“Nadie como Nadia”. Así se definía en las competencias internacionales la grandiosa actuación de la niña rumana de cola de caballo y fleco, y lazos de algodón en el pelo, de mirada seria y movimientos perfectos en dos barras asimétricas, que el pasado 18 de julio cumplió 35 años de una hazaña que nadie creyó que algún día llegaría a ver.

Los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 vieron el primer 10 en la historia de la gimnasia. Aquel ejercicio de paralelas, tantas veces repetido, era el obligatorio. Y ahí estaba Nadia Comaneci, con solo 14 años, cuerpo de niña y cabeza de hielo, al frente del equipo rumano.

A pesar de su corta edad no era ninguna desconocida. Venía de arrasar en los campeonatos europeos ese mismo año y en los Juegos de Montreal se dio a conocer al mundo entero.

La historia de ese primer 10 está llena de anécdotas. De cómo las jueces, adiestradas para restar décimas a cada titubeo, cada duda, no fueron capaces de encontrar ningún fallo. O de ese marcador que no estaba preparado para la perfección y, en lugar de mostrar un 10, lo que mostró al mundo, lo que pasó a la historia, fue un 1.00 que hizo sonreír a la gimnasta adusta, a sus entrenadores y a sus compañeras, eclipsadas para siempre.

Nadia sólo logró ese día  un 10 en ejercicios obligatorios, pero en la jornada de libres repitió en paralelas -con un ejercicio arriesgado que parecía de otra época- y sumó la barra; y repitió dieses en la final individual, donde se proclamó campeona olímpica para regocijo del público.

Para cerrar con broche de oro, el último día de competición, en las finales por aparatos volvió a colapsar los marcadores en las paralelas y la barra. Seis dieses en total, tres oros (individual, paralelas y barra), una plata (equipos) y un bronce (suelo).

Los éxitos de la rumana, que llegó a ser portada de la prestigiosa revista Time, llevaron a muchísimas niñas a los gimnasios. Y no solo en Rumania.”Todas queríamos ser como ella”, reconoce la campeona española Gloria Viseras quien en algún momento coincidió con la gran campeona en Moscú 1980 y en varios campeonatos europeos y mundiales.

(Con información de Amaya Iríbar).