News of The World: el escándalo
Elena Vega De la Mora
La prensa sensacionalista, es sin duda uno de los inventos más originales del pueblo inglés. Durante todo el siglo XX y en la actualidad, los periódicos tabloides o prensa amarilla dominan el mercado británico por encima de los diarios de información general. Sin embargo, a principios del siglo XXI la prensa sensacionalista atraviesa un momento crítico justo cuando parece que se han sobrepasado los límites para la sensibilidad de los lectores que abre un debate público que llega alcanzar la esfera política. Quizá no exista mejor ejemplo que ilustre esta situación que la reciente crisis política y mediática en el Reino Unido suscitada por el escándalo de corrupción y espionaje telefónico a víctimas de asesinato y terrorismo, políticos y celebridades por parte del personal del hoy extinto periódico sensacionalista News of The World (NoW).
El caso Milly Dowler: la chispa que detonó el escándalo
A pesar de que en 2006 estalló el escándalo de espionaje telefónico tras la publicación del una lesión de rodilla que sufrió el príncipe Williman y la reproducción textual de un mensaje de texto del príncipe Enrique en el periódico NoW, no fue sino hasta principios de julio de 2011 cuando la investigación conjunta de la BBC y el periódico The Guardian reveló la corrupción y complicidad que permeó entre algunos periodistas del NoW y ciertos encargados de la policía inglesa en el caso de la joven Milly Dowler, quien en marzo de 2002 despareció para luego ser encontrada muerta en noviembre de 2008.

Milly Dawler, colegiala desaparecida en marzo de 2002. Fuente: Internet
De acuerdo con la información publicada por The Guardian, un investigador privado del tabloide News of The World bajo la dirección de Rebekah Brooks no sólo interceptó los mensajes de voz que entraban en el teléfono móvil de la niña de 13 años, sino que también borró los mensajes más antiguos para que pudieran seguir grabándose nuevos mensajes. Al hacer eso, dieron a la familia de la joven falsas esperanzas de encontrarla con vida porque creyeron que era la propia Milly quien los había borrado. Además, destruyeron pruebas potenciales sobre el caso porque alguno de los mensajes borrados pudo haber sido dejado por su asesino.
La reacción del poder
Las ramificaciones políticas de este escándalo mediático atraviesan por la confianza y credibilidad tanto de la policía como de la clase política, no sólo por la pasividad con que han actuado durante años ante la recurrente práctica criminal de escuchas ilegales del tabloide News of The World, sino también por la poderosa y ya vieja sospecha social acerca de una mutua dependencia entre los periódicos del multimillonario Rupert Murdoch, Scotland Yard y los partidos políticos.
El hecho de haber espiado no solamente a una niña desaparecida sino también a las víctimas de los atentados terroristas del 7/7 y a las familias de los soldados fallecidos en Iraq y Afganistán despertó un furor mediático cargado de indignación y antipatía hacia los medios y políticos británicos por grandes sectores de la sociedad, que llevó al primer ministro David Cameron a promover dos investigaciones parlamentarias: una para analizar las acciones de los diarios de Rupert Murdoch, dueño del poderoso grupo mediático News Corporation del que formaba parte el ahora extinto News of The World. La otra para analizar el comportamiento de la policía durante las investigaciones de las escuchas ilegales.

Última edición del tabloide News of The World después de 168 años de vida editorial. Fuente: Internet
La primera reacción provino de Murdoch quien anunció el cierre definitivo del segundo periódico más vendido en Gran Bretaña, News of The World, luego de que la policía constató que un total de 4 mil personas fueron espiadas ilegalmente cuando sus teléfonos fueron intervenidos por detectives privados y periodistas contratados por ese medio de comunicación. Sin embargo, el escándalo no terminó ahí.
Las víctimas políticas
El periódico The Guardian informó que en 2003 News of The World pagó sobornos a cinco detectives de la policía inglesa por al menos cien mil libras en efectivo repartidas entre los cinco. Todos los pagos tuvieron lugar en el último año de gestión de la ex presidenta ejecutiva de ese periódico, la pelirroja Rebekah Brooks. Tras estas acusaciones, la cúpula política Scotland Yard se desplomó. El ex jefe de la Policía Metropolitana, Sir Paul Stephenson fue la primera baja política que cobró la crisis de News Corp y ha sido duramente criticado por haber contratado como asesor de relaciones públicas a Neil Wallis, ex editor de News of The World y por haber almacenado cuatro años las evidencias que pueden probar las acciones ilegales de los periodistas de los tabloides sensacionalistas. A la dimisión de Stephenson se unió la de su número dos, John Yates, quien decidió en dos ocasiones en el pasado que no valía la pena seguir investigando las escuchas ilegales del tabloide News of The World porque no había indicios de que fuera un problema generalizado.

Sir Paul Stephenson renunció a la jefatura de la Policía Metropolitana. Fuente: Internet
El cuerpo policial de Scotland Yard, que pretende limpiar su imagen con una investigación modélica, ha realizado diez detenciones de directivos relacionados con el caso de las escuchas ilegales. El primero en caer fue Andy Coulson, quien dirigió el semanario entre 2003 y 2007 y, según Sean Hoare, ex reportero de NoW y el primero en denunciar el espionaje telefónico, alentó el espionaje telefónico como una forma de obtener información y exclusivas. La décima fue Rebekah Brooks detenida cuando llegó voluntariamente a una cita que tenía con la policía. Se le acusó de los delitos de conspiración para interceptar comunicaciones y corrupción. Ambos, Coulson y Brooks, fueron liberados bajo fianza.
Por otro lado, la oposición laborista en el parlamento ha intentado cercar al Primer Ministro David Cameron que ha sido duramente criticado por haber contratado a Andy Coulson, ex director de News of The World, como su jefe de Comunicación, quien renunció a su puesto en enero de 2011. Se especula que la contratación de Coulson fue con el objetivo de recibir un buen trato del 37% de los medios gráficos británicos, que son propiedad de Murdoch. Además, se dio a conocer que Cameron recibía en su casa a Rebekah Brooks, directora de la operación de los diarios británicos de News Corp
Salir de la cloaca
Para muchos británicos, con el escándalo de NoW el primer ministro ha dejado la impresión de un hombre subyugado por Brooks, Murdoch y su hijo James. La temprana luz verde que su coalición dio a la adquisición por parte de News Corp. del 61% de la transmisora satelital BSkyB de Gran Bretaña ha sido abandonada tras el furor mediático de uno de los mayores escándalos que ha sacudido a los medios de comunicación, la policía la clase política.

Protagonistas de la novela británica. Fuente: Internet
Un escándalo mediático que ha revelado no sólo la corrupción sistemática de los poderes fácticos con las instituciones políticas y de seguridad sino también la puesta en marcha de una cultura de periodismo despiadado, en el que nada está prohibido y que desestima la honestidad y la legalidad en la búsqueda de la nota principal.
Para Roger Cohen del The New York Times, “la sórdida danza de Cameron y de Murdoch ha terminado por revelar profundos defectos de la sociedad británica, que también son profundos problemas de las sociedades occidentales en general. ¿Se recobrarán ambos hombres? Cameron es mucho más joven, y por eso, en teoría, debería ser capaz de salir arrastrándose de la cloaca. Pero no estoy seguro de que sobreviva a esto. Murdoch tiene una constitución mucho más fuerte y por eso un chance mejor, incluso a esta altura de su vida.”