Tras la denuncia que hizo el viernes el padre Alejandro Solalinde, coordinador del albergue Hermanos del Camino Guerra, en Oaxaca, en el sentido de que al menos 80 migrantes fueron secuestrados el 24 de junio en la comunidad de Medias Aguas, Veracruz, las instituciones gubernamentales se han puesto nerviosas y pareciera que, por fin, darán una atención inmediata al caso.
La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR, aseguró que las primeras pesquisas apuntan a que miembros de Los Zetas son los presuntos autores del plagio.
Según la denuncia del sacerdote, un grupo de hombres armados con fusiles de asalto R-15 interceptó el tren en el que viajaban los indocumentados centroamericanos con destino a los Estados Unidos.
La intercepción ocurrió en el tramo de Coatzacoalcos, donde los migrantes fueron subidos a la fuerza a tres camionetas Suburban.
La PGR sostuvo que se han levantado dos averiguaciones previas por la desaparición forzada de los migrantes en Oaxaca y Veracruz.
A su vez, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó que se puso en contacto con las procuradurías de justicia de Oaxaca y Veracruz, así como con la Policía Federal y la PGR, a fin de colaborar en las investigaciones.
La Secretaría de la Defensa Nacional afirmó que ha desplegado efectivos en la estación de rebombeo de Medias Aguas para resguardar las instalaciones, pero los soldados no fueron informados del secuestro.
“La Secretaría de la Defensa Nacional invita a la sociedad mexicana en general a continuar denunciando actos o hechos por parte de la delincuencia organizada para combatir de forma conjunta sociedad y gobierno a este flagelo”, pide la dependencia.
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