Ricardo Muñoz Munguía

La infidelidad es un tema sumamente atractivo para llevarlo a la ficción pero tratándose de esos asuntos la realidad no puede ser superada. Sobre ello se centra el volumen Tacones en el armario (amarillo editores, 2011).

El libro brevísimo de Mónica Soto Icaza se ajusta ciertamente a una historia que puede armarse en cinco minutos. Es cierto. Pero más allá, nos muestra que algunas mujeres optan por la venganza, porque su vida está apegada únicamente a un hombre y cuando éste falla, entonces ellas también.

Tacones en el armario se divide, tanto en la historia propuesta como en la estructura del libro, en zapatos de tacones de colores. Así, abre con el enfrentamiento de infidelidad que golpea a Ángela, una mujer “bien casada”, que por accidente escucha al marido hablar con su amante; es entonces que el mundo se le viene abajo y en lugar de reclamarle al marido, prefiere meditar el asunto, es así que su pasado la reclama para que vuelva: “En mi juventud fui lo que las santurronas llamaban una loca, y los galanes, una puta. Me acosté con lo equivalente a dos equipos de futbol, con bancas y todo”. La mujer contratará a un striper, el que por cierto había sido su novio, después conoce a un hombre desolado por el “error” de la infidelidad, quien se acerca a Ángela y ella lo bromea al decirle que cobra por la compañía; el otro acepta y más tarde le revela que es una broma pero para ambos no hay vuelta: él paga y ella cobra. Así, abiertamente una prostituta, se conoce con otros hombres, que la pondrán en jaque. Fausto, el marido, termina su relación extramarital “y cambia” pero ella le reprocha hasta que acepta su infidelidad. El esposo comienza a oler lo que hay en su esposa hasta que ella también lo acepta, con la diferencia que Ángela prefiere los tacones.

La autora, de quien no se dice nada en el volumen, entrega una historia que si bien no despunta en su carácter narrativo ni en la extensión que presume el tema, intenta dejar un sabor amargo de boca pero más bien limita la visión de una mujer que, al saberse traicionada, se inclina por la venganza, aunque ello también cobre su factura, y lo menciono también alejado de lo moral.