A pesar de las fuertes lluvias y los ventarrones del domingo pasado, que obligaron a las autoridades de Washington a evacuar la explanada en donde se realizará el festival para conmemorar el 235 aniversario de la independencia de Estados Unidos, esa nación llevará adelante los festejos.

Cientos de trabajadores realizaron hasta la mañana de este lunes labores de limpieza en el Mall nacional, donde tradicionalmente se hace la celebración, para que por la noche se pueda festejar con pompa el aniversario.

Las carpas instaladas al aire libre en el Mall para mostrar paralelamente la gastronomía, la artesanía y otros aspectos de la vida cultural colombiana fueron afectadas por el vendaval repentino que no fue previsto por el Servicio Meteorológico Nacional y que tomó por sorpresa a los habitantes del área metropolitana de la capital estadounidense.

A pesar de que se actuó rápido para tener todo a tiempo, aún así, el festejo anual de la Independencia estadounidense será sombrío en esta ocasión, rodeado de noticias que ilustran el fin de los buenos tiempos, con cientos de miles de trabajadores más sin trabajo y con una economía que depende cada vez más del crédito extranjero para mantenerse estable.

 

Un poco de historia para recordar el 4 de julio

La Independencia de los Estados Unidos constituye uno de los más innovadores y trascendentes hechos de la historia contemporánea. Y para que se hiciera realidad, fue preciso librar una guerra de ocho años contra el Imperio Británico, durante la cual los estadounidenses recibieron una ayuda decisiva de Francia, España y Holanda.

Un año antes de la declaración de independencia, el rey Jorge III había hecho una proclamación refiriéndose a la rebelión de algunas colonias, además de mantener un plan con mercenarios para atacarlas ante lo que consideraban una traición a la corona. El peso de estas acciones finalmente convenció a algunas comunidades para unirse a la lucha por la libertad política.

La declaración, redactada por el entonces representante de Virginia, Thomas Jefferson (quien años después sería el tercer presidente del país naciente), resumió una lista de quejas contra el rey Jorge III, para justificar ante el mundo la ruptura de los lazos entre las colonias.

El Segundo Congreso Continental, esencialmente el gobierno de los Estados Unidos en el período 1775-1788, fue tomando gradualmente responsabilidades de una autoridad nacional y para junio de 1775, ya habían creado un ejército preparándose ante una posible acción bélica.

No fue hasta el 1 de julio de 1776 que el Congreso logró la aceptación de 12 de 13 colonias. Aunque Nueva York se abstuvo de votar, después de hacer algunos cambios y alteraciones necesarias al documento, la mañana del 4 de julio se escuchó el sonar de las campanas de la catedral de Filadelfia que hizo el anuncio: la declaración de la Independencia había sido adoptada oficialmente.

John Adams, quien participó en la elaboración del documento y que después se convertiría en el segundo presidente de Estados Unidos, le dijo a su esposa: “Este día debe celebrarse con pompa y platillo, con desfiles, show, juegos y deportes”.

Fue una premonición acertada que se ha cumplido año tras año desde entonces porque los estadounidenses celebran con todos esos elementos la fiesta nacional del Día de la Independencia en Estados Unidos.