Uno de los tres sobrevivientes de una masacre perpetrada presuntamente por el cártel mexicano de Los Zetas, en una finca de Petén, Guatemala, narró a France Press que engañó a los asesinos al fingir que estaba muerto, luego de que le clavaran un cuchillo.
Los cadáveres decapitados de 27 trabajadores agrícolas fueron encontrados el pasado domingo en una finca del departamento de Petén, una región selvática en la frontera sur con México.
Internado aún en el hospital, el joven de 23 años relató: “Me estaba bañando cuando a la gente le dijeron que no se moviera y comenzaron a dispararle (…). Los comenzaron a matar a eso de las siete de la noche del sábado y terminaron como a las tres de la mañana” del domingo.
La víctima platicó que él y sus compañeros habían llegado a laborar a la finca Los Cocos, la semana anterior. “Nos habían contratado —dijo— por un mes y nos iban a pagar 50 quetzales (siete dólares) el día, pero esto que pasó fue una tragedia”.
Desangrándose y aún sin comprender lo sucedido, el joven caminó varios kilómetros en busca de ayuda por la carretera desde la finca Los Cocos, situada en el municipio de La Libertad, departamento de Petén, unos 600 kilómetros al norte del capital. En su recorrido se encontró con una persona que lo trasladó a un centro asistencial de San Benito, en el mismo departamento de Petén.
“Estoy vivo gracias a Dios. Me hice el muerto cuando me metieron un cuchillo en el estómago, luego me fui a esconder y salí a eso de las cinco de la mañana y me encontré con un «cabezal» (un montón de cabezas de víctimas) tirado”.
Aquí, imágenes de la matanza en Petén:
