Camino a la candidatura presidencial

 

Sin decirles ni agua va, el todavía senador Santiago Creel hizo su fiestecita en el Polyforum Siqueiros. Ahí declaró que inmediatamente solicitará licencia a su cargo para no competir por la candidatura de Acción Nacional con ningún tipo de ventaja. Ni responsabilidades públicas ni dieta económica, ni canonjías, ni fuero. Prácticamente desnudito.

Y en seguida vino el primer coscorrón a sus colegas y cuates del PAN: “Convoco a todos los que estén interesados en buscar la candidatura de nuestro partido, a todos los aspirantes, a que hagan lo mismo, es decir, que renuncien a sus cargos y a que lo hagan ahora mismo”.

Naturalmente, se refería a los secretarios del los despachos de Hacienda, Educación y Trabajo. De paso a la diputada Josefina Vázquez Mota y al gobernador de Jalisco, Emilio González. Todos ellos, salvo los fines de semana, han estado  quietecitos esperando a que el presidente del PAN les dijera a quien habría que apoyar, medida semejante a lo que tanto criticaron del PRI. Ahora ellos lo adoptan y lo pulen.

El ex secretario de Gobernación, otrora favorito de Fox, invitó a Calderón y al ex presidente de las botas a que se dieran la mano para mostrar lo que hoy no tienen: unidad que es bandera muy trabajada y afinada, otra vez, del PRI.

Adelantado a los tiempos que en el propio PAN han fijado y saltando la autoridad del dirigente, Gustavo Madero, Creel establece nuevas fechas para que en noviembre sólo queden dos aspirantes: obviamente él y alguno más entre Josefina y Cordero. Nadie más.

Por si esto fuera poco, el ex senador, o senador con licencia, espetó lo que a Lujambio y a Calderón les ha de haber provocado un ligero entripado: “No es bien común dejar la educación en manos de una dirigencia sindical antidemocrática y corrupta. Acabemos con el absurdo. Separemos la política electoral de la vida sindical y del sistema educativo”.

Por último y, faltaba más, enarboló el fervorín mayor de su partido: “A toda costa, evitemos el regreso del PRI a la Presidencia de la República”.

De refilón le receta a Marcelo Ebrard la imposibilidad ideológica de una coalición con el PRD: “Han sido antagonistas que nos desvían de nuestra meta humanista”.

Ya está: Creel le atiza zapes a sus colegas y copartícipes de partido, se desmarca de la posibilidad de alianzas extremas y se recrea fijando ya su posición contra quien presume debe ser obstruido por estar ubicado en la punta de la contienda.

Y ante todo esto, ¿de dónde saldrán los recursos para la facturación de pancartas, gorras, lápices, desayunos, mesas redondas y muchos etcéteras que durante meses enarbolarán la figura y los decires de Santiago Creel? ¿De una imitación de “los amigos de Fox”?

 

 

cremouxra@hotmail.com