Juan José Reyes
Los principios, los propósitos, los usos y los métodos de la educación mexicana bullen en el corazón de la historia toda del país. Dime cómo y para qué educas y te diré cuáles son los fines de tu ejercicio del poder, qué clase de sociedad pretendes. Por eso no deja de ser extraño que en letra impresa se dé más bien escasa atención a los asuntos educativos, más allá de los temas más propiamente políticos, coyunturales, relativos al activismo sindical. Aquella escasez está desde luego en las publicaciones, en periódicos y revistas (por no hablar de la tele y la radio), y también en la industria editorial: la bibliografía es exigua, acaso porque también son pocos los estudiosos de la materia.
Carlos Ornelas publicó por primera vez hacia fines del siglo pasado este libro excepcional. Parte de su propia experiencia como asesor de un Secretario, que le permitió conocer el sistema desde dentro, a partir de su cabeza y a lo largo de todo su complejo organismo. Ofrece así un panorama completo, necesariamente histórico pero también abierto a nuevos horizontes, en los cuales es preciso tomar en consideración la antinomia (como él llama a estas contradicciones, empleando un término clásico de la filosofía) que surge entre el corporativismo y el neoliberalismo, de un lado, y el proyecto democrático y equitativo, de otra parte.
El libro se convierte de esta manera en un amplio y bien alimentado marco de referencia, dentro del que, ahora sí, los opinadores (a condición de que cumplan con el mínimo requisito de enterarse de las cosas mediante el acceso a fuentes inmediatas, es decir, al fondo de las cosas y no a lo meramente noticioso) puedan forjar ideas sólidas, consistentes. Ornelas ha construido un gran edificio. Ha resuelto el desafío de encontrar y revelar sus cimientos y sus articulaciones, en especial las visagras que regularmente han dado flexibilidad al sistema educativo mexicano pero que también a veces se han oxidado. Mira entonces la importancia radical de las reformas educativas.
Un corolario probable: los días que corren hacen indispensable una nueva reforma, que tome en cuenta los cambios de fondo del país, que entrañe reivindicaciones y recuperaciones y perspectivas nuevas, donde estén incluidos los cambios mundiales de los que México, hoy, más bien parece un ente subsidiario, si no una víctima.
Carlos Ornelas, El sistema educativo mexicano / La transición de fin de siglo. Fondo de Cultura Económica (Estructura Económica y Social de México), 1ª reimpresión, México, 2009; 371 pp.