La masa de hielo permanente del Ártico se habrá perdido completamente durante los veranos polares, a partir del 2018, sostiene el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, (CSIC) de España, Carlos Duarte.
A diferencia de otros científicos, Duarte, que coordina la Expedición Malaspina de España, que llegó a Cartagena de Indias el pasado 12 de junio, cree que el deshielo del Ártico sí contribuye al aumento de los niveles del mar, pues provoca que cambie el balance global de calor de los océanos.
Según el científico, “hasta el año 2006 los modelos indicaban que a finales del actual siglo, el XXI, seguiría habiendo en verano de dos o cuatro millones de kilómetros cuadrados de hielo en el Ártico”. No obstante, después de ese año se ha comprobado que la pérdida de hielo se ha acelerado notablemente” y las estimaciones más recientes, de 2009 y 2010, están ya anticipando un Ártico libre de hielo para el año 2018.
En entrevista con la agencia EFE antes de zarpar desde Cartagena de Indias, para realizar el último tramo de la expedición que terminará en el puerto de Cartagena, Duarte advierte que por lo menos la mitad del aumento del nivel mar que está teniendo lugar por efecto del cambio climático “tiene que ver con lo que llamamos la expansión térmica”, es decir con el hecho de que un océano más cálido es menos denso y ocupa, para la misma masa de agua, mayor volumen.
El científico sostiene que la desaparición de la capa de hielo ártica influirá en el calentamiento general del océano debido a que la radiación solar, que antes era reflejada por los hielos polares, ahora entra directamente al mar y éste se calienta poniendo en peligro las placas de hielo vecinas, en especial la de Groenlandia.
“La gran placa de hielo de Groenlandia”, dice, “tiene más de mil metros de espesor y el derretimiento es hasta el punto de que ya se considera de que (la placa) se va a fundir irremediablemente”, indicó.
Consideró Duarte que esta pérdida de hielo en Groenlandia “hará aumentar el nivel del mar cerca de siete metros globalmente”, lo que va a causar “erosión en todas las zonas costeras del planeta”.
Puntualizó que la única forma de frenar ese proceso “sería enfriar el Ártico, y el Ártico es una de las zonas que se está calentando más rápidamente con una tasa de 0,4 grados por década, 3 veces mayor a la tasa promedio de la Tierra”.