Pobre Guanajuato, tan lejos del progreso y tan cerca del PAN
Es un hecho que el candidato del PAN a la gubernatura de Guanajuato será el actual secretario de Salud, el doctor José Angel Córdova Villalobos y de que será el jefe del ejecutivo en esa entidad. Los guanajuatenses seguirán gobernados por el partido de la derecha, que ya van para doce años con gobiernos panistas, y el marasmo en que se encuentra ese estado —desde tiempos inmemoriales, desde las épocas de los dinosaurios priístas— es atroz. La derecha mexicana, a diferencia de otras y en otras naciones, es una corriente ideológica atrasada y dogmática. Nunca ha estado —como vanguardia— en los momentos definitorios de la nación: Independencia —a la que se opuso y combatió—; Reforma —a la que se opuso y combatió, recuérdese nada más el efímero imperio de Maximiliano—, y Revolución —a la que se opuso y combatió—. Una última acotación: cuando las tropas invasoras norteamericanas llegaron hasta la capital de México, en 1848, la alta jerarquía católica las recibió con una fiesta en el convento del Desierto de los Leones. Mucho de oscuro y vergonzoso tiene la derecha mexicana en su pasado. El gran Juárez dijo que era moralmente imposible que la derecha gobernara en México. Y no se equivocó. ¿Qué futuro inmediato le aguarda a los guanajuatenses con Córdova Villalobos al frente de sus destinos? Tal vez sólo el repique de campanas, el rosario y la vela perpetua.
En la imagen, el secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, en la ceremonia de la XXII Entrega del Premio GEN de Investigación sobre Defectos al Nacimiento.
Agencia EL UNIVERSAL/Alma Rodríguez


