Martha Bañuelos
París.- ¿Sólo nos queda indignarnos? En Francia el escritor octogenario Stéphane Hessel publicó en 2010 un ensayo vendido en más de 800 mil ejemplares intitulado “Indígnese!” (Indignez-vous!) en donde nos dice “en este mundo, hay cosas insoportables. Para verlo, es necesario observar bien, buscar. Digo a los jóvenes: “busquen un poco, van a encontrar. La peor de las actitudes es la indiferencia”. Y al parecer la fuerza del título se reprodujo durante casi un mes en España en el movimiento juvenil “Los indignados de la plaza del Sol”; agitación nacida de los más de 4 millones de desempleados, el más alto de la Unión Europea, de los cuales un 18 por ciento tiene 25 años. Son ellos quienes ahora tratan a los políticos de cínicos y corruptos y a los bancos del desvío del capitalismo; ya que el sector inmobiliario fue el modelo económico sobre el cual se construyó el crecimiento español, el que actualmente se hunde gravemente con el presupuesto del país.
¿Qué respuestas puede dar José Borrell?
Los españoles no olvidan que José Borrell llegó a la política en 1979 con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y que después de ganarle la candidatura al Secretario del Partido para la presidencia del gobierno en 2000, tuvo que renunciar debido al escándalo de fraude fiscal de dos antiguos colaboradores suyos cuando era Secretario de Hacienda. Ellos, los españoles no olvidan que ya en 2002 con la Unión Europea, trabajó en los grupos de gobierno económico, Europa social, política exterior y defensa, para la elaboración del borrador de la Constitución propuesta por el Convenio, que examinaba y buscaba las posibles respuestas a las cuestiones esenciales para el futuro desarrollo de la Unión Europea.
Borrell, recientemente declaró que “no acaba de entender” la falta de apoyo de Alemania frente a los países endeudados de la UE: España, Grecia y Portugal. ¿él, quien sigue trabajando para la Unión Europea, no lo entiende? El mismo declara que “La crisis surge porque no se vigilan los déficit públicos” y agrega que “durante 10 años se dieron por buenos, los datos equivocados de algunas regiones pertenecientes a la Unión Europea”, surge el deseo de preguntarle ¿Cómo en España? ¿En dónde él trabajó con Felipe González de 1991 al 96? El señor Borrell analiza desde Italia la política de la gestión económica de su país, una política en la que participó como Secretario de Hacienda de 1984 a 1991, Ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente de 1991 a 1996. Una política que se benefició del dinero de la UE, para deformar la costa del Mediterráneo con malas construcciones que ni los jubilados extranjeros aceptaron comprar; y hoy se encuentran con una costa desfigurada, endeudados y sin trabajo. ¿Y eso también es culpa de Alemania y la Unión Europea? La crisis de la deuda soberana de España, Grecia y Portugal, sacó a la luz los límites de la integración europea, reavivando el debate constitucional y reglamentario en materia económica y fiscal.
Todo eso le falto decir a Borrell ahora Presidente del Instituto Universitario Europeo e instalado en Florencia.