. Aunque el paciente se sienta bien, la enfermedad existe y es necesario estar bajo vigilancia medica todo el tiempo. Esto lo resiente de forma inmediata el bolsillo de cada paciente; ya que es necesario medicamentos diarios y visitas al doctor de forma frecuente para lograr un buen control de la enfermedad”.
El asma, sin duda alguna, modifica la calidad de la vida de las personas; así como su actividad cotidiana. La actividad física es limitada, requiere de mayores cuidados ante cambios climáticos bruscos, y en ocasiones, provoca ausentismo laboral y escolar. Es importante mencionar, que el asma afecta directamente proporcional la economía de quien la padece, es decir, entre el 5 y 15 por ciento del gasto familiar va orientado a gastos que se originan de la enfermedad.
Con el reconocimiento temprano de la enfermedad, tratamiento adecuado y atención continua muchas muertes pueden ser previsibles. La Fesormex preocupada por el aumento de casos de asma, exhorta a la población para considerar las siguientes medidas preventivas para evitar ser presa fácil de la enfermedad y, quienes ya la tienen, disminuir las posibilidades ante un ataque de asma. Las recomendaciones son:
1.- La causa más común de alergia es el polvo casero, es decir, evitar la acumulación del polvo, especialmente en la habitación del paciente o donde asiste con mayor frecuencia; así como en muebles, libreros, roperos, cojines, alfombras y cortinas.
2.- Las partículas que se desprenden de los objetos que provocan y/o agravan la alergia: techo, paredes de cartón, asbesto, madera, salitre, cestos de basura, juguetes de peluche, humo, hollín, pinturas, tintura del pelo, perfumes, sótanos, flores, pasto, plantas, insecticidas, ropa de lana, cigarros, colillas, etc.
3.- Evitar animales (gatos o perros) y/o plantas dentro de la casa.
4.- Ventilar adecuadamente las habitaciones; así como evitar la humedad.
5.- Que la almohada no sea de plumas sino de hule espuma y se encuentre forrada con dos fundas. Cubrir el colchón con plástico.
6.- Muchas reacciones alérgicas tienen una relación estrecha con los cambios de estación y por el polen de las plantas de la región, por tal motivo, es necesario evitar realizar ejercicio en la mañana o por la noche.
7.- Puede haber alergia a alimentos como la leche, huevo, chocolate, piña, fresas, frijoles.
8.- Evitar cambios bruscos de temperatura.
9.- Realizar ejercicio moderado.
10.- Evitar contacto con personas enfermas de las vías respiratorias y niños con fiebres eruptivas.
11.- Aplicar oportunamente todas las vacunas consideradas como obligatorias.
