Este martes se conmemora el vigésimo quinto aniversario de la muerte del escritor argentino Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899), una de las celebridades de la literatura del siglo XX.
Amante de la filosofía, la teología, las matemáticas y la mitología, de la pluma de Borges salió una colosal producción literaria, integrada por cuentos, poemas y ensayos.
Personaje polémico, con posturas políticas que le impidieron ganar el Premio Nobel de Literatura —al que fue candidato durante casi treinta años—, Borges siempre soñó con que la posteridad le perdonara sus errores y le concediera la gloria de que se lo recordase por sus mejores textos.
Su literatura es una reflexión sobre la vida de todas sus formas tiempos y lugares. Algunos de los temas que desarrolló son la política, la comunicación, el lenguaje, el tiempo y la muerte.
Ciego a los 55 años, Borges nos ofrece —a través de la perfección de su lenguaje, de sus conocimientos, de la universalidad de sus ideas, de la originalidad de sus ficciones y de la belleza de su poesía— una obra que hace honor a la lengua española y la mente universal.
Entre sus trabajos más reconocidos se encuentran: Ficciones (1944), El Aleph (1949) o El Informe de Brodie (1970).
Por tal motivo, el Conaculta y Canal 22 estrenaron este lunes el documental Una cierta mirada, dedicado a Borges, el más importante escritor contemporáneo en lengua española.
Algunas de sus frases célebres:
• Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.
• Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído.
• Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.
• Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.
• He cometido el peor pecado que un hombre puede cometer. No he sido feliz.
Por cierto que Jorge Luis Borges abandonó un manuscrito que sería novela. Estas cuatro páginas fueron dadas a conocer el año pasado.