La cara oculta de la Luna tiene varios volcanes que habían pasado inadvertidos a las expediciones robóticas y tripuladas que la han visitado. Uno de estos tiene una base de unos seis kilómetros y una altura de mil metros. Otras seis elevaciones se sitúan en el centro de la zona analizada, de unos 800 kilómetros cuadrados, llamada Compton- Belkovich.

El complejo de origen volcánico ha sido detectado por un equipo de investigadores de Estados Unidos y Alemania, gracias a las fotografías tomadas por el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) de la NASA, que fue lanzada en 2009.

Las imágenes revelan varios domos volcánicos, elevaciones en el terreno causadas por lava, según explica el equipo en un estudio publicado en Nature Geosciense.

Los volcanes “podrían tener sólo 800 millones de años, lo que les coloca como los rastros volcánicos más recientes de la luna”, señala Noah Petro, uno de lo científicos que trabajan con la sonda LRO, en un artículo complementario al estudio. Si eso se confirma, las erupciones de lava en la Luna se habrían extendido 200 millones de años más de lo que se pensaba, añade.