El Dalai Lama, líder espiritual tibetano de 75 años de edad, renunció formalmente a sus poderes políticos y administrativos del gobierno del Tibet, luego de que firmara las enmiendas a la Constitución de exiliados. No obstante, el Dalai Lama continuará siendo el líder espiritual de la comunidad mundial de tibetanos.
Lobsang Choedak, un portavoz del gobierno tibetano en el exilio, dijo que los cambios se llevaron a cabo durante una sesión de tres días de su parlamento en la ciudad del Himalaya de Dharamsala, India. El Dalai Lama las aprobó el pasado domingo.
Tras las reformas a la Carta Magna, el Dalai Lama tendrá derecho a asesorar y alentar por la protección y la promoción del bienestar del pueblo tibetano y seguir participando en los esfuerzos por alcanzar una solución satisfactoria a la problemática del Tíbet.
Lobsang Sangay —que fue elegido jefe de gobierno del Tíbet en el exilio el mes pasado—, llena ahora los zapatos del Dalai Lama como “jefe de Estado”, agregó Choedak.