La ola de inmigrantes africanos ha abierto por primera vez en la Unión Europea un debate sobre la posibilidad de modificar el Tratado de Schengen, el acuerdo que elimina los controles internos y regulariza los controles externos en las fronteras de la mayoría de los países miembros, informó BBC Mundo.
El Acuerdo, aprobado en 1985, suprime las fronteras interiores lo que permite el movimiento sin pasaporte entre un gran número de países europeos.
Este jueves, la mayoría de los 27 estados apoyó la idea de revisar algunas de las disposiciones, lo que generó inquietud entre las naciones que requieren de visas.
Aunque los cambios que se han discutido no se relacionan con la libre circulación de las personas, el hecho de que ya algunos países estén imponiendo restricciones, eleva el temor de que no se esté diciendo todo, añadió el ente informativo británico.
En América Latina, sostuvo la BBC, han surgido dudas de que las modificaciones al Tratado de Schengen lleguen a cambiar la forma de viajar de los latinoamericanos, cuando ciudadanos de países como Colombia, Cuba, Perú y Ecuador requieren una visa que cuesta 60 euros.
Francia e Italia, apunta la BBC, “han liderado un largo debate por reintroducir las fronteras interiores como medida para combatir la llegada masiva de inmigrantes… Bélgica y Holanda ya adoptaron medidas de control en sus aeropuertos internacionales y Dinamarca anunció esta semana el establecimiento de controles permanentes en sus fronteras con Alemania y Suecia”.
Este reportaje de euronews sobre el paso de inmigrantes africanos a Malta, realizado en 2009, muestra la magnitud del problema:

