Extreme precauciones e ingiéralo sólo por consejo médico

René Anaya

Con la idea de que todo producto natural o tomado directamente de vegetales no puede causar ningún daño, los afectos al naturismo han redescubierto el té verde ─un producto oriental usado desde hace siglos en esas culturas con fines dietéticos y medicinales─, al cual se le pretenden atribuir muchas cualidades que no tiene.

Lo grave no es que se le adjudiquen propiedades medicinales, sino que el uso y abuso de esa infusión puede provocar graves daños a quienes lo consumen, porque las sustancias químicas que contiene son potencialmente riesgosas, solas o en combinación con otros medicamentos o, inclusive, no son recomendables a quienes tengan ciertos padecimientos.

Una infusión que crea confusión

Hace cinco milenios, los chinos descubrieron el té verde que consideraron una infusión útil para mejorar la salud física y mental, pero sólo la podían consumir las capas sociales más altas por su elevado costo. Posteriormente, a la caída del imperio mongol, a finales del siglo XIV, se generalizó la toma de té entre los chinos. En tanto que en el mundo occidental se extendió su consumo en el siglo XVI, cuando exploradores y comerciantes europeos lo popularizaron.

Según los afectos al té verde, esta bebida es la segunda más consumida en el mundo, después del agua; claro que se debe tomar en cuenta que en países superpoblados como China, India y Japón, es la infusión más popular. Aún así, en los últimos años se ha extendido su empleo, gracias en parte a la apertura China y a la moda naturista.

El té verde, que se obtiene de la planta Camellia sinensis, contiene una mezcla de sustancias, entre ellas algunos compuestos antioxidantes conocidos como polifenoles, los cuales le proporcionan algunas de sus propiedades medicinales. Aunque otros productos vegetales también los contienen como cacao, nuez, cacahuate, granada, uva, mate y productos como aceite de oliva, chocolate, cerveza y vino.

Los polifenoles, que en un principio se les llamó vitamina P, son antioxidantes, por lo que pueden reducir el riesgo de contraer ciertas enfermedades, como algunos tipos de cáncer y padecimientos cardiovasculares. Pero esos son los únicos beneficios que tiene el té verde, ya que no sirve para bajar de peso ni para combatir todos los cánceres, como se ha hecho creer en propaganda engañosa.

La Clínica Mayo ha referido en un boletín que el té verde “podría ayudar a evitar el cáncer gástrico, pancreático y de ovario”; “podría disminuir el colesterol y los triglicéridos”; “destruye a las bacterias que pueden contribuir a las caries”; y “la cafeína presente en el té ayudaría a evitar la enfermedad de Parkinson o a hacer más lento su desarrollo, posiblemente porque aumenta la agilidad mental o la capacidad de la sustancia química cerebral conocida como dopamina”.

Los riesgos

Desafortunadamente, los riesgos del té verde son mayores, según la Natural Medicines Comprehensive Database (La base exhaustiva de datos de medicamentos naturales) de Estados Unidos, la cual lo considera probablemente eficaz para el tratamiento de las verrugas genitales, en forma de ungüento; y para aumentar la agilidad mental, gracias a la cafeína que contiene.

Asimismo, advierte que por la cafeína que contiene puede provocar desde leves molestias hasta graves como dolor de cabeza, nerviosismo, trastornos del sueño, vómitos, diarrea, irritabilidad, ritmo cardiaco irregular, temblores, mareos, zumbidos de oídos, convulsiones y confusión.

No deben consumir té verde quienes sufran trastornos de ansiedad (la cafeína podría aumentarla); alteraciones del tiempo de sangrado (la cafeína aumenta el riesgo de sangrado); problemas cardiovasculares (puede producir arritmias cardiacas); diabetes (la cafeína puede afectar el control de azúcar en sangre); glaucoma (aumenta la presión de los ojos); presión arterial elevada (aumenta la presión); enfermedad del hígado (puede causar daño hepático); osteoporosis (puede aumentar la eliminación de calcio por la orina).
Pero eso no es todo, tampoco se debe consumir té verde si se toman estos medicamentos: adenosina (empleada para hacer pruebas de esfuerzo); antibióticos de quinolona, medicamentos utilizados en el tratamiento del cáncer y el asma o que retardan la coagulación sanguínea; clozapina (antipsicótico); dipiridamol (vasodilatador cardiaco), estrógenos (incluidos medicamentos anticonceptivos); fluvoxamina y litio (antidepresivos); riluzole (útil en la esclerosis lateral amiotrófica), y verapamilo (empleado en arritmias supraventriculares).

Por último, el té verde puede disminuir la absorción de hierro y de ácido fólico; así como aumentar los efectos estimulantes de la efedra (Ma Huang), una planta natural e incrementar los riesgos de daño hepático si además se consumen otros productos naturales como borraja y uva ursi.

Así que el té verde se debe consumir con mucho cuidado y hasta quizá con recomendación médica, y no sólo por el consejo del pariente, amigo o conocido.

reneanayas@yahoo.com.mx