Daño colateral de la inseguridad pública


México, que ha transitado por un proceso de liberalización económica y ha firmado el mayor número de acuerdos internacionales de libre comercio al contar con 15 tratados y acuerdos comerciales que cubren a 49 países de distintos continentes,  y si bien no se ha declarado un sistema de control de cambios al estilo de economía planificada o cerrada, como todavía existe en varios países del mundo, el país se encuentra hoy en una situación en la que ciertos factores financieros de la economía se van cerrando.

Lo anterior ha derivado de la necesidad de establecer controles para el lavado de dinero (cuyos mecanismos son muy sofisticados y que no se han abordado con profundidad), pero también en un mecanismo de control de divisas virtual. Esto se ha convertido en un verdadero problema tanto por las tradiciones del ahorro en dólares en efectivo en el país y la cercanía, como por la dependencia que tiene México de la economía norteamericana.

Hace algunos años, la dolarización de México estaba en condiciones expansivas y muchos expertos y analistas, apoyados por el sector empresarial de Nuevo León, señalaban que se dolarizara la economía usando la divisa americana. Algunos países adoptaron este sistema alineando la emisión de su moneda como en el caso de El Salvador, Ecuador y Panamá, así como otros en los que se dio una dolarización parcial como en Argentina, Perú, Nicaragua, Costa Rica, entre otros. Esto no es aplicable a un país del tamaño de México, con la independencia y flexibilidad económica que debemos tener. Sin embargo, la otra cara de la moneda está presionando muchas áreas sensibles del país, como es la recaudación tributaria, el control de la evasión, la especulación de divisas y el proceso de inversión productiva.

Lo anterior es importante, pues de acuerdo con la encuesta trianual realizada por el Banco de Pagos Internacionales, la composición dentro del mercado de divisas en México continúa mostrando una gran concentración hacia el dólar (el 95% del volumen operado corresponde a transacciones peso-dólar).

Además, la importancia del dólar en la economía puede verse en el volumen de transferencias del país, pues de acuerdo al Banco de México éstas alcanzaron 21 mil 271 millones de dólares, lo que representó un crecimiento del 224% respecto del nivel registrado en el 2000, mientras que la inflación promedio anual en este mismo periodo fue de 5.12%. Dado lo anterior resulta relevante el hecho de que en recientes publicaciones se ha informado que existen más de mil 500 centros cambiarios no regulados.

Independientemente de lo anterior, habría que evitar que pueda expandirse en el país un mercado negro de dólares. Esto es, una negociación paralela que en algunas regiones disminuya el intercambio con moneda nacional.

Es necesario enfatizar que el problema que se quiere atacar no se va a resolver con más controles, pues lo único que se logra es etiquetar a todo ciudadano que cuenta con divisa americana como un posible delincuente, restando así libertad económica al país.

Muchos de los problemas de inseguridad, delincuencia, crimen organizado y control de narcotráfico no son nuestros sino importados, pero si nos están deformando el ejercicio de nuestras propias libertades.

jmillanb@grupocoraza.com